Pulso Político


Gabriel Sánchez Andraca

02/03/2012

 

El negocio de los partidos


En la percepción del ciudadano de a pie, la política y el narcotráfico, son los mejores medios en este país, para enriquecerse fácil y abundantemente.


Y así lo demuestra el hecho de que en medio del agitado clima electoral por la renovación de Poderes federales y con la perspectiva de buscar posiciones locales dentro de dos años en que tendrán que renovarse ayuntamientos y diputaciones que tendrán que cubrir un periodo de cuatro años y meses, para embonar con las elecciones federales, hayan surgido en Puebla, grupos empresariales, perdón, políticos, que pretenden crear empresas político-electorales, para beneficiarse de las prerrogativas que por ley, el gobierno estatal debe dar a los partidos políticos.


Ya le informamos que el gobierno estatal acaba de incrementar las prerrogativas económicas a los partidos registrados en más de 30 millones de pesos, pues de los 17 millones 298 mil pesos que recibían, pasaron a recibir 48 millones 185 mil pesos, lo que significa un incremento de 30 millones 887 mil pesos.


Los partidos locales que buscan su registro, para participar de la piñata electoral, son de momento tres: partido Pacto Social e Integración (PSI) partido Compromiso por Puebla (CPP), y el Partido Ciudadano Anticorrupción (PCA) pero a estos podrían agregarse muchos más, pues los partidos chiquitos, ya existentes, que menos reciben, son más de 3 millones de pesos anuales. Como dicen en mi pueblo, “échele lápiz”.


Los partidos pequeños son un negocio redondo: sus gastos se concretan a sueldos a sus dirigentes, generalmente buenos sueldos, pago de una o dos secretarias, pago de renta del local para oficinas y una o dos computadoras y desde luego pago de luz.


No tienen obligaciones con nadie, pues carecen incluso de estructura, de organización. Su militancia es esporádica, es decir, sólo cuando tienen que realizar algún acto hacen acarreo de alguna gente que se conforma con algún pequeño obsequio en efectivo o una despensa y el viaje en autobús, de ida y vuelta. ¿Qué ideología podría tener un partido cuyo nombre es Pacto Social e Integración o Compromiso por Puebla? ¿Cuál sería la propuesta del partido Ciudadano Anticorrupción?


Sin duda que con este tipo de organizaciones políticas locales, la democracia en Puebla y en el país, no ganaría absolutamente nada. Estos partiditos buscarían, para llegar a tener el 2 por ciento de los votos que les garantizara su registro, una alianza con las tres fuerzas políticas nacionales reconocidas: PRI, PAN y PRD.


¿O usted percibe alguna ventaja para el mejoramiento de la primitiva democracia mexicana?

 

Aplazan el viaje a México, aspirantes de Izúcar

 

Seis aspirantes a la diputación federal del distrito 14, con cabecera en Izúcar de Matamoros: Maritza Marín, Saúl Coronel Aguirre, Juan Manuel Vega Rayet, Aristeo Ariza, Fausto Rendón, Roberto Juan López Torres, irían hoy a la ciudad de México, acompañados del presidente estatal de su partido, el PRI, Fernando Morales Martínez, para hablar con el secretario de organización, Miguel Ángel Osorio Chong, del comité nacional.


De última hora se les informó que el viaje se aplaza para fecha aun no determinada, pero que serán atendidos como merecen.
El objetivo es plantear las razones por las que los priistas de la región no aceptan la candidatura de Filiberto Guevara, expresidente municipal de Izúcar y diputado local con licencia y solicitar que la designación se haga tomando en cuenta a los aspirantes mencionados, a quienes los demás se comprometen a apoyar, sea quien sea el elegido.


En Puebla son dos distritos en los que el PRI aun no toma una decisión: Izúcar y el noveno de Puebla.


En el noveno, para el que se inscribieron 13 aspirantes, los más fuertes son, Julián Haddad y Víctor Manuel Carreto y todo parece indicar, que entre ellos está la bolita, pero al igual que en Izúcar, habrá que esperar la decisión del comité nacional.

 

Las encuestas sólo orientan


Le comentamos ayer del desplome de la confianza que los mexicanos tienen en los actores de la vida nacional y en sus instituciones y en esa lista se debieron agregar las encuestas.


Las encuestas dejaron de ser confiables desde hace tiempo, desde que el primer presidente panista del país, Vicente Fox Quezada, medía su popularidad casi a diario, mediante encuestas y éstas arrojaban un alto porcentaje de aceptación para la pareja presidencial y para el gobierno panista en general.


En las elecciones intermedias, todas las encuestas daban el triunfo para la renovación de la Cámara de Diputados, al Partido Acción Nacional y resultó que éste perdió cincuenta curules, es decir, el PAN inició la segunda mitad del periodo gubernamental de Fox, que triunfó con un porcentaje de aceptación del 70 por ciento, con cincuenta diputados menos en el Congreso federal. Un golpe gravísimo para cualquier partido político en una verdadera democracia.


Y tres años más tarde, el candidato a la presidencia, de Acción Nacional, si de veras ganó la elección como se dijo oficialmente, el triunfo lo obtuvo con menos de un punto porcentual en la votación. Y eso en los momentos en que las encuestadoras hablaban del alto porcentaje de aceptación para el gobierno foxista.


Bueno, pues ahora, el Presidente Felipe Calderón, anuncia en una reunión de banqueros, que la candidata de su partido a la presidencia, Josefina Vázquez Mota, está abajo del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, por solo cuatro puntos y unos días después, se dan a conocer resultados en el sentido de que la señora Vázquez Mota, va entre 7 y 8 puntos abajo del candidato priista. Y según esa misma encuesta, Andrés Manuel López Obrador, que tenía 20 puntos hace unos días, ya va en solo 16 y aquí en Puebla todo mundo se sorprende de la gran cantidad de personas que manifiestan que votarán por el “Peje”.


Las encuestas, nos dice alguien que sabe de esto, pueden ser una herramienta valiosa para medir, en determinado momento, las preferencias ciudadanas por un candidato o un partido o pueden ser también, una herramienta de propaganda política en época electoral, para desanimar al adversario e influir en el ciudadano común.


En México, donde el ciudadano en general es cada día más desconfiado (la mula no era arisca, la hicieron) las encuestas, ya no son creídas sino analizadas: ¿de dónde vienen? ¿Quién las pagó? ¿A quien tratan de beneficiar? Y un sin número de preguntas que todos se hacen.

 

Las campañas todavía no se inician y todo lo que se diga hoy respecto a la popularidad de un candidato, podría cambiar mañana o en unas horas. Es mejor tener un poco de paciencia y esperar el momento adecuado para poder evaluar una encuesta. No por mucho madrugar, amanece más temprano. Se inicia marzo y las elecciones son en julio.

 



 
 

 

 
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