Desde las Galias


César Musalem Jop


FUNCIONARIOS INDEFENSOS.


¿Cómo es posible que con los cuantiosos recursos que gasta el sistema de comunicación presidencial en el actual ejercicio, la población nacional esté descontenta con el gobierno del Señor Presidente de la República?.


Aunque naturalmente los escasos medios incondicionales quieran dorarnos la píldora con supuestas entrevistas, encuestas, sondeos y mediciones.


En primer lugar el principio de realidad nos pone a todos y cada uno de los nacionales y extranjeros aquí avecindados, en nuestra justa dimensión. 


Esta nos dice que hay por cada cien mexicanos sesenta y tres que no ven la suya por más que luchen vendiendo fuerza de trabajo, produciendo insumos agrícolas, industriales, químicos, educativos o diferentes tipos de servicios.


De estos sesenta y tres a la vez hay veintitrés que no la verán nunca pues tienen sellada la puerta de acceso a mejores oportunidades con una soldadura casi eterna, y no pueden vender ni su fuerza de trabajo a razón de un dólar por día.


En segundo lugar y gracias a la prensa muchos estamos recién enterados y otros ratificamos diariamente que la Burocracia Dorada consume para su diaria existencia cuantiosos recursos provenientes de los ingresos nacionales, de los cuales el cuarenta por ciento provienen de la paraestatal llamada PEMEX.


Como muestra unívoca que no inequívoca, al iniciar el presente sexenio, una circular del Ejecutivo Federal, cercenó un diez por ciento de los ingresos de primeros y segundos niveles de la administración, gracias a esa disminución el egreso nacional ahorra, léalo bien: veintiocho mil millones de pesos anuales, que convertidos en millones de dólares con el tipo de cambio de un dólar por diez pesos nos daba la nada despreciable cantidad de: dos mil ochocientos millones.


Luego entonces si el señor Presidente legítimo, hubiese tomado posesión de la administración federal se estarían ahorrando sólamente en este rubro cinco veces mas.  Ruégole haga sus cuentas.


En tercer lugar, la corrupción que es un mal nacional heredado de la Epoca Colonial, la cual a su vez estaba sumergida en la cultura corrupta del Imperio Español, y este a la vez de todos y cada uno de los imperios de esos días, hasta la fecha y gracias a los medios masivos de comunicación se ha detenido ligeramente. Y se han ido creando herramientas especialmente informativas que ponen al tanto al ciudadano de la realidad ejercida por cada gobierno sea federal, estatal o municipal.


En cuarto lugar, nadie en sus cinco sentidos que conozca, intuya o por sentido común entienda lo que es la administración gubernamental, puede negar que los gobiernos de los tres tipos actúan casi todos a base de bomberazos.


Entendiendo por tales el apagar incendios a discreción. 


Vistas las circunstancias, y mientras no se efectúe La Primera Gran Reunión de la República convocada por el Poder Ejecutivo Federal, hacia los poderes legislativo y judicial para dirimir cuestiones adversas que impiden la creación de una línea de desarrollo nacional, seguiremos dando tumbos, mientras naciones que no tienen dos millones de kilómetros cuadrados de territorio, diez mil quinientos kilómetros lineales de costa, tres millones de kilómetros cuadrados de mar territorial y mas de un millón de habitantes, tienen trazada una digna ruta para alcanzar la democracia; toda vez que en México si existe la democracia, pero la partidaria electoral, no aquella creadora “del máximo de oportunidades para el máximo de habitantes”.

 



 
 

 

 
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