|
Opinión
Pedro Gutiérrez
ES LA MILITANCIA, NO LAS DIRIGENCIAS
Durante años, el Partido Acción Nacional ha visto cómo se ha modificado su propio comportamiento frente al poder público y al ejercicio del mismo. La posibilidad real de acceder al poder modifica escenarios, cambia perspectivas y motiva aspiraciones de aquellos que pertenecemos a un partido o de los que sueñan con puestos de elección popular.
Los militantes impulsan el trabajo político de un partido. Yo diría que la militancia blanquiazul se divide, al menos, en los siguientes rubros que son enunciativos y no limitativos:
a) los que siguen pregonando la doctrina porque ésta es la base fundamental de la acción política. b) Los ciudadanos que ingresaron al PAN por el mero hecho de participar cívicamente en una opción diversa al oficialismo priísta; c) los que eufóricos por la tendencia ganadora de la ola azul en el país -misma que coronó esfuerzos con el ascenso de Vicente Fox al poder- se registraron para ser parte del cambio y; por último, d) los que recibieron una invitación de algún líder del partido para afiliarse y que al final del día fueron herramienta de una o varias convenciones y asambleas para satisfacer los fines personales de uno o unos cuantos.
Vamos por partes. Los que se enmarcan en el inciso a) son los panistas de cepa que vivieron los horrores del autoritarismo priísta y que gracias a su esfuerzo voluntario y decidido abrieron brecha para las generaciones que los sucedieron. Hablamos de panistas fundadores de Acción Nacional como el recién fallecido don Miguel López y González Pacheco, o don Pedro de la Torre, a quienes les debemos el agradecimiento eterno por haber iniciado la brega de eternidad. Para ellos, la única herramienta era la mística democrática, la doctrina del partido –bien común, solidaridad, subsidiariedad y dignidad de la persona humana- y las ganas de cambiar a México. Insisto en que el partido y sus militantes les debemos un sincero homenaje póstumo que además sirva como elemento motivacional para no perder la fe y el camino.
Los que proponemos se agrupan en el inciso b) son los ciudadanos que, conscientes del atraso democrático del México del siglo XX, vieron en Acción Nacional una opción alternativa a la larga historia de corrupción, mapachería y alquimia electoral, demagogia y malos gobiernos emanados del PRI. El PAN, desde 1939, fue escuela de ciudadanos y opción legítima para acceder al poder público. Todos los ciudadanos que no tuvieron miedo para oponerse al régimen y creyeron en la forma de hacer política del PAN se adhirieron a la causa. Un servidor opina que esta gama de militantes es la más gruesa e importante del panismo de hoy en día: miles y miles de ciudadanos que desde hace años confían en el PAN, votan por el partido, cuidan casillas en las jornadas electorales y acuden a mítines azules por el gusto de participar en política activa y combatir al enemigo del pueblo de México representado en la opresión autoritaria priísta.
Una tercera gama de militantes –inciso c- lo representan aquellos que, quizá sin un mayor interés por la política, voltearon su mirada al PAN desde el momento de aquella gloriosa victoria de Vicente Fox que derrotó al oficialismo en el año 2000. Caudales de gente se inscribieron al PAN por el gusto de ser parte del partido que finalmente derrotó al dinosaurio. Muchos se quedaron con el status de miembros adherentes y jamás dieron el paso a la militancia activa, pero lo cierto es que vieron al PAN con entusiasmo después del fastidio y hartazgo que les representaba el PRI. Los militantes postfoxistas son miles y son ciudadanos que nos ayudan a integrar los ejércitos electorales y a cuidar el voto en los procesos constitucionales. Y por si fuera poco, tanto activos y adherentes de este rubro son los que representan mayor número estadístico en los padrones y que de acuerdo a las reformas estatutarias aprobadas recientemente, pueden votar en los procesos internos para Gobernador, Senadores y Presidente de la República.
Por último, están los militantes que algún día se registraron en nuestro partido y que respondieron –o responden- a los intereses de unos cuantos que conforman un grupo. No deberíamos tener empacho en decirlo: muchos miembros activos son presa fácil de la manipulación de los líderes partidistas que creen que en el PAN se pueden reproducir las mismas prácticas corruptas y corruptoras que se estilan en el PRI. Así, un líder invita a unos cuantos al partido, y contando con el poder de afiliar mediante inscripciones discrecionales en los comités municipales, registran a cuantos pueden para luego arrogarse el triunfo en los procesos internos y así perpetuarse en el poder. Aclaro: los culpables no son los activos que fueron invitados o persuadidos para participar, sino los ladinos que se aprovechan de determinadas circunstancias para manipularlos y obtener dividendos al respecto.
Estos son –al menos- los cuatro grupos de militantes que encuentro en el concierto panista contemporáneo. Usted se preguntará el porqué quise tocar este tema en la entrega de hoy, y la respuesta es sencilla: porque en la militancia está la verdadera fuerza del partido, la militancia es la materia de los procesos internos que vivimos y en ella se basa la fortaleza del PAN. Más allá de los órganos internos estatutarios, la militancia nutre con su unidad, ideas y pensamiento a Acción Nacional. Los hombres y mujeres libres que conformamos el blanquiazul somos mucho más poderosos que una dirigencia sin fuerza, vigor o rumbo. La militancia es el alma que debe dirigir el derrotero de los dirigentes, por muy rebasados que estos se encuentren. Por ello quise hacer un breve análisis de la realidad de la base panista, y en el caso poblano, la militancia percibo que está unida, mucho más unida que las divisiones que propician algunos grupos o liderazgos y las propias dirigencias estatal o municipales. Si los liderazgos y dirigentes escucharan y empatizaran más con la militancia, seguro que los valores y la causa de Acción Nacional tendría buen puerto no solo para derrotar al PRI en una elección municipal o estatal, sino para gobernar y gobernar mejor y darte a la patria y a los ciudadanos una vida mejor y más digna para todos.
PEDRO ALBERTO GUTIÉRREZ VARELA
Miembro del Comité Directivo Estatal del PAN
|
|