Inicio >>La Presunta Izquierda

Herramientas

La Presunta Izquierda

Rubén Moreno Medina

Partidos y Reformas Legislativas.

En esté país todo puede suceder, después del encontrón del Poder legislativo con la Cámara de la Radio y la Televisión, y una vez aprobada una reforma electoral más en el país, aún sigue la discusión política sobre el tema en los diversos espacios públicos, del  mismo modo algunos gobiernos locales como el de Coahuila y Aguascalientes entre otros, han manifestado su oposición a la misma, cabe señalar que la reforma debe ser votada en las 32 legislaturas locales.

Bajo esté contexto nacional, nos encontramos con los actos violentos que el grupo guerrillero del EPR ha emprendido en contra de algunas instalaciones de PEMEX en diversas entidades, por si fuera poco en un nuevo comunicado plantean políticamente sus diferencias con la izquierda partidaria.

Y todavía más, se suma ahora el ingrediente de la entrevista concedida a la revista “Quien” por parte del ex Presidente Vicente  Fox, quien con todo el descaro, sin medir las consecuencias políticas y todo lo que ha suscitado en la opinión pública, se atreve a mostrar una riqueza económica en medio de la pobreza de millones de mexicanos. Pobre país, apenas sale de una situación de polarización social y entra a un túnel en donde  las fuerzas partidarias de nueva cuenta se confrontaran, por la desmesura de un mandatario que nos gobernó, situación que mete en apuros a Felipe Calderón Hinojosa y al PAN, como diablos podrán justificar tal estupidez política.

Por otra parte el Poder Legislativo en estas últimas semanas sigue involucrado  a fondo en dos grandes pendientes de la agenda nacional: la reforma electoral y la reforma fiscal. Dos asuntos uno político y el otro económico que nunca estuvieron separados.

Los legisladores de las tres principales fuerzas partidarias- PAN, PRI, PRD- negociaron, condensaron y aprobaron una reforma electoral que de manera ineludible los llevo a enfrentarse de manera insólita con la Cámara de la Radio y la Televisión, sobre el manejo discrecional de los recursos económicos que sirven para apoyar en tiempos electorales, algunos proyectos del poder político en México y también sobre la regulación del tiempo que dispondrán los partidos en la radio y la televisión.

Más allá de los 3 mil millones de pesos de ahorro político en publicidad de medios, el fondo de la discusión sobre la reforma, tiene que ver con la utilización maniquea que hacen algunos grupos de poder para beneficiar a alguna elite partidaria. La radio y la televisión se convirtieron muy pronto en el mejor medio eficaz para detener los lentos procesos democráticos en México.

Un bien público se convirtió en el espacio propicio para hacer campañas políticas de manera clandestina, sin que nadie normara su comportamiento, en donde los propios órganos electorales y los partidos fueron rehenes de una embestida que en el corto y largo plazo tuvo sus consecuencias. Los propietarios de la radio y la televisión tampoco fueron capaces de evitarlo, simplemente vendieron espacios a quien pagará, no les importo en ningún momento las  instituciones públicas y la democracia misma.

Es claro que las reformas electorales no están terminadas, aún falta mucho por hacer para garantizar un mejor sistema de partidos, existen todavía vacíos legales y políticos que imposibilitan tener una democracia de mejor calidad política. Sin embargo el actual modelo electoral se agoto después del 2 de julio pasado, fue mejor prevenir desde este momento el funcionamiento del IFE que mantenerlo bajo sospecha, efectivamente es un ente público y autónomo, goza de cabal salud pública, pero las reformas han logrado que camine sólo y alcance la mayoría de edad, por lo tanto el relevo de quien lo representa actualmente, será saludable para todos, además se busca que funcione de mejor manera, por alguien que garantice la legalidad, estabilidad y gobernabilidad que requiere el país.

El sector empresarial y los concesionarios de los medios electrónicos, nunca han podido entender el proceso de transición democrática que comenzó en México, de manera inmediata anteponen sus intereses por los significados de mejorar las actuales condiciones políticas, en donde va implícito que los partidos políticos tengan que hacer sus propias reformas internas.

De igual forma la sociedad merece mejores canales de interlocución con los poderes públicos, las asignatura pendientes de la Reforma del Estado debe tomar en cuenta aún muchas propuestas de la sociedad, de lo contrario se corre el riesgo de tener partidocracias fuertes sin sustentos sociales. Los dirigentes partidarios lo saben, los procesos electorales son la mejor expresión de la voluntad popular para valorarlos o castigarlos.

El país debe conducirse bajo nuevas condiciones del quehacer político, las instituciones públicas tienen que fortalecerse antes de que sucumban ante los cambios que se están generando en el mundo contemporáneo. Un modelo de país como el actual, nunca podrá resolver los grandes desajustes sociales y económicos, el desarrollo requiere de los grandes acuerdos políticos entre todos los actores y en consecuencia los partidos tienen que responderle a la sociedad en sus exigencias de mejores condiciones de vida.

Tampoco se trata de unanimidades, pero si en cambio de lograr que los contrapesos políticos funcionen, para que ninguna fuerza política anteponga sus posturas autoritarias que vulneren la pluralidad y la legalidad.

Las divergencias sobre el proyecto de país seguirán su curso, serán debatidas en todos los espacios y en cualquiera de los comicios federales o locales, son parte necesaria de las libertades políticas de todos los ciudadanos. Ahí esta la propia reforma fiscal, cuestionada de fondo por la izquierda y aprobada por el PAN y el PRI.

La democracia participativa todo los días camina a pasos lentos, algunos son demasiado tardíos, pero está vía que los mexicanos hemos decidido, tiene sus deficiencias todavía, debemos por lo mismo  buscar que las reformas ahora sean de fondo, para modificar en beneficio de todos las actuales condiciones sociales, económicas y políticas del país.