La Presunta Izquierda


Rubén Moreno Medina


Entre destapes y tapados políticos


Nadie sabe a ciencia cierta tanto en el PRI como en el PAN, cuantos serán los que se destapen y quiénes son los tapados que desde ahora se disputan la candidatura por la gubernatura en Puebla.


Es cierto que muchos políticos poblanos y la  llamada clase política podrán decir que falta mucho tiempo y que cometen un error aquellos que se adelantan. Sin embargo poco les importa e interesa lo anterior a quiénes suspiran por disputarse y llegar al gobierno poblano.


¿Cuánto tiempo falta?, casi nada, haciendo cuentas y especulando políticamente, al actual gobierno local le faltan tres años para cumplir su mandato, el último de hecho es meramente simbólico, los dos restantes son fundamentales y en el 2009 tenemos la coyuntura del proceso federal electoral, un factor que influirá en términos locales, por lo mismo el tiempo se reduce a uno sólo.


Estas y otras son las razones que ellos consideran estratégicas, por eso andan tan encarrerados y el poder los sigue enloqueciendo, su objetivo principal en estos momentos es ganar, desde ahora trabajan para construir sus bases sociales de apoyo, tejen todo tipo de acuerdos y relaciones políticas, después esperaran la nominación de sus partidos y si las condiciones no les favorecen, sin duda alguna lo harán por otras vías partidarias.


Los panistas hacen lo propio, simulan un encuentro interno para hacer una reflexión sobre los últimos resultados electorales que obtuvieron en Puebla, y dicho evento se convierte en una reunión facciosa para cerrarle el paso a Rafael Moreno Valle, su más reciente adquisición.


Del encuentro de tribus azules y de los principales generales que han mantenido el control del PAN en Puebla, todos formados en la derecha y con puestos de representación popular importantes, nunca supimos nada del presunto balance político que hicieron, mucho menos de los acuerdos a los que llegaron y  sobre el por qué perdieron todo en Puebla en el 2007.


Lo cierto y lo público fue haberlos visto ahí sentaditos, como antes lo hicieron en sus escuelas confesionales, arrastrando el lápiz y en círculos de “reflexión”, para terminar diciendo que todos quieren ser candidatos, que nadie los descarte, que trabajaran por Puebla y que ahora son calderonistas.


Rafael Moreno Valle, Angel Alonso Díaz Caneja, Humberto Aguilar Coronado, Ana Teresa Aranda, Francisco Fraile García, Antonio Sánchez Díaz de Rivera; todos desde cualquier trinchera trabajan por la candidatura, unos más cerca del poder que otros, pero nadie cederá, algunos negociaran espacios y nadie podrá descartar al influyente Secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón.


Del lado priista, las cosas son más interesantes, dicho partido y sus pugnas internas son lo que marca la agenda política todos los días en los medios de comunicación. Análisis y columnas van y vienen todos los días sobre el quehacer político de los precandidatos, así los llamados del aun dirigente estatal del PRI, Valentín Meneses Rojas, conminando a sus militantes a la unidad y la institucionalidad del PRI, poco efecto han tenido, ningún grupo o corriente los respeta.


Jesús Morales Flores, organiza un desayuno con mujeres y es el primero en destaparse públicamente, aún cuando él lo niegue, seguirá teniendo reuniones y puebleando por donde lo inviten o el se invite sólo. Quiere generar su propia estrategia para forzar en su momento  la tan conocida “consulta a las bases” al interior de su partido.


Otros se mueven y promueven  en la discreción, no desean cometer algún error, mantienen buenas relaciones con los principales actores políticos de su partido en la Cámara de Senadores y de Diputados Federales. Tampoco desean ser mal vistos por el actual régimen de Felipe Calderón, le facilitan el trabajo parlamentario de reformas importantes al gobierno federal, su colaboracionismo de ninguna manera es gratuito.


Pero en Puebla carece de una estructura propia y de bases sociales que lo puedan impulsar a la candidatura.
El ex presidente municipal de la ciudad de Puebla, tiene cuartel de campaña, equipo político, relaciones políticas, irá a pueblear y seguirá metido en la disputa por el poder.


Tiene sus propios escenarios e ideas políticas, no es ningún improvisado, sabe y conoce de política, ha hilvanado todo tipo de relaciones, querido por unos y odiado por otros. Independientemente de sus tácticas para detener la presunta persecución política, un detalle, no ha dicho que saldrá del PRI, por lo tanto la batalla la seguirán dando desde dentro, hasta que se agudicen las contradicciones y ellos mismos decidan sus propias acciones políticas.


Salvo otro detallito, el PRI, es un partido político vertical y autoritario, se formo desde el poder, no esta hecho para tener una vida orgánica democrática, simplemente es pragmático y funciona como partido de gobierno.
Por otro lado, el actual Secretario de Gobernación, sabe que él también forma parte de la lista de los aspirantes a suceder al actual gobernador, Mario Marín Torres.


Su trabajo político le permite saber y conocer todo lo que sucede en el estado, de los grupos de presión, de las corrientes internas de su partido, del actuar de los presidentes municipales, de los dirigentes partidarios y organizaciones sociales, de quien y quiénes están haciendo campaña y con quien se reúnen.


Desde la posición que ocupa es muy privilegiada la información con la que cuenta, pero también tiene un desgaste natural.


Que sí Javier López Zavala regresa al gabinete y Alejandro Armenta Mier, va al PRI estatal como lo han venido informando en diferentes columnas periodísticas, sólo se conocerá en estos días por venir y después de la comparecencia de todos los funcionarios de “primer nivel” del gobierno.


De los destapados al interior del PRI, los dos últimos, Mario  Montero Serrano y del regreso de Javier López Zavala, como funcionario de Desarrollo Social, ambos tienen sus fortalezas y debilidades.


Ni uno, ni otro tomara ventaja en la lucha por el poder, sus fuerzas estarán en constante equilibrio político y serán contrapesos internos al interior del propio gobierno. Sólo una cosa, desde el poder tendrán ventaja sobre sus demás compañeros de partido, lo utilizaran, pero también los debilita interna y externamente.


Marín Torres sólo observará, medirá fríamente, calculará, pondrá orden,  sabrá el momento de jugar con otras alternativas y las impulsará, y salvaguardará la unidad de su partido.


Una más, independientemente de lo anterior, de ninguna forma pueden excluirse otros escenarios políticos en la sucesión, menos aún, de que las cosas pueden cambiar de un momento a otro, así es la política. Nadie puede negar que habrá factores nacionales que van a influir de una parte y de la otra, tampoco que el PRI la tiene fácil y que ganará como en la coyuntura electoral del 2007.


No me crean, sólo son algunos intentos sencillos e  interpretaciones sobre lo interesante que representa la disputa por el poder en Puebla.




 
 

 

 
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