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Pulso Político
Gabriel Sánchez Andraca
10/05/2012
El Presidente se mete en la campaña
El Presidente Felipe Calderón y funcionarios de su gabinete, como el titular de la Secretaría de Economía, Bruno Ferrari, tuvieron que entrar de lleno a la campaña política para ayudar a su decaída candidata Josefina Vázquez Mota, que, según la percepción general, ya está ubicada en el tercer lugar de la competencia.
No puede interpretarse de otra manera el discurso del propio Presidente de la República, echándose porras por el número de casas construidas para la clase trabajadora, según dijo, y afirmando que ya se acabó la incertidumbre de los mexicanos que veían devaluarse la moneda y perder parte de sus ahorros en cada cambio de gobierno, “como ocurría en el pasado”.
No pueden decir que el gobierno no está interviniendo en la lucha electoral, cuando el secretario de Economía, don Bruno Ferrari, llama en una conferencia de prensa “ladrones” a exfuncionarios del PRI que, según su afirmación, contrataron deudas que ahora está pagando el pueblo de México. “Aún estamos pagando malos manejos de políticos ladrones”, señaló.
Y tanto él como el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, le echaron porras al gobierno de Calderón, al que sirven, afirmando que la inflación ha sido una de las más bajas de los últimos años y que ahora, con los salarios mínimos, los trabajadores pueden comprar más que antes. Dijeron que la economía mexicana ha crecido, incluso más de 0.7 por ciento en producción industrial de 2000 a 2011, nosotros tuvimos un crecimiento de 2.1 por ciento, lo que quiere decir “que el desempeño de la economía mexicana fue 10 veces superior al crecimiento de la producción industrial estadounidense”.
Como ve, eso de la pobreza, de la pobreza extrema, de la falta de empleos, del crecimiento del ambulantaje, son puros cuentos inventados por malosos enemigos del PAN y de sus preclaros y honestísimos funcionarios, que afortunadamente están ahí para aclarar las cosas.
La corrupción, sigue creciendo
Durante el debate, o eso que se ha dado en llamar “debate”, el candidato del Panal, Gabriel Quadri de la Torre, presentó una gráfica muy elocuente que muestra, con toda claridad, cómo ha crecido la corrupción en México durante los últimos 11 años, es decir, durante los gobiernos panistas.
Esa afirmación del candidato del partido de “La Maestra” no mereció la más mínima respuesta o aclaración de la candidata panista Josefina Vázquez Mota, quien no dijo nada y, como se sabe, el que calla otorga.
Los políticos no son santos, aunque algunos panistas se crean santos, y la gran mayoría tienen cola que les pisen.
Denunciar los abusos de poder, las triquiñuelas y las raterías de muchos políticos o funcionarios públicos debería ser algo normal y no extraordinario. Pero, como dice Miguel Ángel Rivera en su columna “Clase Política”, de nada sirve la denuncia si no hay castigo.
Si un alto funcionario del gobierno federal afirma que en gobiernos anteriores, en los “gobiernos del pasado”, en los del PRI, pues, hubo funcionarios ladrones, es porque tiene pruebas, y si tiene pruebas, está obligado a presentarlas ante la autoridad judicial, que deberá proceder a un juicio en contra de quienes se han hecho millonarios a costa del dinero de la nación.
La presidenta de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, la perredista Estela Damián, ha puesto al descubierto una enorme fuga del dinero de Petróleos Mexicanos. ¿De qué servirá esa denuncia si no hay acciones judiciales en contra de los implicados?
Las denuncias que se hacen contra altos funcionarios públicos o exfuncionarios, en época electoral, no tienen por objeto buscar que se haga justicia y se lleve a juicio a los “políticos ladrones” del pasado o del presente. Su objetivo es meramente electorero, es desprestigiar al adversario para restarle fuerza pues, pasada la elección, todo vuelve a la normalidad absoluta, es decir, seguirá habiendo corruptelas sin castigo, corruptelas que quedarán impunes y que sólo se harán públicas en la medida en que sirvan para el desprestigio del adversario político.
Notas breves: El conflicto político existente en Izúcar de Matamoros no es nuevo. Es producto de la inmadurez de los políticos regionales y de la falta de civismo de muchos de sus habitantes que se prestan a hacer plantones, cierres de calles, de carreteras, con cualquier pretexto. Desde hace aproximadamente 40 años, los conflictos políticos en la zona se han hecho más frecuentes y hasta más violentos, porque muchos de los lidercillos que ahí operan han hecho su modus vivendi de esa actividad. El presidente municipal de Izúcar, el doctor Carlos Gordillo, es priista, y entre sus principales adversarios hay priistas que son movidos por otros priistas descontentos por no recibir las prebendas que esperaban. En la región de Izúcar, los priistas han convertido a su partido en una olla de grillos. Como si fueran perredistas de hace unos años, forman pequeños grupos enfrentados entre sí que luchan por pequeños cotos de poder y, en esas luchas, causan muchos problemas a su pueblo. Pero bueno, los altos dirigentes del partido no intervienen y menos se interesan por reeducar políticamente a sus militantes………EL ASUNTO DE SAN Martín Texmelucan, aunque es distinto, tiene el mismo origen: grupos de comerciantes que se disputan los lugares del tianguis semanal que ahí se realiza, que son capitaneados por los oportunistas de siempre y que llevan años pelando (en lucha, dicen ellos) y que nunca han podido llegar a acuerdos.
Este tipo de problemas, que con frecuencia surge en algunos pueblos, podría resolverse con educación política que los partidos están obligados a impartir a sus militantes. Pero ninguno, absolutamente ninguno de los partidos existentes, tiene el más mínimo interés por educar a su gente, para que lleguen a ser ciudadanos respetables y respetados, que den prestigio a la organización política a la que pertenecen.
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