Con el riesgo de que en el Poder Judicial de la Federación me fastidien en mis asuntos, tengo la obligación civil de denunciar una más de tantas injusticias de nuestro sistema judicial.
Usted recordará que el veintidós de marzo del dos mil seis, una camioneta adscrita al Consejo Estatal de Coordinación del Sistema Nacional de Seguridad Pública, a cargo de ALEJANDRO FERNÁNDEZ SOTO, espió al FRENTE CÍVICO POBLANO POR LA DEFENSA DEL ESTADO DE DERECHO, afuera de las instalaciones del SUNTUAP, valiéndose de los novatos EDUARDO CARLOS ORELLANA DEL POZO, hijo de EDUARDO CARLOS ORELLANA LIMÓN, y JUAN FERNANDO CORDERO GARCÍA.
Presentadas las denuncias en la PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA, Delegación Puebla, a cargo de ROLANDO LÓPEZ VILLASEÑOR, personal de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), se constituyó en las oficinas del SUNTUAP, donde se encontraba retenida la camioneta espía, para asegurarla y ponerla a disposición de la DIRECCIÓN GENERAL DE CONTROL DE AVERIGUACIONES PREVIAS, en la Ciudad de México, y practicarle diversas diligencias para acreditar el presunto delito de intervención de comunicaciones privadas.
El representante social nos informó que ordenó una primera prueba pericial para obtener la información que contenían los cd-rom que los espías novatos destruyeron para desvanecer cualquier prueba que los inculpara, sin obtener información; por lo que ordenaron un segundo peritaje con tecnología especializada, logrando grabaciones de voz de minuto y medio, las cuales nos presentaron.
En una de esas grabaciones se escuchó la voz de un compañero del FRENTE CÍVICO, la de un encargado de caseta enlazando llamadas, la de una mujer de la vida galante que pregunta por la salud de su hijo, de un padrote que ordena cobrar dinero, quien presume padrinazgos en el Gobierno, de las que recuerdo.
Consignada la causa penal, el Juzgado Séptimo de Distrito en el Estado de Puebla, negó la orden de aprehensión en contra de EDUARDO CARLOS ORELLANA DEL POZO y JUAN FERNANDO CORDERO GARCÍA, considerando que las pruebas resultaron insuficientes; la PROCURADURÍA GENERAL apeló y se turnó el proceso al Magistrado Unitario CARLOS LORANCA MUÑOZ, quien negó la orden de aprehensión, otorgándole pleno valor al primer peritaje, desmeritando el segundo peritaje, que contaba con mayores elementos de prueba.
El Magistrado Unitario CARLOS LORANCA MUÑOZ benefició la impunidad y nos humilló como ciudadanos flagelados en nuestras garantías individuales, al librar de responsabilidad penal a los espías novatos que andan libres y sin pena por su conducta.
El pasado 12 de julio, en el “Día del Abogado”, la Asociación de Abogados de Puebla organizó un convite en el Centro de Convenciones, donde acudió el Magistrado CARLOS LORANZA MUÑOZ, quien saludó efusivamente al “GÓBER” MARÍN.
Estimado lector, estoy comprendiendo que la justicia se tergiversa a favor de los poderosos, de quienes roban en abundancia y suficiente para comprar conciencias, del nivel que sea; error si eres un delincuente menor, pues el delincuente mayor goza de excelentes prebendas de impunidad.
El Consejo de la Judicatura Federal protege su feudo con los siguientes criterios: “Queja Administrativa. No es un recurso por virtud del cual se estudie, analice y resuelva sobre la legalidad de una resolución” y; “Queja Administrativa. Versa sobre irregularidades atribuidas a funcionarios del Poder Judicial y no sobre criterios jurídicos”.
Así como el Yunque es una organización que no se ve, pero se siente, dicen que existe una asociación de jueces y magistrados federales lidereada por el Magistrado federal CARLOS LORANCA MUÑOZ, que con unos pesos resuelve tus problemas; mientras los consejeros de la Judicatura se entretienen diseñando esquemas para obtener jubilaciones millonarias y de por vida.
SÁNCHEZ, OPORTUNISTA
Ofende la actitud mediocre y oportunista de ANTONIO SÁNCHEZ DÍAZ DE RIVERA, quien como Diputado Federal jamás ejerció acción alguna para justiciar el caso de LYDIA CACHO, de manera judicial ó extrajudicial, ni para combatir la prostitución infantil que todavía nos aqueja; y ahora como candidatito, quedito y patético refiere el caso, para salir de la penumbra electoral que sufre. Espero no me mande a madrear como al joven de San Baltasar Campeche, ni Alejandro Fernández Soto aproveche la situación para vengarse. Hasta la próxima si Dios lo permite.
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