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La Manzana
Irma Sánchez
Qué vientos
Y llegó el otoño.
Y con éste, unos vientos que están arrasando con todo.
En plena campaña política por la renovación de autoridades municipales y representantes populares ante el Congreso local, a 47 días de las elecciones, el otoño comenzó a ocasionar estragos sobre el trabajo político que en este momento realizan todos los partidos políticos, todos los candidatos.
Al candidato del PAN el electorado femenino ya le localizó el espíritu machista.
A la candidata del PRI y el Verde Ecologista se le critica por su derroche en propaganda y su decidida vocación pacifista por no ponerse al tú por tú con sus contrincantes.
Sobre el candidato de Nueva Alianza, ahora la crítica sobre sus pósteres en los que se retrata un acercamiento de su rostro a partir de media frente, para no captar su calvicie.
El candidato del Partido del Trabajo, el ex alcalde panista Gabriel Hinojosa Rivero, con su proyecto fantástico.
Mientras que todos se preguntan: ¿y dónde anda el candidato perredista Samuel Malpica?
¿Por dónde realiza campaña?
Que si las huestes panistas avientan la piedra y esconden la mano, que si las priistas atacan hasta a las damas, en fin.
Lo interesante es que pese a que el otoño apenas llegó, el sábado estamos a 47 días de distancia del gran día.
¿Y qué nos faltará por ver?
Sobretodo por el cruce de fuerzas que hoy se da entre los partidos políticos con aquellas versiones de que desde la BUAP se decidió la candidatura del perredista, que desde la Secretaría de Gobernación tal, desde el Yunque tal, y por la preciosa crisis política otra.
Y con el acelere de algunos que no están haciendo el trabajo político para el 11 de noviembre, sino para el 2010, ¿qué estamos viviendo?
¿Cuál será el resultado en las urnas el 11 de noviembre?
¿A quién le interesa verdaderamente los resultados de noviembre?
La caída de las hojas de los árboles, vísperas del crudo invierno, nos darán la respuesta.
Mientras tanto, que sigan su curso las campañas con todos los ventarrones que de pronto dejan un mal olor a traición, cuando en el escenario todo pareciera que se disfruta la gran fiesta de la hermandad.
Cuestión de valores y descomposición de estos días.
¿Avance?
¿Retroceso?
Los números hablarán por sí solos al caer la noche del domingo 11 de noviembre.
Por lo pronto, lo que no tiene perdón es la actitud que he escuchado entre algunas féminas ancladas a viejos patrones.
El solo externar sus dudas sobre el desempeño que puede tener una mujer como autoridad, produce ronchas.
Aunque es de comprender su actitud de desconfianza, producto de vivir doblegadas por un patrón machista que no deja crecer y ni siquiera pensar, lo que las conduce a no tener confianza ni en sí mismas y arrastrar una autoestima pisoteada que engendra temores y muchos fantasmas.
Y sólo una precisión, definitivamente, una mujer en el poder, no forzosamente será la continuación de una Marta Sahagún de Fox.
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