Puebla en Perspectiva


Mario Riestra Piña

08/02/2010

Un aspecto relegado sobre el debate de las alianzas en Puebla


La opinión de aquellos que avalan las alianzas entre los partidos PAN y PRD, sobre todo en la prensa del estado de Puebla, ha sido sub-representada. El debate se ha centrado en torno a la diversidad ideológica de ambas fuerzas políticas, dejando de lado el argumento central que ha llevado a diversos intelectuales de talla nacional a justificar estas coaliciones bajo circunstancias específicas. Se ha querido argumentar que las diferentes visiones de gobierno entre los partidos PAN, PRD, PANAL, PT y Convergencia hacen prácticamente imposible la creación de una plataforma política común.


Sin duda no será tarea fácil, aunque con voluntad política e imaginación bien podrían idearse soluciones creativas. Tomando en cuenta que Puebla ocupa el tercer lugar en pobreza a nivel nacional, según datos oficiales de CONEVAL, el frente opositor adoptara como bandera una “Alianza Social para el Combate a la Pobreza”. Ese tema, por sí mismo, sería un argumento suficientemente robusto como para aglutinar a los partidos en cuestión, acabando de tajo con el argumento de la incompatibilidad entre el agua y el aceite.


Aun así, en esta ocasión quisiera concentrarme en la otra parte del argumento pro-coalición, ya que también éste debe ser puesto bajo la lupa. Se debe revisar si la tesis común que han esgrimido intelectuales como José Antonio Crespo, Denise Dresser y Ricardo Raphael de la Madrid se sostiene en el caso de Puebla. Su argumento puede resumirse en los siguientes postulados:

  1. Las coaliciones entre partidos ideológicamente tan distantes (como el PAN y el PRD) se justifican como estrategia para dar fin a un régimen autoritario y caciquil. José Antonio Crespo, periódico Excélsior.

  2.  

  3. Durante los últimos años hemos presenciado la resurrección del autoritarismo, donde los "nuevos virreyes" gobiernan a su libre albedrío. Son corruptos, poderosos e impunes. Para descabezarlos habrá que desterrar al PRI de las gubernaturas, con alianzas PAN-PRD comprometidas a instrumentar cambios profundos en la gobernabilidad a nivel local. Se trata no sólo de sacar al PRI de sitios como Oaxaca, sino de gobernar mejor allí. Denise Dresser, periódico Reforma.

  4.  

  5. No se trata de una alianza en todos los estados, sino en aquellos donde el cacicazgo asfixia a la democracia, aquellos estados que no se han visto beneficiados con la alternancia. Aquellas entidades en donde se requiere sacudir la correlación de fuerzas ya que estos gobernadores controlan todo, lo mismo la prensa, que los empresarios, las universidades y la sociedad civil. Ricardo Raphael de la Madrid.

Por ende, los poblanos deberíamos cuestionarnos si nuestro estado cumple con las características reseñadas ya que pareciera que a nivel nacional esa es la imagen que proyectamos. La pregunta subyacente es si Puebla tiene una democracia suficientemente consolidada que proporcione condiciones de equidad a todos los contendientes, donde exista rendición de cuentas y se fomente la participación informada de la sociedad civil.


Todas estas variables son difíciles de cuantificar y, por ende, un tanto cuanto subjetivas. Sin embargo, existe un indicador que debiera llevarnos a reflexionar el tipo de democracia que queremos, a saber: la concentración del poder. En Puebla, el gobernador ejerce control sobre los demás poderes del estado. Nadie cuestiona el origen de la conformación actual del Congreso estatal (al final de cuentas la elección de diputados se dio a través de una elección). Sin embargo, bien valdría la pena el reflexionar respecto a la pertinencia de que el partido del ejecutivo controle directamente también casi el 63% de sus diputados.

 

Sin afán de llegar a conclusiones determinantes, sería bueno que los argumentos planteados por los medios de comunicación nacionales, antes reseñados, sirvan para que los poblanos nos cuestionemos la calidad de democracia a la que aspiramos. De igual forma, valdría la pena reflexionar respecto a la relación que nos gustaría observar entre los diferentes poderes del estado. Finalmente, los grandes teóricos y arquitectos de la división de poderes buscaban que existiera una relación de pesos y contrapesos que sirvieran como balance para impedir la concentración excesiva de poder.

 



 
 

 

 
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