Poder y Política


Manuel Cuadras

08/07/2010

 

 

Razones vs. motivos


El tiempo se agota para Rafael Moreno Valle. Cifras van, cifras vienen; discursos van, discursos vienen; los eventos transcurren uno tras otro, la campaña llega a su fin, y todo, sin que el candidato de la Alianza Compromiso por Puebla, logre su objetivo de rebasar a su oponente.

 

La distancia se ha reducido, eso es cierto, pero también el tiempo para poder remontar. Pongamos un ejemplo aprovechando la fiebre futbolística que vivimos: Imagine usted un equipo, el que sea (llamémosle Cruz Azul por aquello de los colores). Los azules han venido de atrás intentando recuperarse de un marcador de 3-0. Con esfuerzos marcaron un tanto, pero aún se veía lejano el empate. El partido fue avanzando y ya en el minuto 30 del segundo tiempo, el Cruz Azul logra anotar otro gol. La euforia se desborda entre jugadores y afición, que nerviosos miran el reloj cuestionándose si les dará tiempo de marcar otro tanto que los califique.

 

Algo así sucede con el equipo de Moreno Valle. Dos son los problemas que enfrenta. El primero, ya lo dijimos, es el poco tiempo restante. De acuerdo al ejemplo anterior, podríamos decir que nos encontramos ya en el minuto 40 del segundo tiempo y la desesperación poco a poco comienza a llegar, prueba de ello, son las declaraciones desafortunadas del ex senador en referencia a Jorge Estefan Chidiac y Antonio Hernández y Genis, personajes menores del priismo que lograron su cometido de provocar y hacer perder la cabeza al capitán albiazul.

 

El segundo problema es quizá más preocupante: no existe una estrategia clara y contundente que posicione a Moreno Valle por encima de López Zavala. Un equipo sin estrategia normalmente juega al balonazo, sin idea y sin jugadas armadas. Tal es el caso de Moreno Valle, quien parece actuar de acuerdo a las coyunturas cotidianas que se van presentando (robo a Finanzas, secuestro de Diego, etc.) en lugar de manejar un discurso articulado y constante que conecte con la sociedad.

 

Moreno Valle ha optado por hacer una campaña de motivos, en vez de razones. La diferencia estriba en la profundidad de las propuestas, es decir, mientras que los primeros (motivos) son más generales y recurren a los lugares comunes, las segundas (razones) son más directas y atacan un problema de fondo. Pongamos un ejemplo: un motivo para votar por Moreno Valle es que es una persona preparada y con experiencia; una razón es que él representa la ventana para sacar al marinismo de Casa Puebla. Los motivos suelen ser muchos, pero poco consistentes; las razones, en cambio, pocas pero más sólidas. Una rosa pintada de azul es un motivo; una razón (para votar por la alianza) es la necesidad de democratizar el estado.

 

Lo paradójico del asunto es que Moreno Valle cuenta con un verdadero arsenal de razones a su favor para convencer a los poblanos para que voten por él, que no ha sabido aprovechar (explotar). ¿No acaso es lo que querría cualquier candidato? ¿Por qué no las utiliza?

 

¿Recuerda usted al patético Toño Sánchez en 2007? Dejando a un lado los crasos errores cometidos, la posición de Toño era muy difícil. Por un lado, la condición de mujer de Blanca Alcalá la blindaba de cualquier posible ataque panista, ya que, de sólo intentarlo, hubieran sido tachados de misóginos y patanes (como de hecho sucedió). Por otro lado, hasta ese momento Blanca Alcalá había mantenido una imagen pulcra e intachable que nadie podría cuestionar. ¿Cómo entrarle? ¿Por dónde? ¿Cómo desbalancearla? Esas fueron las preguntas que nunca pudieron resolver los estrategas panistas de aquél tiempo.

 

Volviendo al tema que nos ocupa, ¿es acaso Zavala un candidato blindado? ¿cuenta con una trayectoria pulcra e intachable? ¿Sería un disparate si Moreno Valle criticara los excesos de la administración marinista? Por supuesto que no, ¿entonces por qué no lo hace? ¿Estrategia? ¿Cuándo lo piensa hacer, el día del debate? Como diría el clásico: quizás para mañana sea tarde.

 

La diferencia entre ambos es muy poca, cierto, pero suficiente para darle el triunfo al chiapaneco. Recordemos que en política, como en el fútbol, como en la vida misma, las victorias se consiguen con aciertos (goles, puntos, votos) y si Moreno Valle no se aplica en el poco tiempo que queda, su destino será ser el mejor segundo lugar en la historia de Puebla. ¿Alguien se acuerda de los segundos lugares? ¿Quién fue el segundo hombre en pisar la luna? Se los dejo de tarea…

 



 
 

 

 
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