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Poder y Política
Manuel Cuadras
26/05/2009
La bufalada equivocada
Puebla vive una epidemia similar a la producida por la famosa influenza hace algunas semanas. Se trata ahora de una epidemia política que al igual que la pasada contingencia sanitaria, ocupa todos los encabezados, columnas y espacios de la mayoría de los diarios locales.
Se trata de la Epidemia Z, ¿sus síntomas? Alucinaciones, pérdida de la memoria, diarrea (mental) aguda, altos niveles de estrés, entre otras.
Aunque aún se desconocen a ciencia cierta los orígenes de este mal, algunos investigadores afirman que provino de alguna ranchería del municipio de Pijijiapan, Chiapas, a causa de un niño portador, que posteriormente mutó en un gen político, y que hoy por hoy es la principal causa de muerte en las conciencias de muchísimos periodistas.
La Epidemia Z es altamente peligrosa debido a su gran facilidad de contagio, por lo cual, los expertos han recomendado: No leer artículos baratos y tendenciosos; no entrar en contacto con personas identificadas con el Grupo A H1 Zeta 1; no aceptar productos (condicionados) de la Secretaría de Desarrollo Social; no acudir a eventos masivos donde se rinda culto al ego Z; y se recomienda el uso de cubreoídos cuando se escuchen halagos excesivos al PROYECTO Z. En caso de no atender las presentes recomendaciones, la persona puede sentirse obnubilada, confundida y con náuseas (asco).
Contagiados de esta epidemia, muchas personas (entre ellas algunos destacados analistas) han perdido su capacidad de crítica y, de manera temprana y equivocada, se han sumado a la bufalada que pretende besarle la mano a un Dios que no es Dios, a un rey que no es rey, a un candidato que no es tal.
Así, cada día vemos, leemos y escuchamos un “argumento” distinto para “convencernos” de que el delfín es, en efecto, el mesías prometido. Mediante sofismas y falacias se pretende demostrar que la carrera sucesoria está definida y que el abanderado del PRI no será otro que Javier López Zavala. Un ejemplo de dichos sofismas, es lo acontecido en la última semana: Según algunos periodistas, el hecho de que el delfín se haya reunido con casi todos los miembros del gabinete marinista, significa que TODOS lo apoyan, y más aún, que eso equivale a que ya ganó la candidatura con un año de anticipación, ¡vaya FALACIA! Veamos.
El hecho de que Zavala se reúna con sus compañeros de gabinete no quiere decir que éstos inexorablemente lo vayan a apoyar, sería tanto como pensar que Zavala apoyó a Montero (para senador) en 2006, “porque el gobernador se lo pidió”. Una cosa es que el gobernador “tire línea” y otra cosa muy distinta es que se acate. El gobernador puede dar indicaciones en muchos aspectos, y en muchos aspectos se le va a obedecer, pero el asunto de la sucesión es cosa aparte, la razón es muy sencilla y ya la explicábamos la columna anterior con el ejemplo del Titánic, conforme se acabe el tiempo, conforme se hunda más el barco, las indicaciones del capitán perderán fuerza y cada quien buscará su propio bote para salvarse de quedar fuera.
Pero suponiendo sin conceder, que efectivamente Marín haya “convencido” a sus secretarios, y suponiendo sin conceder que TODO el marinismo haya cerrado filas en torno a Zavala, ¿eso garantiza algo? ¡Por favor! El marinismo en un año va a ser un cuerpo en descomposición tan apestoso que nadie querrá ni si quiera acercarse a él, mucho menos tendrá la fuerza para imponerse como grupo en una elección tan complicada. ¿No acaso TODO el gabinete de Fox estaba unido en torno a Santiago Creel? ¿Y luego? ¿Qué pasó? ¿No acaso TODO el gabinete del poderoso Bartlett estaba unido para apoyar a José Luis Flores? ¿Y luego?
Como verá, el hecho de que un gabinete cierre filas en torno a un “candidato oficial” no es nuevo, ni tampoco es garantía de nada, mucho menos en el caso del marinismo que, como decía, dentro de poco tiempo entrará en su fase de putrefacción. De acuerdo a la mayoría de las casas encuestadoras (Datamática, Parametría, Opina, etcétera). 8 de cada 10 poblanos no vería con buenos ojos que el próximo gobernador fuese alguien del grupo en el poder. ¿Cómo entonces le hará Marín para convencer a esos 800 mil poblanos que no son parte de su Gobierno y a quienes no les puede ordenar que apoyen a Zavala?
“El poder dura un rato y se va”. Eso dijo recientemente una candidata a diputada por el distrito de Ajalpan. Cuánta razón encerrada en esas palabras. Esa es la lógica del poder, así se mueven los grupos, es la lógica de los pesos y contrapesos. Obvio, dichas palabras adquieren mucho más relevancia en esta sucesión, viniendo de quien las dijo, nada más y nada menos que de Julieta Marín Torres. ¿Así o más claro?
Como se dará cuenta, la actual bufalada que se ha desatado en torno al PROYECTO Z, además de prematura, corre el gravísimo riesgo de estar equivocada, pero eso se compone una vez que destapen al verdadero candidato: “yo siempre estuve con usted, siempre supe que usted era el bueno…” Así son los priistas.
*Sin comentarios.
El día de ayer me dio mucha risa leer una columna en la cual se despotricaba en contra de Jesús Morales Flores. El visceral autor de la columna le dijo de todo: lo denostó, lo calumnió, lo insultó, mire: “J. M. Flores no es, por mucho, un político culto, leído y menos inteligente, de ésta manera deviene en ser la perfecta antítesis del político moderno, sofisticado, con liderazgo que todas las sociedades necesitan (…)sabemos que es traidor, inestable, mentiroso, feo, odioso, viejo, repulsivo, prepotente, altanero, incumplido, ignorante, pendenciero, echador, patán, farsante, ventajoso y mamón…” Seguramente usted se preguntará: ¿quién es el agudo, crítico y congruente autor de dichas líneas? Descúbralo usted mismo:
“Yo Antonio Hernández y Genis haré todo lo que a mi alcance esté, para evitar que algún día el tal Chuchito Morales Flores, gobierne nuestro estado. Nunca me perdonaría el permitir que algo tan vergonzoso sucediera…”
Hasta aquí la repugnante y cómica cita.
Cualquiera que leyera las combativas frases de Genis, pensará que este tipo (en congruencia a lo que plantea) seguramente apoya a algún candidato brillante, que sea culto, talentoso, inteligente, preparado. ¿Qué pensaría usted si le dijera que el candidato de este paladín de la congruencia es Javier López Zavala? Bueno, de hecho no solamente es su candidato, Hernández y Genis en alguna ocasión se declaró “archizavalista” (o una estupidez parecida).
Ahora resulta que Zavala es el político “moderno, sofisticado, con liderazgo que todas las sociedades necesitan, y que no es ni mentiroso, ni feo, ni odioso, ni repulsivo, ni prepotente, ni altanero, ni incumplido, ni ignorante, ni mamón!!!
Sin palabras Genis…
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