GAMBITO POLITICO


Alejandro Chacón Morales

18/08/2009

¡IMPARCIALIDAD PARTIDISTA YA… EQUIDAD PARA TODOS!


Como en todo proceso político interno, el nombramiento del candidato oficial depende de un conjunto de elementos en los que se mezcla, por un lado, el entorno político con el panorama social; por el otro, los temas de coyuntura, el desempeño de los aspirantes y las negociaciones del gobernante en turno con los diferentes actores externos -llámense ex mandatarios, líderes camarales del Congreso de la Unión y dirigentes nacionales del partido.


Así lo describen estudiosos del Sistema Político Mexicano y del comportamiento gubernamental como Daniel Cosío Villegas, Roderic Ai Camp, Federico Reyes Heroles y Robert Scott, por mencionar algunos.


Asimismo, existen ciertos factores que en estos tiempos políticos son indispensables para alzarse con la nominación del partido. Uno de ellos es -por supuesto- el crecimiento en los sondeos electorales (de preferencia los más reconocidos y creíbles), el otro lo constituye el cabildeo entre contendientes para garantizar la cohesión partidista.


Empero, los que me parece deben erigirse como elementales en el proceso interno del Revolucionario Institucional son la imparcialidad y la equidad partidista.


Sin embargo, analizando el contenido de los diarios y portales noticiosos de internet en Puebla, me he dado cuenta que ninguno de estos requisitos se cumple cabalmente. En primer lugar porque el hijo del Gran Elector, como hemos dicho en reiteradas ocasiones, se encuentra varado en los estudios estadísticos desde enero del presente año, mientras el resto de los contrincantes oscila constantemente.


En segundo porque el vertiginoso movimiento de los pre-precandidatos –interpretado por muchos columnistas y politólogos como un desafío contra el Supremo Decisor- impide la cristalización de acuerdos o pactos de unidad político-institucionales.


Y en tercero porque quien debiese convertirse en el juez imparcial de la contienda (en este caso el presidente estatal del tricolor), se muestra condescendiente y permisivo con uno e intolerante y contumaz con otros.  Basta con escuchar los pronunciamientos y leer los enunciados del joven dirigente para darse cuenta de ello.  Desde esta perspectiva, resulta imposible formalizar algún nombramiento, mucho menos del multipublicitado delfín, más allá de que cuente con el apoyo del aparato gubernamental, de que haya sumado por méritos propios (o por presión) el respaldo de ciertos grupos priístas, y de que muchos medios de comunicación —movidos por el interés económico— se encarguen de vitorearlo y ensalzarlo en sus páginas y espacios editoriales.


Ahora bien, cierto es que el Gran Elector ha establecido una serie de estrategias para blindar el perfil de su protegido. Entre ellas posponer hasta noviembre próximo la presentación de encuestas para darle más tiempo e incrementar su posicionamiento entre el electorado.

 

Sin embargo, también lo es que tales estratagemas pueden resultar inoperantes y estériles si en el seno del Partido Revolucionario Institucional persiste el desdén, los lazos de complicidad encubierta y el clima de inequidad que -como registra la prensa local- prevalece desde hace tiempo en el proceso de elección del candidato.


Llamados de atención, expresiones de indiferencia, bloqueos políticos y/o amenazas disfrazadas con ropajes de civilidad y cordialidad partidista conforman, por decir lo menos, el conjunto de elementos que en el tricolor interpone el novel dirigente para detener, incluso intimidar, el deseo legítimo de quienes osan confrontar los designios del dueño del dedo de oro.


El mitin realizado por el hermano del ex gobernador Melquiades Morales, el lanzamiento de spots televisivos por parte del ex presidente municipal Enrique Doger y el encuentro con más de cinco mil mujeres encabezado por la edilesa Blanca Alcalá Ruiz, así como los continuos reclamos de Alberto Amador Leal para garantizar equilibrios en la contienda, por ejemplo, merecieron siempre un comentario crítico de Alejandro Armenta Mier.


