Poder y Política

Manuel Cuadras

17/11/2009

Radiografía de Blanca Alcalá


La semana pasada hablábamos acerca de las dos últimas cartas que podría utilizar el gobernador Mario Marín para impulsar en la carrera sucesoria, ante los magros resultados del delfín. Una es Blanca Alcalá y la otra Alejandro Armenta Mier. Refirámonos en esta ocasión a la primera.

 

Últimamente se ha mencionado mucho la estrategia de incluir a Blanca Alcalá en la segunda encuesta que realice María de las Heras, con el objetivo de restar el buen posicionamiento de Enrique Doger. Alcalá y Doger comparten el mismo perfil de electores, es decir, la gente que ve con buenos ojos a Doger también simpatiza con Blanca (y viceversa), esto debido a que ambos han gobernado la misma ciudad, ambos son vistos como “candidatos ciudadanos”, y ambos son percibidos como ajenos al marinismo.

 

El problema para Marín, en caso de inclinarse por Alcalá, es cómo justificar su inclusión en la segunda encuesta. Ya lo planteábamos en la columna anterior, ¿cómo medir a Alcalá, cuando ya se había acordado excluirla? ¿Qué les dirá Armenta a los aspirantes? “Incluimos a Alcalá para contrarrestar el posicionamiento de Doger…” ¿Qué dirán los aspirantes (sobre todo Doger)?

 

Ahora, suponiendo que la incluyan en la medición y no haya reacciones negativas (rompimientos); suponiendo incluso que obtenga la candidatura, ¿cómo hacer para contrarrestar el efecto negativo de no cumplir con su promesa de campaña?


Ciertamente, no todos los poblanos saben de la promesa hecha por la hoy alcaldesa durante su campaña. El ciudadano común (aquél que está alejado de los diarios, las columnas y la grilla) no sabe que Alcalá firmó ante notario para permanecer al frente del Ayuntamiento los 3 años de gestión, 7 de cada 10 poblanos lo ignora; sin embargo, haciendo un simple ejercicio de focus group, podremos constatar lo que sucede con esas 7 personas cuando se enteran que Alcalá no cumplirá su palabra. No se necesita ser adivino (ni experto en encuestas) para saber lo que sucedería: una debacle en el posicionamiento de la suspirante. ¿Qué opinaría la gente de la Presidenta? “Es igual que todos… Utilizó el Ayuntamiento como trampolín…” etcétera, etcétera, etcétera.

 

¿Quién lo dijera no? Lo que en su momento fue su mejor arma para derrotar a su oponente (Toño Sánchez), hoy es su punto más débil en su aspiración (sueño) por la gubernatura. ¡Vaya paradojas!

 

Hoy sin embargo, la alcaldesa busca romper con el maleficio de su firma y conseguir a toda costa la ansiada nominación, para ello, ha puesto en marcha una estrategia basada en dos vertientes:

 

1. Hacerse la víctima denunciando exclusión en su partido por no quererla incluir en las mediciones.

2. Justificar su eventual participación en la contienda, diciendo que “la gente se lo pide…”.

 

Vayamos por partes.

 

Primero: Nadie forzó a Blanca Alcalá a firmar nada, ella solita se quiso comprometer con los ciudadanos a ser una Presidenta de 3 años. Sintiéndose Peña Nieto, quiso mostrarse como una mujer de resultados y de palabra, y en un ánimo de “transparencia y honestidad”, firmó su compromiso ante los poblanos, por lo tanto, el hecho de que hoy no se le incluya en las mediciones, no puede ser considerado como un acto de exclusión, por el contrario, debería ser considerado como un acto de congruencia y cumplimiento a su palabra, ¿o acaso la olvidó?

 

Segundo: Decir que incumplirá con su palabra porque la gente así se lo pide, es una falacia monumental. ¿Alguien en su sano juicio lo creerá? Para nadie es un secreto que la actual administración municipal se ha caracterizado por ser una administración gris (blanca), sin obras importantes y con acciones aisladas. No es casual que el eslogan institucional se haya modificado en diversas ocasiones por no reflejar la realidad que viven los poblanos. Mire.

