Política y Poder


Manuel Cuadras

 

Una pequeña lista de aspirantes


Falta poco tiempo para que se definan los candidatos para el próximo proceso electoral de 2009. Si bien es cierto que los registros oficiales se realizarán durante el mes de mayo, será a finales de este año cuando se palomeen a los que irán como candidatos a disputar una diputación federal.


Muchos ya están confirmados y sólo esperan que llegue enero para iniciar su promoción publicitaria, y otros se encuentran en plena disputa por ganar la nominación frente a sus potenciales rivales de partido.


En el caso del PAN la decisión se tomará desde el Comité Ejecutivo Nacional para evitar todavía más divisiones de las actualmente se tienen. Durante años, los panistas poblanos se repartían el pastel entre los jerarcas del partido y al final todos quedaban felices, contentos y con su coto de poder en la bolsa. Fue un equilibrio de fuerzas natural que permitió a las familias yunquistas mantener el control y la unidad del partido en Puebla. Hoy las cosas lucen distintas. Con la intromisión de Rafael Moreno Valle en la vida política interna del PAN, ese equilibrio sostenido durante años se vio amenazado. Moreno Valle mostró sus cartas antes de tiempo, y al hacerlo advirtió a sus rivales de juego el peligro que representa dejarlo ganar. Por tanto, quienes comparten las mismas ambiciones del hoy senador se unieron para cerrarle el paso y evitar que se quede con todas las fichas en disputa. Cierto, sus cartas son fuertes y la habilidad política de Moreno Valle no está en duda, pero la habilidad y fuerza que juntos pueden lograr los rivales del Junior, tampoco está a discusión.


En la entrega anterior hablábamos sobre el TUCOM (Todos Unidos Contra Moreno Valle), un grupo formado al interior del blanquiazul para restar la fuerza del expriista, cuya principal misión sería conformar un bloque sólido que le impida (o por lo menos le dificulte) obtener la candidatura al gobierno del Estado, y en el último de los casos, impedir su llegada a Casa Puebla. Decíamos también que su objetivo primario sería derrocar a Rafael Micalco, actual dirigente estatal del PAN, por considerarlo el coordinador general de la (pre) campaña de Moreno Valle. Todo a raíz del famoso evento en el Auditorio Siglo XXI en que Micalco salió del clóset y evidenció sin ambages su filia morenovallista (me refiero estrictamente en términos políticos).


Hoy, después de aquel amargo madruguete, parece que el primer round lo han ganado los integrantes del TUCOM. Resulta que el Comité Ejecutivo Nacional del PAN será quien apruebe la lista de candidatos a diputados federales y no el Comité Directivo Estatal, como siempre se hacía. ¿Eso qué significa en términos comunes? Un descalabro para Micalco (o sea para Moreno Valle), y no sólo eso, sino que además, el dirigente nacional del PAN, Germán Martínez, solicitó a Humberto Aguilar, Ana Teresa Aranda, Ángel Alonso Díaz Caneja y, por supuesto Paco Fraile (verdaderos panistas de cepa) que entreguen al Comité Ejecutivo Nacional una lista de propuestas de quienes ellos consideren candidatos viables. Dicho de otra manera: tras la revuelta producida por la falta de oficio político por parte de Moreno Valle y Micalco, el presidente nacional del PAN, en un gesto de reconocimiento a los ya mencionados, les respetó sus liderazgos y cotos, es decir, serán Fraile, Ana Tere y compañía quienes postulen a sus candidatos (como siempre había sido), pero con un mecanismo disfrazado dándole la vuelta por el Comité Ejecutivo Nacional. ¿Así o más claro? Si Micalco soñaba con palomear desde su escritorio a puros candidatos afines a Moreno Valle, se equivocó. Vaya chamaqueada, ¿no?


En el caso del PRI,  como ya se sabe, la decisión será única y exclusivamente del gobernador Mario Marín. Habrá cuotas, habrá acuerdos, habrá recomendaciones, pero la última palabra le pertenece sólo a él. Una muestra de ello es precisamente la capital del estado. De los cuatro distritos que componen la geografía electoral de Puebla Capital, uno será para una cuota, otra para una recomendación personal y los otros dos son sólo suyos. Veamos:


Los dos candidatos del gobernador son Francisco Ramos, actual director del Instituto Poblano de la Juventud, y Lázaro Jiménez Aquino, subsecretario de Transportes de la SCT. La candidatura que cedería por recomendación sería para el actual dirigente municipal del PRI, Carlos Meza Viveros, para cumplir con el compromiso moral que mantiene con Bartlett, o bien para la recomendada de su amigo Manlio Fabio Beltrones, Marcela Jiménez, actual coordinadora del Instituto Municipal de la Mujer, puesto creado exprofeso para tal fin, mientras que la otra candidatura sería para cumplir con una posición de la presidenta municipal.


