Inteligencia Financiera


Guillermo Barba

04/06/2010

iPAD vs. CASH, ¿EL DINERO NO VALE NADA?


¿Te imaginas llegando a la Mac Store, con tus ahorros de meses en la cartera para comprar tu anhelada iPad, y que el vendedor rechazara tus billetes? ¡No es broma! Eso, es justamente lo que le ocurrió hace unos días, en Estados Unidos, a la Sra. Diane Campbell. Esta habitante de Palo Alto, California, ahorró poco a poco los 600 dólares que necesitaba para comprar la primera computadora de su vida. Llegado el momento, los guardó en su mochila y, al llegar a la tienda, dijo orgullosa: “Quisiera comprar un iPad”. Jamás pensó que a la hora de pagar, recibiría del personal una respuesta que la dejó helada: “lo siento, no aceptamos efectivo”.


La historia fue difundida por el canal 7 local de la cadena ABC, pues su moneda de curso legal no había valido nada, en “cash”, para Apple. La televisora cuestionó a directivos de la empresa, quienes se limitaron a responder que las políticas de venta para el producto, lo impedían. Sólo aceptaban tarjeta de crédito o débito, con un límite de dos tablets por cliente. Sin embargo, de forma extraoficial, uno de los empleados le explicó a la afectada que esta disposición, pretendía evitar que se adquirieran en forma masiva para su reventa en el extranjero. En otras palabras, impedir un mercado gris (en éste, se comercian bienes legales pero por canales de distribución no autorizados).


De inmediato, a consecuencia del revuelo causado por esta noticia, Apple revirtió su política de “no efectivo” para iPads, y en desagravio, hasta le obsequió una a la señora Campbell.


Este hecho, coincidió con el reciente anuncio de las autoridades mexicanas y bancarias, de suspender también el recibo de dólares. Es decir, habrá una política de “no cash” para comprar pesos. Únicamente podrá hacerse vía transferencia electrónica. Ya no será posible convertir la divisa norteamericana a moneda nacional, tampoco, en casas de cambio. Al menos, no igual que antes ni por los mismos montos. Las reglas que regirán una vez formalizado el acuerdo, se están negociando. La acción, se supone, es para prevenir el ingreso de recursos de procedencia ilícita al sistema financiero, según el secretario de Hacienda Ernesto Cordero.


El problema es que esos controles siempre fracasan, y terminan empeorando lo que querían solucionar. La regulación excesiva nunca ayuda. Es bien sabido, por ejemplo, que el mercado gris de las iPads, ocurre en todo el mundo pese a las restricciones. Análogamente, en el país existe un mercado negro de dólares que de ninguna manera se va a detener, sino todo lo contrario. El lavado de dinero, además, encontrará cauces alternos por la sencilla razón que sus dólares, son activos que sí poseen valor.


La evidencia en este sentido, es muy clara. Citado por el diario Milenio (31 de mayo), Germán Castro, presidente de la Asociación Nacional de Centros Cambiarios y Transmisiones de Dinero, destacó que en México “existen cerca de 5 mil centros cambiarios”, de los cuales, sólo 2 mil 200 están registrados. La reglamentación, agregó,  alentará más la informalidad. ¿Para qué agrandar al titán?


¿Será acaso que la motivación fundamental es otra? No puede descartarse que la medida, tenga una buena dosis de intención de ahorrar costos a los bancos. Después de todo, fueron ellos los que la adoptaron primero por su cuenta. La edición del 22 de mayo de El Universal, dedicó sus ocho columnas a esta nota, y consignó que autoridades financieras calculan que, al año, esas instituciones envían 14 mil 400 millones de dólares en efectivo a Estados Unidos, para inversión o canje. Ello les genera altos costos de seguridad y transportación. El mismo presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos de México, Luis Robles Miaja, reconoció esta semana: “hemos percibido en la economía un gran número de dólares en efectivo, en operaciones legítimas; y de lo que se trata es sólo de reducir la introducción de dólares en efectivo en el sistema financiero” (sic).

 

Cualquiera que sea el motivo principal, la realidad es que miles de mexicanos que ahorran o reciben pagos legales en divisa estadounidense, podrían verse afectados. ¿Cuánto tardaremos en corregir este error que Steve Jobs enmendó al instante?

 

Nos leemos el próximo viernes. memob@hotmail.com

 



 
 

 

 
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