La Manzana


Irma Sánchez

02/06/2009

YA CRECIMOS

 

¡Ya crecimos!


¡Aprendimos!


¡Y no somos idiotas!


¿Por qué los partidos políticos se empeñan en darnos trato de idiotas?


Que se cuiden porque se les va a revertir.


Y entonces como idiotas se van a quedar con sus candidatos a diputados federales.


Y cabe la pregunta ¿creen que nos siguen cuenteando?


Si lo creen, ¡pobres!


Y si no lo creen, pero lo hacen por inercia, ¿por qué insistir en tratar al electorado como lo trataron hasta hace unas tres décadas?


Como dice el “sabio filósofo” de nuestros días Juan Gabriel: “¿pero qué necesidad?”


Aunque la respuesta inmediata sería: “el poder es el poder”.


¡Claro! Aceptarlo es mostrar la jugada de lo que representamos como sociedad en las apetencias de la voracidad del poder para poder.


¿Poder?


Y es que el poder tiene muchas aristas, en las que como parte del juego de la perinola “todos ponen” para uno solo y en perspectiva nacional, para unos cuantos.


Entre que Chuchita dice que comer frijoles hoy ya es un lujo de unos cuantos.


Que Arturito sueña que va a la escuela, pero sólo en sueños.


Unos se lamentan por no haber votado por el que perdió.


Otros quieren resolver los problemas de México con la pena de muerte.


Aquí en Puebla hasta al carismático Chelís se le tuvo que pedir el favorcito de “abogar” por los candidatos tricolores, porque ya solitos el Señor de las Maravillas y San Juditas, no hacen el milagrito.


Y el colmo sin lugar a duda es la aparición del apóstol de la promoción del tache para todos, con la garantía de que el voto anulado hoy será respetado.


¡A lo que hemos llegado!


El panorama no es alentador para nadie.


Y menos para el sistema político mexicano, que en lugar de avanzar retrocede con un ambiente de campañas en las que a fuerza de ser sinceros ya nadie sabe cómo y por dónde llegarle verdaderamente a los ciudadanos, con todo y lo que juran los partidos políticos en sus comunicados oficiales; cada vez más lejos de la realidad.


¿Qué va a pasar?


Es la gran pregunta.


La respuesta, cada uno la tiene.


¿De que estaremos hablando el 6 de julio?


Ni las encuestas mejor pagadas pueden arriesgarse hoy a detectarlo, sin poner en riesgo su credibilidad.


Por lo pronto, sin más opción, a cruzarse de brazos y a seguir escuchando el rosario de buenas intenciones que ya hartaron. Mientras seguimos presenciando en el escenario los golpes mediáticos de cada decisión de gobierno, ya sea federal o estatal, mientras se sacrifican empleos se siguen castigando a los contribuyentes cautivos y se continúa por la vía del escándalo con los actos de poder abusivos de unos cuantos que tienen la facultad de decidir por miles y millones más, a nombre de quienes dicen representar y defender su futuro.


¿Cómo recuperar la credibilidad?


Hasta en el ámbito personal de los mandatarios corre el sin sabor de la duda. Resulta que el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, trascendió que a su viudez comenzó a andar con Galilea Montijo, después llegó “La Gaviota” y ahora resulta que el nombre de Paty con el apellido Monterola le recuerda un episodio más en su vida sentimental.


A lo que viene la canija duda ¿a quién corneó?


¿En quién creer?


¿Cómo nos recuperarán los políticos?

 

Estamos en espera de la respuesta, a 33 días de las elecciones.

 



 
 

 

 
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