Inteligencia Financiera


Guillermo Barba

23/04/2010

OK, PERO AHORA ¿EN QUÉ INVIERTO?


Si a la mayoría nos queda muy claro que conservar nuestros ahorros a la antigua, es una forma de perder nuestro dinero lentamente, a menudo no se tiene la misma claridad en cómo sí podemos potenciarlos, para que se conviertan en capital que nos genere ingresos. Por eso, deberíamos iniciar por invertir en nuestro cerebro financiero. Aunque todos tenemos uno, con frecuencia no lo aprovechamos pues, para ello, se requiere cierta dedicación y un plan a futuro. Saber qué queremos y cómo pensamos lograrlo. Encuentra respuestas propias que se adapten a tu situación personal.


Muchas veces me he topado con gente que está dispuesta a apretarse el cinturón con tal de tener un “guardadito” (que llega a ser enorme), con el que después no sabe qué hacer. En el mejor de los casos, se les ocurre estancarlo en un pagaré a plazo fijo, con la esperanza de recibir intereses. Para quien no lo haya notado, las tasas que se obtienen, son ínfimas. Tanto, que quizás convendría más tenerlo en una cuenta de cheques a nuestra disposición, en caso de emergencia. Lo malo es que en todo momento, estaremos perdiendo poder adquisitivo a causa de la inflación.


A propósito, es muy conveniente que siempre tengas a la mano, un fondo para imprevistos que alcance para satisfacer una eventualidad grande, como perder el empleo o solventar gastos médicos mayores. La cantidad la fijas sólo tú, pero un equivalente a 3 meses de ingresos sería aceptable.


Ten presente que si no sabes qué hacer con tu dinero, constantemente habrá quien te diga qué hacer con él, y no necesariamente en tu beneficio.


Las posibilidades son infinitas, pero en cualquier caso, tu objetivo mínimo debería ser mantener intacto tu poder de compra. En mi opinión, una manera de hacerlo a largo plazo, es vía la adquisición de onzas de plata Libertad o centenarios. Las primeras me gustan mucho pues están, todavía, a un precio accesible: alrededor de 250 pesos. Un centenario, en cambio, rebasa los 17 mil pesos. Ambas cotizaciones varían diario y de un banco a otro, por lo que deberás checar personalmente en tu sucursal los mecanismos para comprarlas. Pese a las correcciones temporales que se podrían presentar en el camino, los fundamentos apuntan a que en la presente década, los precios del oro y la plata seguirán en aumento.


La desventaja de invertir en metales preciosos, es que no proporcionan flujo de efectivo. Si eso buscas, sería mejor considerar un negocio de medio tiempo, como inscribirte a una empresa de multinivel o, si tu efectivo disponible lo permite, aplicar para adquirir una franquicia. La mayor ventaja de éstas, es que generalmente son empresas serias que procuran el éxito de sus franquiciatarios, a través de capacitación constante, supervisión y procesos ya probados. Quién sabe, tal vez hasta después decidas dedicarte a tus empresas y dejar tu trabajo.


Por otra parte, aunque no son santos de mi devoción, no podría dejar de mencionar los fondos de inversión que manejan diversas operadoras. Consulta en cualquiera de sus oficinas los montos mínimos de entrada y, sobre todo, lee completos los Prospectos de Información al inversionista para que conozcas los riesgos a los que se está expuesto. Recuerda que rendimientos pasados no son garantía de utilidades futuras, no te dejes sorprender. Lo mismo aplica para las Afores.


Finalmente, una de las mejores formas que conozco para desarrollar ese genio financiero que llevas dentro, es acercarse a amigos o conocidos que ya sean empresarios y/o inversores. Si te es posible, hazlo. Su experiencia es invaluable y, de ellos sí, tendrás aprendizaje de primera mano del mundo real de los negocios. Nos leemos el próximo viernes.

 



 
 

 

 
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