La Manzana


Irma Sánchez


Los grandes

 

A cuatro años de su partida, conforme pasan los días, crece y crece la imagen y el buen recuerdo de uno de los políticos poblanos más queridos y mejor recordados de los últimos tiempos.


Alfredo Toxqui Fernández de Lara hoy será recordado por sus colaboradores y autoridades de San Pedro Cholula, ante su efigie levantada en su memoria en la avenida Forjadores, en donde cada año no faltan a la cita para honrarlo.


El coordinador del homenaje póstumo, el ingeniero Antonio Pérez Díaz, oportunamente convocó a familiares, amigos y colaboradores de quien significara para Puebla y los poblamos el gobernador de la estabilidad, la reconciliación y la paz.


En punto de las 10 de la mañana Alfredo Toxqui quien además de gobernador fuera presidente municipal de San Pedro Cholula, senador, diputado local y federal, dirigente de su partido, el PRI, y embajador de México en Argelia, será recordado, no por cumplimiento a la efeméride de su deceso, sino por todo lo que trabajó por Puebla y la herencia que dejó a las nuevas generaciones que en repetidos casos, no han podido valorar, para infortunio de éstas mismas.


Su legado tangible, una Puebla en paz, reconciliada tras una difícil etapa de polarización sobre la que “algunos” se resistieron a convencerse de que el enfrentamiento ya era cosa del pasado porque se estaba alentando el resurgimiento de la Puebla trabajadora, unida y en dirección hacia delante.


En esta Puebla, el bien recordado mandatario dejó honda huella en obras que lamentablemente el tiempo comenzó a erosionar en la apreciación de sus sucesores.


Toxqui Fernández de Lara comenzó el proyecto de dignificación de la zona histórica de Los Fuertes, en donde levantó el mausoleo a la memoria del general Ignacio Zaragoza, de quien exhumó sus restos del panteón de San Fernando para traerlo a la zona donde ganó la heroica batalla del 5 de Mayo de 1862.


Reunió en la eternidad al general Zaragoza con su esposa Rafaela Padilla de Zaragoza en el mismo sitio.


Perpetuó la memoria de los Tres Juanes con los que Zaragoza pudo ganar la batalla.


Construyó el planetario, el museo de Historia Natural, el parque Rafaela Padilla de Zaragoza —que lamentablemente al siguiente sexenio se dejó perder—.


Creó la guardería para los hijos de los trabajadores al servicio del estado, ampliamente valorado tanto por los trabajadores como las trabajadoras.


Adquirió la que fuera la casa del exgobernador Carlos Indalecio Betancourt para darle al gobierno la residencia oficial Casa Puebla.


Logró culminar el sueño largamente acariciado de poblanos y cholultecas, la vía corta recta a Cholula que en cinco minutos unió a Puebla con Cholula.


Pero sobre todo, con su lema “contra Puebla nada ni nadie” “cancelemos odios y rencores” logró acabar con la polarización que llevó a Puebla a una costosa inestabilidad a lo largo de 12 años, plazo en el que pasaron cinco gobernadores que lucharon sin resultados y se fueron de regreso a su casa por donde vinieron sin pena ni gloria.


Descanse en paz el mandatario que al otro día de entregar la primera magistratura con la sencillez que le caracterizó en todo momento, abordó el autobús de la línea ADO para viajar a la ciudad de México a saludar a sus amigos.

 

Hay que destacar que junto a Alfredo Toxqui, su principal colaboradora, su esposa, Sarita Basave de Toxqui supo hacer muy bien su tarea y comprender al político que logró una larga trayectoria

 



 
 

 

 
Todos los Columnistas