Opinión
Pedro Gutiérrez
30/10/2009
¿Y los jóvenes en la politica?
El lema dar a la patria esperanza presente es fuerte, vigorosa y le da vida al trabajo de Acción Juvenil, organización que dentro del Partido Acción Nacional organiza a los jóvenes que oscilan entre los 18 y 26 años de edad.
El desarrollo de Acción Juvenil en Puebla ha permitido la generación de liderazgos que paulatinamente han ido asumiendo espacios de decisión política y responsabilidad pública. El actual diputado local Enrique Guevara alguna vez fue dirigente juvenil del PAN; A nivel nacional ya tuvimos el privilegio de contar con un poblano en la dirigencia de Acción Juvenil en la persona de Juan Carlos Mondragón, jefe estatal del panismo poblano. En fin, el semillero ha sido amplio y de a poco, dichos liderazgos han asumido su rol generacional que corresponde: dar vida y forma a la responsabilidad del PAN no sólo como partido político, sino como ente público con responsabilidad de gobierno en el ejercicio del poder.
Dar a la patria esperanza presente también significa que desde el momento que vivimos podemos forjar el basamento de una mejor sociedad, haciendo conciencia política entre los ciudadanos y generando bienes públicos fundamentales que impulsen el desarrollo armónico de la nación. Esa tarea corresponde a los jóvenes –no cabe duda-, ya los que han ido escalando posiciones para asumir retos de mayor envergadura como los citados arriba, ya los que hoy tienen el honor de pertenecer a Acción Juvenil y deben aprovechar la oportunidad para formarse en la doctrina y acción política panista.
En este orden de ideas, mucho me temo que actualmente el Partido Acción Nacional se está convirtiendo en un partido viejo; no lo digo por el hecho de haber cumplido este año 70 años de historia y lucha democrática, sino porque en aras de ser autocríticos, hemos de reconocer que la militancia juvenil no es igual de vasta como lo fue en otros años. Desde que el hoy Presidente Felipe Calderòn fundó junto con otros jóvenes la organización de Acción Juvenil en el seno del PAN, dicha agrupación nunca dejó de ser dinámica y productora de liderazgos imbuidos de doctrina y talento político; sin embargo, justo cuando ganamos el gobierno federal –coincidencia o no- el padrón juvenil a nivel nacional y concretamente en Puebla ha decaído dramáticamente: ganamos el poder y estamos perdiendo a nuestros jóvenes.
Lo anterior no sólo se refleja en los padrones internos: de acuerdo a los últimos resultados electorales y las más recientes encuestas ciudadanas, los jóvenes no confían en la política y los políticos y, más allá de dicha verdad de perogrullo, los que emiten alguna opinión política no se expresan tan bien del PAN como los propios panistas quisiéramos. Cierto es que la opinión de la juventud con relación al PAN no es peor que la que tienen del PRD o del PRI, pero también es verdad que es probable que nuestro partido no ha podido promoverse como una opción política seria y de cambio profundo entre los propios jóvenes.
No debe escapar de nuestra mente que los jóvenes que hoy tienen de 18 a 25 años no reconocen ni identifican históricamente al PRI que sí conocieron los que hoy tienen 30 años o más: un partido corrupto, autoritario, que conculcó durante décadas los derechos humanos de los mexicanos y sobre todo antidemócrata. No conocieron esa versión del PRI –que al día de hoy persiste en Puebla- y tampoco conocieron al PAN en su papel de incansable luchador de la democracia, del respeto al voto ciudadano y promotor de las libertades individuales de los mexicanos. Me parece que una de las misiones del PAN de hoy es el que sea capaz de insertar entre los jòvenes un discurso fresco y atractivo, que genere entusiasmo por la polìtica y por la promoción del bien común, más allá de colores partidistas.
La nueva dirigencia estatal encabezada por un exlíder de Acción Juvenil a nivel nacional debe considerar las siguientes circunstancias 1) el padrón juvenil no ha crecido lo suficiente, motivo por el cual me parece que el partido debe abrirse mucho más a las preparatorias y universidades; 2) más allá de la cantidad de miembros de Acción Juvenil, el PAN debe preocuparse por capacitar con mayores elementos a su militancia joven. Para dar a la patria esperanza presente se necesitan jóvenes preparados ética y políticamente porque México así los necesita; 3) es imperante la renovación de liderazgos en Acción Juvenil. Dar a la patria esperanza presente es encauzar ideas y acción programática clara al electorado.
Los panistas que alguna vez militamos en Acción Juvenil aprendimos, entre otras cosas, una de las premisas que siempre pregonó Carlos Castillo Peraza: “…en política más valen pocas buenas acciones que muchas malas palabras…”. Hay que actuar en consecuencia, y ser ejemplo de evitar la diatriba y promover la unidad partidista que tanto necesitamnos.
PEDRO ALBERTO GUTIÉRREZ VARELA
Miembro del Comité Directivo Estatal del PAN
pedroalbertogtz@gmail.com
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