Freaks Un clásico de lo grotesco
Zeus Munive
El Delfín* ya tiene quién le escriba
El delfín del marinismo ya tiene un programa de televisión y otro en radio.
El de televisión es por Megacable y el de radio es en la 10.10 de AM.
Sí, ahí donde vetaron a La Quintacolumna.
Lo criticable —dice un amplio número de denunciantes— es que en los programas venden las entrevistas a los presidentes municipales, y eso que la hora en radio ya de por sí es pagada con dinero del erario.
El delfín —dicen— compró el espacio los sábados al mediodía.
Y aseguran que ya van tres semanas en que no se habla más que del delfín y de su Secretaría (que no es la de Pesca).
Es un horario para promover la imagen del delfín y que se paga con dinero obtenido del piso digno, aseguran, y con los padrones de varios programas oficiales.
La molestia es que en varias presidencias municipales les han llamado desde la estación radiofónica para venderles las entrevistas de 15 minutos en 15 mil pesos y las de cinco minutos —vía telefónica—en 5 mil.
Es decir, de mil pesos el minuto.
Lo malo es que no hay de un minuto.
O de cinco o de siete.
Tarifa única, pues.
Y así pos ta’ cabrón.
La semana pasada, por ejemplo, le dieron media hora al delfín y después a una funcionaria de tercer nivel de Sedesol para defenderse —al émulo del tiburón—, pues ella dijo que jamás donaron los terrenos de La Galarza al antihéroe Rubén Gil Campos.
Aunque las pruebas los hunden.
Otra funcionaria salió a decir que no participaba el narcoalcalde en las cajas de ahorro de Sedesol.
El delfín del gobernador —aseguran los radioescuchas— ya tiene su programa para golpear a sus detractores y alabar las “acciones de gobierno” de don delfín.
Le regalaron, dicen, 20 minutotes a Alejandro Armenta, operador, por supuesto, del delfín en el PRI.
Y es que como habíamos dicho la vez pasada, es falso que entre ambos personajes se detesten, se odien, se echen tierra.
Entre ellos hay cariño y del bueno, respeto y harta lealtad a prueba de balas.
Aparecen como iconos de la cultura mexicana, son como Pedro Infante y El Chicote en Ay Jalisco no te rajes.
Uno es el valiente, el otro es el que le cuida la espalda.
60 días y contando
Faltan 40 días para que se cumpla el plazo para analizar cómo gobernará la presidenta municipal en sus próximos tres años. En estos primeros 40 días, como cualquier persona y funcionario público, ha tenido sus puntos criticables, pero también hay que reconocer los loables.
Entre estos últimos hay que destacar el reciente manotazo que dio en la mesa al sindicato del Ayuntamiento que, por tradición, extorsionaba, manipulaba, chantajeaba a los trienios.
¿Quién no recuerda aquel incidente en el que puso por delante a unos ancianos para que la fuerza policiaca cargara con ellos? Fue la vez que varios fotógrafos y Francisco Sánchez Nolasco resultaron heridos por varios uniformados. ¿Quién no recuerda cómo es que Israel Pacheco se hizo líder vitalicio? ¿Quién no recuerda el miedo de los gobiernos a este sindicato?
El manotazo contra el gremio municipal fue una demostración de fuerza por parte de la presidenta municipal al haber rechazado un documento mal hecho para el emplazamiento a huelga. Además, el boletín interno del Ayuntamiento en el que anunciaron a los trabajadores un incremento salarial, fue como una cachetada con guante blanco al sindicato para demostrar que una cosa es la dirigencia gremial y otra muy distinta cada uno de los trabajadores del Ayuntamiento.
Lo loable es que, por primera vez, ponga un hasta aquí a una organización sindical que, por eones, se ha dedicado a entregar mal sus documentos y que esperan siempre a que una negociación política se imponga sobre una jurídica.
Al parecer vienen nuevos manotazos en la mesa para acabar con todo ese tipo de acciones que, en ánimos de mantener la conformidad política, se ha permitido la corrupción en otras administraciones.
La presidenta municipal va demostrando que tiene poder y que no se dobla ante chantajes o extorsiones. Lo interesante de su acción política es que en su operación no ha dejado muertos ni heridos, pese a que ha actuado con movimientos fuertes e, incluso, hasta radicales.
*¿Y a todo esto, quién es el delfín? Según la Wikipedia:
“Es un título nobiliario francés, reservado a los príncipes herederos al trono de Francia que fuesen hijos legítimos del monarca (…) En su nacimiento fue predicho que sería hijo de un rey, padre de un rey, pero nunca rey, en referencia al hijo de Luis XIV".
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