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Un clásico de lo grotesco


Zeus Munive


La gran mentira: el Delfín vs Armenta


Desde hace algunos días comenzó a correr la especie o rumor de una guerra entre el nuevo presidente del PRI contra el delfín del gobernador. Todo ello en el ánimo de seguir procurando y protegiendo a Javier López Zavala, porque queda claro que el favorito de Mario Marín sigue siendo el secretario de Desarrollo Social.


No se equivoquen.


Es su consentido y si no, hay que leer a columnistas y periodistas que levantaron la imagen del funcionario en el acto del pasado miércoles en el programa de pobreza, las odas y las alabanzas fueron clarísimas.


No obstante, desde el lunes comenzó el rumor de que Zavala se había peleado con Armenta porque el gobernador podría tener un plan “B” en caso de que el delfín no pueda controlar las guerras internas priistas.


La especulación surgió por una columna de Ricardo Morales (no estoy criticando a Ricardo, aclaro) en la que habló de los Idus de marzo: “La historia consigna grandes traidores, en todos los tiempos, el principal de todos Judas el Iscariote, redimido o tratado de redimir recientemente por National Geographic Channel.”


Y más adelante establece: “César adoptó prácticamente como su hijo a Bruto, quien pese a ser conservador en cuanto a sus creencias quería que prevaleciera la República en Roma, y aborrecía el hecho de que pudiera retornar una monarquía. Logró ganarse la simpatía del hombre que acuñó la frase veni vidi vinci, “llegue, vi, y vencí”, tras su victoria en Zama.


“César convirtió a Bruto en unos de sus más cercanos colaboradores. Incluso, gracias a su patrocino, fue nombrado gobernador de las Galias, que habían sido una conquista del hombre, que se decía aspiraba a convertirse en emperador. Más tarde lo nombró pretor y luego senador. César estaba más que impactado con Bruto, a tal modo que a menudo actuaba o tomaba decisiones a través de sus opiniones.


”El 15 de marzo del 44 AC, Bruto junto con Casio y un grupo de senadores, asesinó a puñaladas a Julio César para hacerse del control de Roma.”


Dicha columna fue interpretada por muchos como si Armenta fuera Bruto (en el sentido histórico del nombre) y Zavala fuera el César.


El miércoles pasado en ese mismo espacio se escribió lo siguiente, en donde por cierto, el dardo ya es directo contra Bruto: “Amigos muy bien informados de la Sierra Norte me relatan que la gira de trabajo que realizó Alejandro Armenta Mier la semana pasada, a esta zona del estado, no fue del todo afortunada.

Cambio ·Foto / Archivo / Ulises Ruiz


”De entrada, Armenta no se informó muy bien sobre la grave división que existe entre el priismo de este lugar del estado, producto de los desencuentros que tienen los principales actores políticos de la zona.


”Debido a esto, cuando el flamante líder del expartidazo pisó en calidad de dirigente estatal Huauchinango, se encontró con un verdadero problema en las manos. Esto, debido a la actuación del diputado local Carlos Martínez Amador, el cual pese a contar con un tío de la talla del legislador federal, Alberto Amador Leal, está muy verde en política.”


Para muchos, éstos fueron mensajes de tambores de guerra entre López Zavala y Armenta. Y esa, al parecer, era la intención, pero la realidad está muy alejada de ello.


Armenta es un hombre tan leal (Mario Marín, dixit) que jamás buscará enfrentarse a su protector y tutor. Pero como debe trabajar para el beneficio de Zavala y los aspirantes a la gubernatura deberán frenar cualquier crítica sobre el uso de la estructura partidista, debe aparecer una imagen de división, o por lo menos esa es la interpretación —aclaro— de muchos priistas que analizan paso a paso el proceso de la sucesión que ya está más que avanzada.


Como diría el director de ese periódico: “Lecturas equivocadas”.


Por lo tanto, es un gran engaño pensar que Armenta no está con Zavala y que éste no ve al presidente del PRI como su principal operador.


No se engañen, son “Zetas” pero del proyecto por la gubernatura, no de los que desaparecen judiciales poblanos.


La realidad se impone y todo está listo para que el gobernador determine que su sucesor sea Javier López Zavala.


Que nadie se equivoque, las lecturas son para que el secretario de Desarrollo Social siga como el mejor en las preferencias y quede como el favorito.


¿Qué pasará con Montero? Eso no lo sabemos, al final probablemente termine como aliado al zavalismo debajo de Armenta Mier y Darío Carmona.


No hay pleito entre ellos.


El plan es evitar que se acuse a Zavala de tener la estructura de su lado.


No hay que confundirse, el delfín es el mismo que siempre ha sido.


Marín ve a López Zavala como su hijo político, como su sucesor, como su favorito.


Y si se descuidan puede colarse; tampoco lo vean como un imposible, tiene el apoyo del gobernador, los recursos estatales y la estructura del PRI.


No se equivoquen.


El favorito es Zavala y no está peleado con Armenta.


Ese es un engaño.


Un timo.

 



 
 

 

 
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