Poder y Política
Manuel Cuadras
24/03/2011
Diálogo en el purgatorio entre Colosio y Clouthier
Colosio se encontraba vagando por la inmensa playa del purgatorio. Con la mirada fija en el horizonte, y analizando las distintas ceremonias que se realizaron en conmemoración suya, se preguntaba cómo le iría a su partido (y a México) en los próximos años. Fue entonces cuando se topó de frente con Clouthier, aquél viejo barbón (un poco regordete) de gran carácter y lenguaje inteligible, que tantos dolores de cabeza le había dado al equipo salinista, hace más de dos décadas.
Tras una serie de cumplidos mutuos, Colosio y Clouthier, Clouthier y Colosio, esos dos grandes políticos de la historia contemporánea en México, se tomaron unos minutos para charlar de diversos temas en una pequeña y oscura caverna colindante con la bahía del purgatorio. El diálogo comenzó con una reflexión acerca de “los nuevos tiempos” y de la intermitente transición a la democracia que aún no termina de cuajar.
Clouthier sostenía que el avance democrático en México se debía en gran medida a lo realizado por su partido: Acción Nacional, mientras que Luis Donaldo resaltaba la importancia del Revolucionario Institucional para forjar las instituciones que dieron estabilidad política, social y económica al país.
Luis Donaldo Colosio (LDC): El PRI no le teme a la democracia. Siempre la ha impulsado, y espero que lo siga haciendo. Si nuestro partido fortalece su democracia, se democratiza México.
Manuel Clouthier (MC): ¿Y en verdad crees que eso sea posible? Si tu partido nació antidemocrático, nació desde el poder, un poder absoluto, ¿cómo entonces corregir algo que nació viciado de origen?
(LDC): “El PRI es el partido histórico de la Revolución Mexicana. Y todavía hay quienes (como tú) se preguntan en qué y en dónde reside su fuerza. También quieren soslayar que con el PRI a la cabeza, México consiguió para las actuales generaciones civilismo, relevos democráticos, estabilidad política, y paz social.
(MC): México va cambiar, con el PRI, sin el PRI, y a pesar del PRI. La tarea tiene que venir de abajo hacia arriba, de los ciudadanos. Siempre he pensado que tiene que haber más sociedad y menos gobierno. Por eso siempre dije que era necesario abrirle un boquete al sistema, un boquete de mi tamaño y de mi volumen para que otros pasaran por ahí y lográramos la democracia en México más pronto que tarde.
(LDC): El gobierno tiene la responsabilidad de dirigir a la sociedad política en su esfuerzo por satisfacer los anhelos y aspiraciones de todos. Los partidos políticos constituyen la columna vertebral de este esfuerzo. Somos los primeros interesados en promover una mayor participación ciudadana.
(MC): Te pido te desprendas de tus ideas de cuando fuiste candidato y presidente de tu partido, hoy son otras circunstancias, y lo digo con mucho lamento, hoy parece que se le apuesta a otra cosa, tal parece que se privilegia la frivolidad en lugar del contenido, la imagen por encima de las ideas.
(LDC): Sí, tienes razón, se ha trivializado mucho el quehacer público, tenemos que regresar al origen, fortalecer lo ideológico, pasar de los adjetivos a los argumentos, es imprescindible acabar con las acciones de simulación y con los políticos improvisados.
(MC): Así es, una sola persona no puede generar el cambio, y mucho menos los políticos de cartón, políticos maquillados sin convicciones personales ni valores definidos, y en ese aspecto, tu partido ha caído en la comodidad de la vanidad, y sabes a lo que me refiero…
(LDC): No solamente mi partido Manuel, es un mal genérico que involucra a varias instituciones y niveles. Creo que ya debemos dejar a un lado los estigmas y herencias del pasado, date cuenta, por eso no avanza el país, tal parece que el PRI está más enfocado a conseguir prebendas del gobierno en vez de construir un proyecto real para regresar a Los Pinos; mientras que el PAN está más preocupado por acusar al viejo PRI (para justificar sus errores) que en realizar un ejercicio responsable del gobierno.
A medida que avanzaba el diálogo y ambos continuaban con sus explicaciones, Colosio se fue desilusionando por la actitud de los nuevos priistas, se dijo decepcionado por la manera en que han “entendido” y, sobre todo, “aplicado” su pensamiento. Clouthier, por su parte, terminó por reconocer la incongruencia en la que ha caído su partido y la manera en que poco a poco se han “tricolorizado”. Ambos terminaron con una frase:
(MC): No está todo perdido Luis Donaldo, sólo está derrotado el que deja de luchar.
(LDC): La nuestra no fue una revolución claudicante y oportunista “Maquío”, porque mantiene sus fines (aunque ya no los medios), no fue una revolución dogmática y agotada, ahora, sólo esperemos que acierten a renovar los medios…
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