Pulso Político
Gabriel Sánchez Andraca
18/04/2012
La importancia del petróleo
Nuestro país no sería lo que es si el Presidente Lázaro Cárdenas no hubiera tomado la histórica decisión de nacionalizar el petróleo, que estaba en manos de empresas gringas e inglesas que se llevaban nuestra riqueza a cambio de migajas.
Entonces, como ahora ocurre con Argentina, surgieron voces de condena contra nuestro país y los gerentes sajones de las empresas explotadoras tuvieron actitudes altaneras y amenazantes en contra de la máxima autoridad de nuestro país.
Los colonialistas no toleran que los colonizados se rebelen, no toleran que decidan ser dueños de su propio destino, que decidan ser dueños de sus fuentes de energía, ni siquiera que pretendan ser independientes en materia alimentaria, porque eso les resta poder.
Gracias a la expropiación petrolera, los mexicanos pudimos avanzar económica y socialmente: se impulsó la industrialización del país, la educación pública, laica y gratuita; los servicios de salud, se creó infraestructura carretera, se electrificaron grandes ciudades y pequeñas poblaciones. Era la época en que fuimos ejemplo a seguir para todos los países hermanos de América Latina.
Llegaron los tecnócratas de Carlos Salinas y todo cambió: ahora se hacen esfuerzos por convencernos de que entregar el petróleo a empresas privadas nacionales y extranjeras nos conducirá a la riqueza y al bienestar a todos, mientras países como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina y algunos países árabes han nacionalizado o están por hacerlo, su petróleo o su gas, por considerar que si no tienen soberanía energética no podrán avanzar.
Con la derecha en el poder, hemos perdido soberanía alimentaria al tener que importar —en tiempos normales— el 56 por ciento de los granos básicos (arroz, frijol, maíz) y en tiempos difíciles —como los actuales en que hemos padecido sequías, inundaciones y heladas— el 75 por ciento de los alimentos para el pueblo.
Se ha querido llevar a la quiebra a Pemex para justificar su privatización, no construyendo refinerías y así se da el caso de que exportamos petróleo crudo e importemos gasolina a un precio mucho mayor, no sólo por el proceso de industrialización a que se somete al petróleo, sino por su transportación desde los Estados Unidos. De ahí los gasolinazos mensuales a los que ya nos tiene acostumbrados el gobierno federal de Felipe Calderón, que por cierto, rompiendo una tradición de nuestro país, criticó la decisión soberana del gobierno argentino, empleando términos poco diplomáticos como: “acción poco responsable”, “inútil”, “que provocará que no lleguen inversiones” al país sudamericano, esas expresiones presidenciales rompen con el tradicional respeto de los gobiernos mexicanos a la soberanía de todas las naciones y con las que la inmensa mayoría de los mexicanos no estamos de acuerdo, pues aunque el presidente crea (es característica de los presidentes panistas estar fuera de la realidad) que con lo que dijo se sacó un 10, la realidad es que ha sido reprobado por la gran mayoría de los habitantes de este país.
El 10 se lo dieron, seguramente, los gobiernos derechistas de países coloniales o que fueron coloniales y aspiran a seguirlo siendo.
Peña Nieto no caerá en la guerra sucia
El candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, dijo ayer en Puerto Vallarta, Jalisco, que no piensa responder a los ataques de sus adversarios políticos, pues si lo hiciera contribuiría a dividir a los mexicanos y lo que él pretende es unir a todos para juntos resolver los graves problemas del país.
Las campañas políticas, señaló, no son para atacarnos, sino para confrontar proyectos, ideas que contribuyan a solucionar nuestros problemas.
Esta no es una lucha de enemigos, sino de adversarios que se respetan pese a sus diferencias y que exponen ante los ciudadanos los proyectos que consideran adecuados para resolver la problemática nacional. “No caeré en la trampa de iniciar una guerra de improperios. Se trata de confrontar ideas y proyectos y no de insultarnos unos a otros. Yo seguiré buscando la unidad de todos los mexicanos para poder avanzar en la construcción de un México justo, seguro, en el que sus habitantes cuenten con igualdad de oportunidades para su desarrollo”.
No vino Vázquez Mota, pero estuvo Quadri
Si bien la candidata del PAN a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, no vino —como se había anunciado— a un acto en el que dirigiría un mensaje a los jóvenes, pero sí estuvo aquí ayer el candidato presidencial del Panal, don Gabriel Quadri.
El señor Quadri es especialista en ecología y le preocupa mucho la conservación del medio ambiente.
Nunca ha sido político, ni había participado en actividades políticas que se sepa, pero está considerado como un buen académico.
Ha propuesto el cobro del IVA en medicamentos y alimentos, la privatización de Pemex, la creación de una policía compuesta por 400 mil elementos (más que el Ejército y la Marina juntos), educación de calidad para todos y otras cosillas por el estilo.
Dio una conferencia de prensa ayer, pero la hora fue cuando esta columna ya se había cerrado.
Desde luego que estuvieron con él todos los candidatos a senadores y diputados federales por el Panal, en su inmensa mayoría expriistas, aunque algunos candidatos panalistas de otras partes del país han hecho llamados para votar por Peña Nieto, el candidato presidencial del PRI.
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