De acuerdo a las reglas no escritas de la política poblana, en las elecciones para diputados federales, de los cuatro distritos de la capital, por lo menos uno le corresponde al presidente municipal.


Durante el sexenio de Manuel Bartlett, el presidente Municipal Rafael Cañedo pudo colocar a su síndico Ricardo Menéndez como candidato a diputado por la capital; lo mismo sucedió con Melquíades Morales, quien otorgó una candidatura al presidente municipal Marín (para Zavala) en la elección federal de 2006. Cuando Luis Paredes gana la presidencia municipal en 2001, su partido le respeta la cuota y le otorga una candidatura para su delfín Roberto Ruiz Esparza. Posteriormente, y derivado de las fricciones entre Ayuntamiento y estado, Marín no otorgó ninguna candidatura en 2006 para la gente de Enrique Doger. La pregunta es: ¿respetará Marín la cuota de una candidatura para el Ayuntamiento de Blanca Alcalá? De ser así, ¿para quién será?


Actualmente hay tres funcionarios municipales que buscan dicha candidatura: Juan de Dios Bravo, Sandra Montalvo y Fernando Ariza. ¿Quién de ellos le conviene más a la presidenta? Sobra decir de la importancia de contar con un diputado en San Lázaro. Se puede cabildear para conseguir más recursos (sin necesidad de depender de las “gestiones” del secretario de Finanzas), se puede operar políticamente desde el Congreso (si no, vean a Estefan Chidiac), en fin, siempre será bueno contar con un alfil en las grandes ligas.


Fernando Ariza se encuentra actualmente desbocado por conseguir tal nominación haciendo reuniones y promocionándose con sus amigos empresarios. Es el más blanquista de los tres, pero el de menos oficio político. Es muy bueno en sus relaciones con la iniciativa privada, pero tiene la sensibilidad política de un rinoceronte. Cuenta con el aval del Proyecto Z, y su candidatura la justificarían como la apertura de espacios dentro del PRI para los jóvenes.


Sandra Montalvo es una mujer identificada con el grupo de Mario Montero, pero que ha demostrado ser leal e institucional a la presidenta municipal. Nunca ha negado su marinismo, sin embargo fue de las pocas personas que creyó y se la jugó con Blanca Alcalá cuando nadie apostaba por su candidatura, y eso es algo que la alcaldesa valora, y mucho. De los tres quizá sea la que mejores resultados le ofrezca a Alcalá, ya que Montalvo representa un puente con el marinismo, con el dogerismo y los amarres que pueda hacer en San Lázaro. Sin duda una carambola de tres bandas.


Juan de Dios Bravo es una pieza zavalista incrustada en el gabinete de Blanca Alcalá. Nunca estuvo de acuerdo con su nominación, pero la alcaldesa prefirió eso a confrontarse desde el inicio con el grupo de Zavala. Es de los funcionarios que peores resultados ha dado al frente de la dependencia a su encargo, y de las que más esperaba Alcalá (no de la persona, sino de la dependencia) ¿Recuerda usted la tan mencionada plataforma de campaña de Blanca Alcalá en materia de “gobernanza”? ¿Sabrá siquiera Juan de Dios Bravo qué diablos significa gobernanza? Lo dudo. Con eso de que no lee más que el Condorito, sus oficios y una que otra novela policiaca, no creo. ¿Podrá ayudar en algo una persona así? Para lo único que le serviría a la presidenta municipal el hecho de mandar a Juan de Dios Bravo de candidato sería para poder deshacerse de él y ocupar esa posición con alguien que sí entienda el concepto de gobernanza.


De los tres quizá sea el que más posibilidades tenga de obtener la candidatura, ya que no podemos descartar que Marín “respete” la cuota para el Ayuntamiento, pero con alguien suyo, es decir, perder ganando.


En fin, si usted fuera la presidenta municipal, ¿a quién impulsaría?

  1. Fernando Ariza (quizá con el tiempo se convierta en un Moreno Valle)

  2. Sandra Montalvo (y así queda bien con todos los grupos)

  3. Juan de Dios Bravo (y recupera una posición)

 



 
 

 

 
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