La injusticia pesa sobre Armando Valerdi
Cuando era tesorero de la Universidad Autónoma de Puebla era común escuchar a los directores y/o dueños de los medios de comunicación “voy a ver a (Armando) Valerdi”. Ellos presumían ser amigos del tesorero universitario y hasta confiaban que gracias a su intervención, Valerdi lograba destrabar varios convenios que a veces se llegaban a atorar.
Valerdi por acá y Valerdi por allá.
Todos querían al extesorero universitario, pues independientemente de ese cargo, es y era una persona muy decente con quien se podía y puede platicar de cualquier tema.
El único que se atrevía a criticarlo en su momento era Rodolfo Ruiz desde las páginas de El Universal Puebla, pero más allá de cuestionarlo a él como persona, era señalar el gasto que se hacía en la casa de estudios desde los tiempos de José Doger Corte.
Todos amaban a Valerdi.
Y cuando digo todos, es todos.
Cada que se celebraban las cenas anuales con los medios de comunicación, Valerdi era uno de los más saludados y más festejados.
El tiempo pasó y Enrique Doger decidió apoyar con todo a Enrique Agüera Ibáñez.
Existían varios reporteros que le intentaban llevar la prensa a Valerdi e incluso le llevaban la agenda al contador.
Pero la presión de Enrique Doger fue tan fuerte que se determinó que Agüera fuera el rector.
Entonces Valerdi pasó al olvido.
Ya nadie presumía de su relación con Valerdi.
Ya nadie se acordaba que existía.
En fechas recientes hasta lo acusaron de ser de derecha y sólo porque la UAP no lo apoyó, pero sí apuntaló a un perfecto desconocido que se presta más a las cochinadas que hace Víctor Manuel Sánchez Ruiz y toda su cofradía.
Todos aquellos que gozaron de sus favores ahora lo acusan y lo denuestan.
El hecho de que la UPAEP le dé su respaldo al maestro Valerdi no significa que él sea panista o que sea integrante de “El Yunque” o pertenezca a alguna organización de derecha.
Las acusaciones contra Valerdi se inscriben en un asunto de injusticia y en el interés de un grupo por hacer negocios con las cuentas públicas de casi todos los ayuntamientos de Puebla, ya que Valerdi es una persona decente que no se prestaría a arreglos turbios con presidentes municipales a cambio de la aprobación de sus cuentas.
A lo mejor esa es la verdadera razón por la que lo atacan.
¿Y de parte de quien?
Las respuestas de los ataques pueden ser tan obvias como decir que desde la Universidad Autónoma de Puebla y desde la Secretaría de Gobernación se lanzaron los misiles contra Valerdi.
Pero sería entrar a lo obvio.
Aunque López Zavala sí pudo haber mandado los misiles, ya que su intención es apoderarse de todo el gabinete y áreas a fines. No ha podido tan sólo porque existe un grupo que lo ha frenado en sus intenciones por apoderarse de toda la administración estatal.
Lo real es que la intención es inhabilitar al extesorero municipal por la simple y sencilla razón de que a él se la prometieron luego de que no chistó e hizo escándalo cuando se determinó que el rector interino debería ser Enrique Agüera.
Valerdi aceptó la negociación muy a su estilo y esperó el momento cuando a él le prometieron ser el próximo auditor mayor de la entidad.
Una vez que el plazo culminó y el proceso de elección apuntaría hacia él, a Valerdi le comenzaron a jugar sucio y lo comenzaron a golpear con tal de hacerlo a un lado, a pesar de que es el único que tiene los tamaños para ocupar el espacio que deja José Doger.
Hay que ser claros, la excontralora María Teresa Noemí Tello y Nieto nunca ocupó su cargo y en su lugar estuvo Ernesto Guerrero cubriendo sus largas ausencias.
De ahí en fuera los demás enviados son personajes totalmente desconocidos.
Ni hablar, la estrategia de los perfiles bajos seguirá siendo una constante en este sexenio.
El hecho de mandar bajos perfiles es la mejor manera de manipular y sacar provecho de ese puesto, ya que es muy fácil que se creen las famosas consultorías que asesoran a los municipios y cobran un dinero extra para que no sea sancionado el alcalde a quien le vendieron los servicios.
El único que se merece por lealtad el cargo es Valerdi, lo demás ya es parte de un “raro enjuague” entre los que deciden en este estado.
La guerra de los municipios
No sólo la elección de Cholula se ensució con la necedad de imponer a Francisco Covarrubias y hacer a un lado a Sara Chilaca, quien encabeza las preferencias electorales, pues ahora me entero que hasta la de Huauchinango se echó a perder con la imposición de Rogelio López Angulo, cuñado de Enoé González Cabrera.
No lo dude, este personaje piensa que todo se arregla con dinero, pues recientemente en su registro acarreó a muchísima gente al viejo estilo.
Pero si quiere saber quién es este señor, lea lo que se publicó en diario Cambio hace unos meses por el colaborador Ernesto Lara: “A través de un proceso legal amañado y con declaraciones falsas, la coordinadora de Participación Social de Sedeso, Enoé González Cabrera y Rogelio López Angulo —expresidenta municipal y exdirector de Obras Públicas del municipio, respectivamente— pretendieron despojar de un terreno de más 17 mil metros cuadrados, valuado en 20 millones de pesos aproximadamente, a José Melesio Galindo Castillo, al promover un juicio de usucapión ante el Juzgado de lo Civil del distrito judicial de Huauchinango, argumentando que el padre de la primera lo había comprado en 1949 a José María Galindo Pérez.”
No dudamos que de esta misma forma se quieran agandallar tanto Enoé González como el tal Rogelio López Angulo de la candidatura.
La guerra de los municipios 2
En este contexto hay que decir que hoy, hoy, hoy podrá haber golpes y guamazos cuando la dirigencia estatal del PRI publique los resultados de las encuestas en los municipios priistas en donde se registraron más de dos candidatos a las alcaldías.
Por supuesto habrá heridos, como en San Pedro Cholula así como en Huauchinango, al imponer por conveniencia a personajes con poco capital político.
En esta semana habrá muchos dolidos y sobre todo, dolores de cabeza, pues está demostrado que todas las encuestas serán manipuladas y en muchos casos saldrán los menos indicados para contender. Es decir, saldrán electos los peores personajes.
A veces parece que el PRI ya entregó la plaza.
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