Opinión
Pedro Gutiérrez
08/07/2011
El proyecto presidencial de Santiago Creel
Hace un par de semanas el senador Santiago Creel Miranda presentó su equipo de trabajo primario con el que habrá de buscar —por segunda vez— la candidatura presidencial del PAN. Además, hizo gala de los números que estadísticamente lo avalan como el candidato preferido entre la militancia blanquiazul e incluso la ciudadanía en general.
Ya en el 2006 Santiago Creel pretendió ser el candidato presidencial del partido gobernante; después de casi seis años al frente de la Secretaría de Gobernación, Creel impulsó un proyecto desde entonces sustentable y fuerte, con la única debilidad —quizá— de estar amparado por el poder presidencial. A nadie escapa, desde luego, que Santiago gozaba de la preferencia de Vicente Fox entre la gama de los aspirantes de la época.
Hemos señalado que era una debilidad porque, en cierta medida, los panistas tenemos sembrada la semilla de la oposición; y entre la militancia panista activa y adherente del año 2006 resultó más atractivo, a la larga, el discurso paralelo –que no yuxtapuesto- de Felipe Calderón en relación a la figura presidencial. El hijo desobediente se autodenominó el hoy presidente de la república, en una estrategia que le funcionó porque se basó simple y llanamente en el hecho concreto de que si bien el PAN –a través de Fox- gobernaba mejor que el PRI, había que hacerlo mejor. Con ello, se criticaba implícitamente algún aspecto del estilo personal de gobernar del guanajuatense, sin caer en la oposición frontal desde luego pero ya con ello animando el espíritu opositor que los panistas tenemos en nuestras entrañas casi por definición.
Consumada la victoria calderonista y, por ende, la derrota creelista, Santiago Creel dio muestra de una enorme categoría política al aceptar sin discusión alguna su debacle y fue magnánimo no solo al levantar la mano del candidato presidencial Felipe Calderón, sino también al momento de involucrarse de lleno en la campaña convirtiéndose además en candidato a senador de la república. No cualquiera hace eso y más en nuestro país, caracterizado por tener una clase política llena de mezquindades.
Y en adelante, la historia durante el calderonismo la conocemos: Santiago Creel se convirtió en el coordinador de los senadores panistas en la casona Xicohténcatl y asimiló en coincidencia con Los Pinos la agenda estrategia legislativa común del segundo gobierno presidencial del PAN en la historia. Sólo un diferendo atribuible a Germán Martínez y no a Creel provocó la salida de la coordinación parlamentaria de éste último, pero nunca ha dejado de apoyar en tribuna las políticas públicas del presidente Calderón.
Hoy, el panorama es muy distinto al del 2006; Santiago Creel parte como favorito en la contienda panista pues a él corresponde, ahora, el papel del precandidato paralelo y no yuxtapuesto a los intereses de Felipe Calderón. El capital político de Creel no sólo se basa en éste hecho, sino además en la enorme congruencia demostrada en los últimos seis años ya relatada líneas arriba. Un factor es el inquietante: en ambas contiendas Santiago Creel partió como favorito, pero en el 2006 lo hizo con la venia del poder y ahora sin ella.
En los próximos meses conoceremos el método de selección del candidato presidencial panista; entre la militancia no cabe duda que Creel recoge los mayores afectos y lo demuestran las encuestas internas que existen al momento, pero también entre los mexicanos resulta el aspirante panista más conocido y confiable. Cuenta, por si fuera poco, con un equipo estratégico de campaña muy completo, quizá el más avezado dentro del panismo nacional para estos menesteres.
Santiago Creel siempre ha basado su discurso electoral en una propuesta fundamental: dotar a la nación, desde el poder, de una gobernabilidad democrática que garantice además que el sistema sea socialmente eficaz. No hay democracia electoral y política que sea suficiente si no se obtienen frutos tangibles a favor de la sociedad para avanzar en el combate a la pobreza y la marginación. En otras palabras, la democracia no sirve si no le sirve a los ciudadanos. Bajo esta premisa, Santiago continúa recorriendo el país para ganar la ansiada candidatura, que por si fuera poco es la única que garantiza además un techo electoral importante en el Distrito Federal, entidad por la que compitió en el 2000, y en la que es ampliamente conocido a pesar del perredismo consumado que ahí existe. Para ganar la presidencia en el 2012 y obtener el tercer sexenio consecutivo de gobiernos democráticos emanados del PAN, Creel es, sin dudarlo, la mejor opción para los panistas y los mexicanos.
PEDRO ALBERTO GUTIÉRREZ VARELA
Regidor del Ayuntamiento de Puebla Compromiso por Puebla
pedroalbertogtz@yahoo.com.mx
@ pedrogtzpanista
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