En sentido contrario, el uso de la estructura gubernamental por casi cinco años, el encuentro con “jóveneZ” priístas en horario laboral (¿Y las instituciones electorales?) y los petulantes señalamientos del promotor del (sub) desarrollo social en los medios de comunicación fueron omitidos, todos, por el presidente del PRI: El silencio absoluto.


Y más todavía. Los desayunos privados con sectores del partido, los apoyos ofrecidos desde su tierra natal –léase la columna De Buena Fuente, del Diario de Chiapas, en su edición del 11 de agosto- y  el excesivo placeo en municipios con recursos del erario han pasado desapercibidos para el mal llamado “Plan B” del Gran Decisor.  ¿Complicidad?... ¿Confabulación?... ¿Favoritismo?... Juzgue usted como mejor le convenga.


Empero, lo preocupante no es este bloque de conductas, pues la imparcialidad es inexistente en el partido de Lázaro Cárdenas. Lo que realmente podría prender los focos rojos es que por este tipo de sumisiones y preferencias se desintegre por completo el proceso de elección interna. Más aún, se pulverice todo lo construido por quien mueve los hilos de la sucesión: Ese es el verdadero riesgo.


El Presidente del Indema (con justificada molestia) lanzó la primera señal de alarma la semana pasada. En ese entendido, ¿Quién de los mencionados por el gobernador como posibles candidatos será el segundo en levantar la voz para interpelar el comportamiento de Armenta Mier?


Una cosa es muy clara: De continuar este proceder y se permita el ritual de las loas y genuflexiones hacia el elegido del señor, no dude que en los días siguientes se solicite, se exija la salida de quien debe ser, por la naturaleza de su encargo, el árbitro de la contienda.


Una ruptura en estos momentos no conviene en el Revolucionario Institucional, menos cuando está en juego una posición tan importante como la gubernatura. Necesario es, entonces, recomponer el camino, evitar los enconos e introducir reglas ecuánimes y democráticas para todos.


Por ello insisto en que nada está definido… Algunos dicen que el delfín es el virtual nominado, otros que sólo se espera la llegada de “los tiempos” para concretarse la imposición, unos más que el resto de los contendientes debe renunciar y marcharse de la reyerta política, pero lo cierto es que la elección del candidato oficial requiere obligadamente del cumplimiento de las cláusulas señaladas líneas atrás.


Los periodistas Arturo Luna –con su exquisito Diario de la Sucesión-, Mario Alberto Mejía –con su política ficción y la historia de los Adolfos-, Rodolfo Ruiz –con puntillosas preguntas hacia el poder-, mi amigo Arturo Rueda –con su inagotable conocimiento histórico y político-, y otros más que no alcanzo a contabilizar, han puesto el dedo en la llaga con puntualidad y fina agudeza.


¿Será que el entuerto pueda rectificarse antes de que suceda lo inevitable?... ¿Logrará el partido consensuar acuerdos y/o pactos con el grueso de los candidatos?


Más aún, ¿Crecerá el elegido en los sondeos electorales de noviembre siendo que desde enero se encuentra en el quinto lugar?... ¿Alcanzará a sumar a todos en su proyecto personal?... ¿Conseguirá aceptación en la cúpula nacional partidista cuando ésta tiene puesta la mirada en otro de los candidateables?... ¿Cuál será la excusa gubernamental si no se cumplen las condicionantes políticas de la elección?


Queda muy poco tiempo. El reloj sigue su marcha. Los eventos políticos y declaraciones se suceden uno tras otro. El precandidato oficial necesita, pues, mucha paciencia, pero sobre todo conducirse con prudencia. No sea que, como dice Mario Alberto Mejía, se le esté engañando con la verdad o ésta simplemente sea toda una mentira.


Jaque Mate


Dice el dicho que al buen entendedor pocas palabras, sin embargo, por más que leo la columna de Erisel Hernández Moreno en el Diario de Chiapas no termino de comprender si el columnista defiende o denuesta la carrera del mamífero marino.


Y lo comento porque dos frases llaman la atención, las cuales transcribo literalmente en este espacio: … “En Chiapas ni regidor hubiese sido (…) ¿Qué tal si el destino nos prepara un gobernador chiapaneco en el estado de Puebla?”…

 



 
 

 

 
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