Palabras Mayores


Héctor Hugo Cruz Salazar

13/01/2010

Paredes llega a legitimar


Entre los panistas ha comenzado a circular el rumor de que la entrada de Luis Paredes Moctezuma al proceso interno de su partido tiene como único objetivo legitimar el triunfo de Rafael Moreno Valle. La guerra que tiene Anatere contra el senador no deja dudas de que, aún siendo aplastada en las urnas, no reconocerá como triunfador a su acérrimo rival y se convertiría en una pesada losa para el senador durante toda la campaña constitucional. Por ello, la sorpresiva inclusión del exalcalde al proceso no deja lugar a dudas de que esa es la intención.


En corto, varios paredistas han reconocido que aún no digieren la noticia del regreso de su líder moral. Saben que las posibilidades de que éste se haga de la estafeta del PAN a Casa Puebla son nulas, por el descrédito que trae encima y sobre todo, porque la estructura que traía hace tres años hoy está prácticamente hecha pedazos; es decir, no tiene con qué dar la pelea.


Pero Paredes sabe que tiene poco que perder y sí mucho que ganar participando en el proceso. Utilizando su lenguaje: lo que se trata con esta jugada es de “ganar perdiendo”.


Al igual que “La Doña” sabe que será aplastado, pero también está conciente de que al alzarle la mano a Moreno Valle ganará en automático su pase de regreso a la política poblana, que podría hacerlo por la puerta grande y ganar espacios para los suyos.


La especie de que Paredes quiere ser el factor legitimador de la candidatura de Rafa se robustece con la persona de Héctor Montiel García; el eterno general paredista se convirtió en uno de los promotores de Moreno Valle y hasta hace unos días juraba y perjuraba ser uno de los soldados del senador.


Los panistas ven a Montiel García como el promotor de la inscripción de su jefe, con la venia, por supuesto, de Moreno Valle, pues Paredes se vuelve un tanque de oxígeno para sus aspiraciones, sobre todo deslegitimando, en su momento, cualquier intentona de “La Doña” por empañar el proceso. Otro factor es que el propio Luis dijo, cuando presentó su libro sobre el Yunque, que no buscaría la gubernatura en esta elección, y de última hora se inscribió.


Claro que el escenario para los paredistas no se basa simplemente en servir de comparsas del expriista, para ser el candidato a la gubernatura, y obtener algunas prebendas de éste. Luis Paredes y su grupo conocen muy bien a Anatere, saben cómo opera y cómo piensa y sobre todo, que su hígado es su peor enemigo, pues no en vano ya fueron aliados de ella cuando Paredes era alcalde.


La apuesta real del paredismo es que, fiel a su costumbre, Aranda Orozco abandone el proceso interno, denuncie que hay carga y se lance con todo contra Moreno Valle. La acción subirá sus bonos al cielo; Paredes recobraría fuerzas con lo que deje la panista, y hasta podrían imponer sus condiciones a la hora de repartir candidaturas y puestos.


Por eso, Paredes se inscribió para jugársela —como muchas veces lo hizo cuando tenía una fuerza real— a “ganar perdiendo”.

 

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Las palabras mayores están de regreso y ahora sí se publicarán todos los miércoles. Es una amenaza…


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