La Manzana
Irma Sánchez
19/11/2009
El secre pink
Tras el éxito y reconocimiento internacional que le dieron sus Pink Taxis, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Valentín Meneses, está encarrerado y lanza su idea de crear ahora el servicio de “microbuses pink” para movilizar exclusivamente a mujeres.
El anuncio de inmediato genera muchas incógnitas: ¿cuántos micros?, ¿qué rutas?, ¿qué tarifa se podría fijar?, ¿qué horarios?, ¿las mamás con menores?
¿Los hombres ni en una emergencia tendrán acceso?
Y otra pregunta muy buena: ¿los vivales ahora especializarán a mujeres en el oficio de carteristas?
Y desde luego, no faltó hasta quien se incomodara al insistir ¿y las nalgueadas?
Preguntas que de inmediato las potenciales usuarias hacen al titular de la SCT, que está convencido de que tiene que darle celeridad a su propuesta para seguir con su proyecto político para llegar a la alcaldía de Puebla.
Usted ¿qué opina?
La verdad es que los estudios revelan que en la ciudad de Puebla urge un transporte colectivo digno, para desalentar el uso y abuso del vehículo ante los problemas de congestionamientos que se viven a toda hora por el uso individual de vehículos. Miles de poblanos deberían compartir auto por zonas para aligerar el tránsito y ahorrar energéticos.
¿Será posible?
¿Podríamos ver en Puebla, como en el metro de Nueva York, a financieros, médicos, abogados, arquitectos, funcionarios y políticos en un microbús?
Al tiempo.
Los innovadores
Definitivamente lo de hoy para triunfar es la innovación, las nuevas propuestas, rebasar esquemas.
Para eso este espacio para presentar las nuevas propuestas, como la lanzada por el joven talentoso Rodolfo Cerwinka Abrego, que genera un esquema piramidal para que usted pida a un número telefónico o vía internet su despensa y todo aquello que a usted se le dificulte o, sencillamente, le dé flojera salir a adquirir.
Este sistema invita a amas de casa para que desde su hogar se registren y registren a muchos consumidores para que queden dados de alta en ese método de compras y ventas.
Para quien registra a los usuarios hay una comisión y quien compra tendrá a las puertas de su domicilio su pedido, a precios por abajo de los que se ofrecen en la estantería de cualquier tienda.
Ojalá el esquema prospere y se multiplique el número de compradores por este medio, que facilita las cosas a las mujeres que trabajan y no tienen tiempo para ir de compras, a los enfermos, a los adultos mayores y para todos aquellos a los que el abasto se convierte en su pesadilla.
Se dice que incluso es una buna opción para comprar lo estrictamente necesario y evitar el consumismo con tantas ofertas y promociones en los pasillos.
Cuando restamos
No hay de otra, así como sumamos en las familias, en la sociedad, de pronto también tenemos que abocarnos a restar.
Con la muerte de la famosa tía Bertha (Bertha Jiménez de Olivares) se acabó esta semana uno de los capítulos más dulces de Puebla. De aquellos tiempos en los que las familias poblanas hacían una visita portando en las manos una caja de chocolates, y los caballeros obsequiaban a sus amadas un buen surtido de dulces.
¿De cuáles?
De Larín, que se esforzaba en presentarlos en vistosas cajas que quedaban para atesorar las cartas de amor y los recuerdos de una relación.
¡Ah qué dulces tiempos!
Las dulcerías Larín, una en la 2 Norte, otra en la 4 Oriente y una más en la 2 Poniente, además de ofrecer el mejor surtido de chocolates y dulces de la época, convertía a sus guapas empleadas en los paños de lágrimas, confidentes y asesoras para llevar el mejor regalo.
¡Toda una época!
Manuel y Berthita Olivares bien pudieron haber hecho un libro con las historias de los amores, encuentros y desencuentros de los poblanos de los 40’s a los 70’s.
Con sólo recordar narraban el glamour, los encantos de esos tempos, en los que no fallaba el “chupete de anís” para los hermanitos o sobrinos de la pretendida, cuando una jovencita no podía salir sin “chaperón” (o en calidad de nana) a una cita con un galán.
En las sobremesas con sus recuerdos costaba trabajo sacarles los nombres de los protagonistas de sus historias.
Que si el señor de la corbata de moñito, de cabello plateado con impecable raya al centro (don Manuel Espinoza Yglesias) antes de acudir cada tarde a revisar los boletos del cine Reforma pasaba a comprar sus caramelos.
Que si don Paco Bada, apenas desempacado de España, se lucía con el mejor surtido para conquistar el apoyo de los señores Corral, que gozaban de buena fama de los mejores anfitriones en su casona de la 2 Oriente, donde hoy se alberga el hotel Holiday San Leonardo.
Que si el gran caballero don Eduardo Cué Merlo no fallaba a comprar los chocolates favoritos de su amada doña Elo y mientras le hacían los mejores arreglos jugaba con su bastón.
Que si el doctor Sergio Guzmán escogía pieza por pieza cada chocolate para ponerle sabor a sus tertulias familiares con su esposa María Luisa y sus hijos Sergio, Maicha, Alís, y Gelitos (mamá de los talentosos hermanitos Mastretta Guzmán).
Tantos y tantos personajes que acudían a las tres Larín, sobre todo la de la 2 Norte, mientras en la 2 Poniente a unos pasos de una de sus dulcerías un hombre hecho al trabajo, de nombre Gonzalo Río, trabajaba también con mucho entusiasmo para posicionarse en el mercado con sus dulces Luxus, su clásico chocolate Vaquita que logró colocar en el gusto de los capitalinos, en donde alcanzó una importante presencia que le redituó tan buenos dividendos que comprometido con su tiempo creó la fundación Gonzalo Río, que permanentemente ha entregado equipos de tecnología de punta a los hospitales públicos de Puebla.
Pero volviendo a Manuel y Bertha Olivares, ¡ah qué señorones!
¡Cuántos recuerdos!
De su Larín, hoy muchos recuerdos.
Primero él y ahora ella se nos adelantan, satisfechos con su paso por la vida que endulzó la relación de muchas familias.
A sus dos hijos Berthita y Manuel un abrazo. Ellos hoy vuelven a reunirse en el mas allá con su inolvidable peque Tere que se les adelantó en el camino.
Todos los payasos juntos
El 25 y 26 de noviembre, el próximo miércoles y jueves, recibiremos en Puebla con las puertas de par en par a más de 300 payasos profesionales procedentes de todo el país
Precisan ellos que se trata de profesionales, no involuntarios como los que hoy abundan en varios mediosn sobre todo el político.
¿Qué harán juntos?
Cerrar filas para evitar la incorporación comercial de los espontáneos que amenazan con arrebatarles oportunidades desde las cámaras y partidos políticos.
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