 

El primero de ellos fue: “Puebla Capital a tiempo…”


¿Es Puebla una Ciudad a tiempo? ¿Está el Ayuntamiento a tiempo con las exigencias de la gente? NO, por eso se cambió al segundo eslogan: “En Puebla Capital ponemos Manos a la Obra…” ¿Cuál Obra? ¿Cuáles obras? ¿Podrá decir Blanca Alcalá que su administración es la que más obras ha realizado? Lo dudo, por eso, para no entrar en polémicas ni despertar la crítica de la gente, la Presidenta optó por la cómoda frase de: “Tu gobierno Municipal 2008-2011…” ¿Y si Blanca decide irse antes de terminar? ¿Sufrirá modificaciones este eslogan? Imagine: “Tu gobierno Municipal 2008-2010…”

 

Ojo, no estoy diciendo que sea una administración pésima y que todo se haga mal, lo que digo es que no es (ni por mucho) una administración brillante que desate una lluvia de alabanzas a Blanca Alcalá y un deseo exacerbado por convertirla en gobernadora. Por eso repito nuevamente, ¿alguien en su sano juicio le creerá que las multitudes la aclaman y que las masas le piden que se lance? Alcalá sin darse cuenta está corriendo un riesgo muy alto, el de jugar a las fuercitas con sus oponentes, me explico: ¿qué gana Blanca recibiendo apoyos “espontáneos” de gente que le piden que se lance? Despertar a aquella multitud de gente que quiere exactamente lo contrario, que se quede, que cumpla. ¿Se imagina una marcha multitudinaria de ciudadanos molestos exigiendo que Blanca Alcalá cumpla con su promesa? ¿Le entrará al juego de las fuercitas? ¿Y si pierde?

 

Aunado al escenario complejo ya descrito, Alcalá enfrenta uno aún más grave: no cuenta con estructura propia. Zavala cuenta con la estructura de la Sedeso y toda la burocracia; Doger a través del Indema ha construido un ejército de rebeldes que buscan arrebatar el poder al marinismo; Chucho cuenta con la estructura del melquiadismo que anhelan regresar al poder; ¿Y Blanca? ¿Qué estructura tiene? ¿Qué operadores tiene? Ninguna, su “burbuja” se reduce a 3 integrantes (incluyendo a Giorgana y a la Presidenta del DIF).

 

Eso por hablar de una estructura política, hablando ahora de una estructura financiera, ¿qué empresarios respaldan a Alcalá? ¿Cómo y con qué va a fondear su campaña? En las reuniones de empresarios es muy recurrente escuchar que “Blanca no cumple los acuerdos”. Existe un descontento entre la cúpula empresarial de Puebla con la alcaldesa porque no les ha cumplido como esperaban, como ella misma se comprometió. Ante una eventual contienda entre Alcalá y Moreno Valle, ¿con quién preferirán apostar (invertir)? ¿Apostarán nuevamente por Alcalá con el riesgo de que no les cumpla nuevamente?

 

La pregunta es, ¿cómo entonces llegó a ser Presidenta sin tener estructura? La respuesta es simple: porque todos le prestaron sus propias estructuras, mire: ¿Qué estructura política llevó al triunfo a Alcalá? ¿La de Víctor Giorgana? ¿La de Edgar Chumacero? ¿La de Salvador Sánchez? NO. Fue el marinismo, el dogerismo y el melquiadismo. Con los 3 hizo acuerdos que después no pudo cumplir.

 

¿Qué estructura financiera llevó al triunfo a Alcalá? ¿La de Fernando Ariza? ¿La de Ramírez Carranza? ¿Los amigos constructores de su hermano? NO. Fueron las principales cámaras de constructores, hoteleros y restaurantes, y que hoy comentan que “Blanca no cumple”.

 

¿Qué estructura social llevó al triunfo a Alcalá? Los miles de ciudadanos, mujeres y jóvenes que la vieron como una opción diferente. ¿Les cumplirá a ellos?

 

Recientemente un columnista hablaba acerca de las legítimas aspiraciones de Blanca Alcalá de buscar la gubernatura; difiero un poco, la aspiración de Alcalá es totalmente legal, mas no legítima. Y respecto a que no cumple los acuerdos, ¿qué les puedo yo decir..?

 



 
 

 

 
Todos los Columnistas