Política y Poder


Manuel Cuadras

10/02/2009

La Reforma priista


Parece que es un hecho: la reforma electoral que pretendía adelantar la elección de 2010 (de Noviembre a Julio), surtirá sus efectos para el próximo periodo gubernamental, ¿la razón? No “afectar” los planes del gobernador Marín. ¿La justificación? Una argucia legaloide (propias de los diputados priísta-marinistas).

 

¿En qué consistía la reforma? De acuerdo con la reforma electoral aprobada por el Congreso de la Unión el año pasado, las legislaturas de los estados (Congresos locales) deberían modificar sus calendarios electorales, a fin de que la elección para renovar gobernador, ayuntamientos y diputados, fuese el primer domingo del mes de Julio, todo, en aras de empatar los comicios locales con los federales. Para ello, los Congresos locales contarían con un año (a partir de que se publicó en el Diario Oficial de la Federación) para hacer las modificaciones correspondientes.

 

Fue en ese momento cuando aparecieron las “brillantes” ocurrencias de los legisladores poblanos. Primero se les ocurrió hacer tiempo diciendo que como la reforma estipulaba que aquellas entidades que hubiesen tenido elecciones (caso Puebla) durante el año que se aprobó la reforma (2007), el plazo empezaría a correr al día siguiente de finalizado proceso electoral, entonces, los audaces legisladores poblanos argumentaron que, debido a una elección extraordinaria, el proceso se alargó más de lo debido. Mire usted en qué consistió la jugarreta:

 

De acuerdo a los tiempos del Instituto Electoral del Estado de Puebla, el proceso electoral comienza durante la segunda semana del mes de marzo (con la primera sesión del Consejo General); posteriormente, la elección se desarrolla el primer domingo de noviembre; y la conclusión del proceso se da con los cómputos de la elección y la declaratoria de validez por parte del mismo Consejo (15 de febrero de 2008).

 

Todo lo anterior se cumplió de manera normal, con la excepción de que hubo un Municipio en que (debido a un empate) se tuvo que realizar nuevamente la elección, lo cual se conoce como elección extraordinaria.

 

Así, los legisladores priístas encontraron en esta eventualidad la oportunidad perfecta para interpretar a su modo que el proceso electoral concluyó formalmente hasta Agosto de 2008 (una vez realizada la elección extraordinaria) y no en febrero, lo cual es totalmente FALSO, ya que, de acuerdo a un criterio emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (ante un caso similar), se entiende por proceso electoral a la suma del proceso electoral ordinario y los procesos extraordinarios que se pudieran presentar. De tal surte que, bastó con que el Consejero Electoral del IFE, Alfredo Figueroa les corrigiera la plana a los diputados locales, para evidenciar su ignorancia y echar abajo su intentona de ganar tiempo a lo chino.
Posteriormente, y cuando todo parecía indicar que no tendrían más remedio que sujetarse a los términos y tiempos de la reforma, los diputados del PRI en el Congreso local pretenden sacarse un nuevo argumento legaloide por debajo de la manga para echar abajo tal disposición.

 

El “argumento” es el siguiente: Resulta que los diputados “aprobaron” un proyecto de reforma, según el cual, aceptan que –a manera de homologar los calendarios electorales- la elección para renovar gobernador, ayuntamientos y diputados, sea el primer domingo del mes de Julio del año que corresponda, peeeeero mañosamente, pretenden incluir un TRANSITORIO en el que se diga que por única ocasión la elección para gobernador se realizará en el mes de Noviembre de 2010 y comenzará a aplicar el nuevo calendario para la elección de 2013. ¿Se da cuenta? Se lo voy a explicar de otra manera, porque en verdad, de tan descarado que lo hicieron, parece hasta increíble.

 

Los diputados aceptan que tienen que tienen que hacer la reforma, aceptan que se tienen que modificar los tiempos, aceptan que es necesario, ahhhhh pero no para este periodo. ¿No le parece estúpido? ¿No es tanto como decir: “Nos sujetamos a la medida, pero no en este momento”? ¿Cuál es el miedo o el motivo de no querer acatar una medida que sería sana para el país? La respuesta es sencilla: cuidar los intereses del patrón. Mire.

 

El hecho de adelantar la elección de Noviembre a Julio representaba una carambola en contra del gobernador Marín. Por un lado, si la elección se realizaba en Julio, significaba que habría gobernador electo desde Julio, y eso en la práctica se traducía en que Marín tendría que compartir el poder siete largos meses con un gobernador entrante, que sería el centro de todos los reflectores, pleitesías, lealtades, etc. En este espacio lo dijimos muchas veces, ¿podría alguien como Marín permitir eso? Jamás.

 

Un segundo aspecto negativo para Marín, es el poco tiempo para promocionar y ayudar a su “delfín”. Si aceptamos la teoría de que Zavala es la carta fuerte del gobernador (cosa que hasta el momento lo sigo dudando) Marín necesitaba más tiempo para lograr que su candidato creciera y le diera tiempo de alcanzar y rebasar a sus rivales en la carrera. Si aceptamos mi teoría de que no es Zavala el “delfín” y es alguien como Agüera o Blanca Alcalá, de igual manera el gobernador necesitaría tiempo para que –en el caso del primero- no tuviera los tiempos encima una vez amarrada su sucesión (las elecciones en la BUAP para rector son en octubre), y en el caso de Alcalá, para que tuviera al menos un año para promocionarse en el interior del estado. ¿Lo ve? En los tres casos Marín necesitaría tiempo para operar una campaña que le permitiera a su candidato llegar en una posición cómoda.

 

¿Lo ve? ¿Así o más claro? La propuesta priísta de reforma es una propuesta a modo para el gobernador y una burla para la inteligencia de todos los poblanos. Es intentar violar la constitución con un simple “Transitorio”. ¿Porqué no de plano se descaran más y ponen como Transitorio que: “Las presentes modificaciones surtirán sus efectos una vez que el precandidato chiapaneco sea el primer lugar en las encuestas para gobernador…?” o quizá otro Transitorio que rece: “En caso de que el favorito del ejecutivo no crezca en las encuestas, dichas modificaciones se postergarán de uno a tres años más, o el tiempo que fuese necesario para tal efecto…”


Así las cosas, los diputados en vez de pensar en aprobar una reforma que trajese beneficios para Puebla, optaron por aprobar una reforma que beneficiara (o no perjudicara tanto) a su jefe Marín. ¿Triste no? Si Marín les dice:


-“Se callan en las comparecencias”,
-“Sí señor”.
-“Van a la comida de Zavala”
-“Sí señor”
-“Aprueban la reforma”
-“Sí señor”
-“¿Qué hora tienen?”
-“Las que usted diga señor gobernador”

 

*Reconocimiento.

 

Un merecido reconocimiento póstumo a la brillante trayectoria del Abog. Jesús Antonio Malpica Aladro. Desde aquí un fuerte abrazo a toda la familia, en especial a Beto y a Juan Carlos, a quienes deseo encuentren pronto la resignación y el consuelo ante la irreparable pérdida de su notable hermano.

 



 
 

 

 
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