Opinión


Pedro Gutiérrez

27/02/2009

Algunas precisiones ideológicas con respecto al PAN


El domingo pasado mucho me sorprendió el reportaje periodístico que fue publicado en el suplemento Enfoque del Periódico Reforma. La portada misma del suplemento es preclara en cuanto al sentido del referido ensayo: “la derecha torcida del PAN”.


El ensayo o reportaje me parece muy subjetivo y en todo caso sujeto a relativismos harto evidentes. Comienza señalando la supuesta contradicción entre un partido cuyos orígenes son de derecha, que no se asume actualmente como tal porque así lo dice o pregona la dirigencia y, finalmente, una militancia que de acuerdo a la encuesta del propio periódico se dice perteneciente a dicho espectro.  Ciertamente tanto el expresidente Vicente Fox como el actual Jefe del Ejecutivo Felipe Calderón se han declarado políticos de centro; lo mismo acaece con el jefe nacional Germán Martínez y en general, estoy convencido que la mayoría de la militancia se asume como de centro. En el mismo reportaje se dice que de una encuesta a otra (2004 la primera y 2007 la segunda) la asunción ideológica del panismo ha variado, siendo más centristas en el 2004 y más derechistas en el 2007.


Me parece que el tema de las encuestas siempre resulta muy relativo; reflejan un estado de ánimo o una percepción pasajera y, en el caso concreto y habiendo participado un servidor en ambas asambleas nacionales en las que el periódico levantó la encuesta, nunca fui inquirido sobre mi postura ideológica, por lo que de paso es justo decir que como todo levantamiento de opinión, aquellos de 2004 y 2007 son sólo una muestra. No digo que algún sector de la militancia panista no se asuma como de derecha y además esté convencido de ello. Es más, hay algunos y todos podemos y sabemos identificarlos que se auto asumen de extrema derecha y su postura siempre será respetable. 


Para hacer una correcta definición del espectro ideológico al que pertenece nuestro partido es necesario recurrir a la historia, su desempeño como oposición y su actuación como gobierno. Hacer una síntesis en este espacio es complicado, pues sería muy irresponsable de nuestra parte hacer una aseveración a contrapelo, como la hace en el cuerpo del reportaje el señor Carlos Arriola, entrevistado por los periodistas mencionados y autor de un libro de nombre El Miedo a Gobernar. Este personaje ha adquirido la efímera fama de la que hoy goza a raíz no de la publicación del libro, sino de la promoción que se le ha dado a partir de entrevistas que se han publicado en la revista Proceso y en el reportaje que es motivo de estas líneas. Sin recato alguno, Arriola dice que el partido nace de derecha, así fue como oposición y así ha gobernado desde el 2000. Sin sustento alguno y a vuelapluma lo consigna; de igual manera, señala que el PAN carece de programa de gobierno y que nuestro error estriba en que desde la fundación del partido no se establece que el propósito sea conquistar el poder. La legitimación de sus dichos –si así se le puede llamar- es en todo caso el hecho de haber militado durante poco tiempo en el PAN, proyecto político del cual seguramente claudicó por intereses personales y no superiores.


La historia del PAN y sus debates internos sobre la concepción de partido serio y sustentable ideológicamente – el debate sobre su papel como partido de formación cívica o como partido electoral stricto sensu- es muy rica como para ponerla en entredicho en unas cuantas opiniones personales de un individuo que al final del camino encontró cabida, casa, vestido y sustento al amparo de los gobiernos priístas, tal y como consigna en la entrevista concedida a Proceso. Actos tan aislados como el que Arriola critica en Guanajuato relacionado con la prohibición de besarse, así como otros casos que los reporteros consignan en su trabajo –el encuentro de familias en el que participó el Presidente Calderón, la proscripción del uso del condón por una declaración del Gobernador de Jalisco, la posición del partido con respecto al aborto o al embrión humano, o las manifestaciones públicas del catolicismo por el expresidente Fox- son eso: meros hechos aislados que no pueden ni deben considerarse como evidencias contundentes de la posición derechista del partido o de su ignorancia para gobernar. Cabe recordarles a los autores del reportaje y al propio señor Arriola que el PAN no puede catalogarse por lo que hagan o dejen de hacer 5 ó 6 personajes de sus filas. El PAN es todo lo que hacen sus dirigentes, sus militantes, el Presidente de la República, sus 8 Gobernadores de diversas entidades federativas, los 496 alcaldes emanados de nuestras filas, 208 diputados federales, 52 senadores de la república, 340 diputados locales y 4247 regidores y síndicos municipales.


En efecto, las acciones de todos ellos son el PAN, y no los actos de unos cuantos que nuestros adversarios usan para colgarnos el sambenito de derechistas. Aclarando de paso que algunos de los hechos que se critican en el reportaje de Reforma sí que pueden considerarse como actos que tienen sustento en nuestro proyecto de partido y doctrina, como el caso de nuestra irrenunciable postura con respecto al derecho a la vida desde la concepción o bien, la inmejorable postura del Presidente Calderón de promover los valores familiares.


No negamos el derecho que tienen otros para manifestar su opinión con respecto al partido; pero el mismo derecho tenemos nosotros para defender una postura, una doctrina, un programa de gobierno. Y a los reporteros del Reforma decirles también que la calidad del periódico para el que trabajan no merece artículos con imprecisiones graves, como la de señalar que Carlos Abascal censuró el libro Aura de Carlos Fuentes en 2001 como Secretario de Gobernación, cuando en realidad era Secretario del Trabajo. O bien, información malintencionado como la de criticar al panismo por su oposición al uso de la píldora del día siguiente, cuando en realidad sólo era una parte del panismo la que objetó su inclusión en el cuadro básico de salud, hecho que al final se llevó a cabo en el sexenio de un panista como Vicente Fox y su Secretario de Salud Julio Frenk, quien a pesar de las reticencias de aquellos opositores, impulsó la decisión como una política pública y no sujeta a atavismos morales.

 

PEDRO ALBERTO GUTIÉRREZ VARELA

Miembro del Comité Directivo Estatal del PAN

pedroalbertogtz@gmail.com

 



 
 

 

 
Todos los Columnistas