Opinión
Pedro Gutiérrez
De encuestas y la proyección hacia el 2009
Las últimas semanas se han caracterizado por la publicación de diversas mediciones que señalan el posicionamiento de diversos actores y partidos políticos en Puebla. Son varias las casas encuestadoras que han arrojado distintos datos político-electorales y, como siempre, resulta que depende del personaje o partido que sufraga la medición y en función de ello los resultados son de una u otra naturaleza. Cuando el proceso electoral se acerca, todos los partidos; todas las fuerzas políticas, toman las encuestas como una herramienta de inducción al voto con el objeto de ir convenciendo a los electores en el sentido de su sufragio.
El caso de Puebla es verdaderamente relevante y digno de mencionar. Las encuestas que hoy se publican no tratan, al menos en su mayoría, de arrojar una tendencia con respecto a la elección intermedia de 2009, sino que casi todas buscan comenzar a posicionar ciertas variables con miras a la elección en la que se elegirá gobernador del Estado en el 2010. Las casas encuestadoras –con algún reconocimiento unas y otras francamente desconocidas- ya hacen gobernador a ciertos personajes de los partidos más importantes en Puebla, excluyendo de paso de la competencia a otros que también aspiran legítimamente a participar.
Como sea, me parece –y lo digo sin ambages- que el 2009 no sólo es matemática y cronológicamente anterior al 2010, sino que políticamente es de enorme importancia para la vida del país y en especial para los que pertenecemos al partido gobernante, Acción Nacional. En efecto, antes de pensar en la sucesión gubernamental en Puebla, los partidos políticos y el PAN en lo particular deben dirigir todas sus baterías en la configuración de la estrategia que les hará ganar la batalla por las diputaciones del próximo año. Lo anterior, al menos por dos motivos que me permito desglosar a continuación:
1) El PAN es el partido en el gobierno federal y como tal, es menester que apuntale su trabajo electoral para darle al Presidente de la República la mayor cantidad de legisladores en la cámara baja que pueda. Actualmente el PAN es mayoría en la Cámara de Diputados, y gracias a esa mayoría el partido ha gozado de cierto espacio de negociación con otras fuerzas políticas para impulsar algunas reformas importantes para el Presidente y para el país. Si perdemos esa mayoría, la segunda mitad del gobierno de Felipe Calderón será harto complicada: podría reducirse a soportar los manotazos del PRD y sus propuestas populistas y/o a tolerar los chantajes del PRI que ya piensa en volver a Los Pinos como si no le hubiesen hecho suficiente daño al país durante el tiempo que lo gobernaron. El Presidente Calderón necesita de diputados suficientes para garantizar el mejor clima de gobernabilidad posible, con capacidad negociadora y alto perfil de responsabilidad cívica y democrática.
2) En la segunda explicación, me parece que todo el PAN –su dirigencia, miembros activos y liderazgos más influyentes- debe entregar buenas cuentas en el 2009 para pensar en la posibilidad de ganar el 2010. En la elección de 2006, el blanquiazul ganó 12 diputaciones federales de mayoría en el Estado, por lo que ganar las mismas curules debería ser una exigencia para nosotros los panistas. En efecto, los estados de la República que tienen elecciones locales en el 2010 tienen una excelente oportunidad de preparación con la elección federal intermedia. Tan sólo un año antes de la renovación del Ejecutivo del Estado, los partidos pueden velar armas y mandar un mensaje de autoridad y capacidad de triunfo con los resultados que obtengan en el 2009.
Por ello, estoy firmemente convencido que la preparación de la elección del próximo año es de suma importancia para Acción Nacional. Entiendo que la dirigencia estatal y los dirigencias municipales están generando y buscando los consensos que permitan abrir paso a los mejores hombres y mujeres que pueden representarnos en la elección del 2009 y en la LXI legislatura. Ya se conformó en los últimos días una Comisión Estatal de Elecciones que será el órgano garante de llevar a buen puerto el proceso interno panista para elegir candidaturas sólidas, de reconocida militancia que conozca los valores del partido y con capacidad para representar dignamente a Puebla en San Lázaro. Dicha Comisión está integrada en su mayoría por militantes de amplio criterio y tolerancia para cumplir con los Estatutos y actuar democráticamente aún cuando otros no piensen igual que ellos.
Los panistas, todos, queremos ganar en el 2010 pero nos queda claro que antes tenemos que entregar buenas cuentas en el 2009. Y conforme a la pauta que dictó el Consejo Nacional el sábado pasado, los panistas vamos solos a la contienda porque confiamos en nuestros principios, en nuestra plataforma política y en nuestra congruencia histórica, evitando con ello caer en las alianzas espurias y propiciatorias del chantaje como lo sería una mancuerna electoral con el Partido Nueva Alianza: espurias porque ni el PAN ni la dirigencia magisterial que de facto manda en el PANAL coinciden en lo más mínimo en torno a una concepción democrática –Elba Esther, como Zedillo en 1994, será maestra pero en democracia saca cero de calificación-; y del chantaje, porque los panistas auténticos cerraremos el paso aquellos que cantan cual sirenas pregonando que el PAN necesita aliarse con el partido de los maestros elbistas para ganar el 2010, olvidando que el PAN es un partido vivo y democrático desde 1939 y que se ha ganado un espacio propio sin la ambición desmedida por el poder que caracteriza a otros que apenas comienzan a conocer a la institución.
PEDRO ALBERTO GUTIÉRREZ VARELA
Miembro del Comité Directivo Estatal del PAN
pedroalbertogtz@gmail.com
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