El Mazo y el Yunque


Raymundo García García


Los saldos de la elección local


    −  Fue una elección intermedia para el PRI convertida como elección principal. como si se tratara de una elección del poder ejecutivo. El poder ejecutivo como jamás en la historia política local, no se daría el lujo de poner en riesgo la mayoría del poder legislativo urgente por el tema de la periodista Lydia Cacho, de ahí que el presidencialismo omnímodo por ahora refugiado en la persona de los gobernadores, buscó afanosamente reconocer que se estaba ante una elección de altísima competitividad, pero apostar todo por ratificar un sistema de partido predominante. Así se formalmente los dos partidos políticos que detentan el poder: uno federal  y otro estatal, jugaron en igualdad de condiciones, con leyes e instituciones eficaces, pero con la libertad para que los ciudadanos decidieran sobre quien debería de ejercer el poder los próximos tres años.

 

    −  Habrá una infinidad de explicaciones, pero sistémicamente se ratificó en elecciones locales, la existencia del predominio de un partido político que en las elecciones federales le prestó su votación al PRD y en estas locales las retuvo. Con ello se volvió a mostrar la vigencia de un marcado bipartidismo en la competencia electoral local entre el PAN y PRI; pero por otro lado, cohabitando con un pluralismo partidista formalmente amplio de nueve partidos políticos, pero que al buscar ciertos niveles de competitividad electoral actuó como un sistema de pluralismo limitado en sólo cuatro fuerzas políticas: el PAN, la coalición Unidos para ganar, la coalición por el Bien de Puebla, y el NAPPN, la presencia del PT, Alternativa y PEC, buscaron ser un instrumentos dispersador de votos y el PT fue el partido político que mejor se aplicó en este oficio utilizando el carisma y reconocimiento social del gerente del proyecto conocido como Gobierno de Segunda generación. .

 

    −  Un saldo significativo fue la ratificación de la ineficacia en crear partidos estatales en Puebla, se repitió la historia del partido estatal cardenista, aunque el PEC le puso más ganas, pero a final de cuentas sus intereses chocaron con sus inspiradores, así se puso de manifiesto que dentro de un proceso electoral de altísima competitividad, un grupo dispersador de votos se vuelve riesgoso y virulento, por ende al final del camino, fue notorio su proceso de desinflado acelerado.

 

    −  Pero lo más significativo de los resultados fue observar que los asuntos y escándalos nacionales, no influyeron en los resultados locales, basta mirar los resultados en otras entidades federativas; de tal suerte que la lucha final por el poder en Puebla fue al ras del suelo, sin embargo la batalla principal se abrió y se dio en el aire, la guerra por aire fue de vital importancia para la definición de la movilización terrena, donde al final de cuentas el PRI queda como partido predominante que lo mismo puede ganar que perder elecciones, pero que se mantuvo dominando; que el PAN a pesar de lo adverso de los resultados mantuvo su fuerza para dejar claro el sistema bipartidista poblano; que el PRD retrocedió su histórica posición de tercera fuerza ahora fuertemente disputada por NAPPN, que esta partido político más que afectar al PRI le restó fuerza al PAN y se coronó en condiciones de negociar una importante tajada en el gobierno próximo en tres años, al mejor postor; al PT y PC sus decisiones les mantuvieron su representación en el congreso; pero lo más significativo ha sido la recomposición de la clase gobernante, ratificándose una ley de la teoría de las elites: “la historia es el cementerio permanente de elites”

 




 
 

 

 
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