Pulso Político


Gabriel Sánchez Andraca

12/01/2011

 

Como en su primer día de clases


Este reportero ha sido testigo del inicio de varias legislaturas locales y por eso nos interesó mucho la crónica que nuestra compañera Selene Ríos, hizo sobre el acto efectuado el lunes, en el que los 41 integrantes de la nueva Legislatura, rindieron protesta.


Hay mucha diferencia entre lo que pasaba antes y lo que pasó el pasado día 10 y que con tanto humor fue relatado por Selene.
La protesta de los nuevos diputados, desde que todos eran del PRI, hasta que ya había un número importante de diputados de oposición, era un acto protocolario y nada más, al que solo concurríamos algunos reporteros (por razones de trabajo) y algunos despistados, que seguramente no tenían que hacer.


Los diputados que antier rindieron protesta, se vistieron como si fueran a hacer su primera comunión, con traje y zapatos nuevos, camisa nueva, corbata nueva, bien peluqueados, bien rasurados y las mujeres luciendo sus mejores galas.


Ah, pero lo más hermoso fue verlos acompañados de sus familias. Señoras y niños o señores y niños, limpios y relucientes, como si fueran a una fiesta, bien sentaditos, como si estuvieran en la iglesia, bien portados, dando pruebas fehacientes, de que la unión familiar en la Puebla levítica y conventual, existe.


Fueron tantos, que no cupieron pese a que el acceso fue restringido y con boleto. Los diputados, unos tímidos, otros no tanto y otros más, los que ya antes han ocupado cargos similares en el estado y en la federación, con un garbo que tocaba los límites de la soberbia, con miradas retadoras, como diciendo, esto ya me lo se. Veían a sus compañeros primerizos con cierto desdén, bueno, se sentían como la mamá de Tarzán.


Ante todo eso, un ciudadano común puede pensar que los diputados son muy importantes políticamente hablando. Y lo deberían ser si todos cumplieran con su deber, pero por desgracia, no es así.


La mayor parte de quienes llegan a un puesto de esos, no tiene ni idea de qué se trata. Van porque tendrán durante tres años un sueldo envidiable e influencias también envidiables, pero no cumplirán ni siquiera con el trabajo más elemental de un diputado, que es el de recorrer su distrito, dialogar con sus habitantes, estar pendiente de los problemas que los aquejan, de que las autoridades municipales cumplan bien con su trabajo y de intervenir cuando algún funcionario mayor o menor, abuse de su autoridad. Deberían ser los auxiliares más importantes del gobernador en este caso, para bien gobernar al estado, pero por desgracia no lo son, nunca en la historia, lo han sido.


Los diputados locales y federales, tienen un coordinador, que es el que se encarga de “cuidarlos”, como a los niños de una escuela, para que no hagan travesuras. Hay dos o tres destacados, que serán los que hagan uso de la tribuna y los que suban a responder las críticas o los ataques de sus compañeros, pero la gran mayoría, solo dirá sí, cuando tengan que decir sí y dirán no, cuando tengan que decir no.


Los que llegan presumiendo que se van a comer el mundo a puños; que van a ser duros contra los corruptos, que van a poner a medio mundo de cabeza, en unas semanas más, serán mansos corderos. Así ha sido siempre, así será ahora. La diferencia solo estuvo en los inicios, en el acto de protesta. Ahora fue como el de inicio de clases en algún colegio privado, con la asistencia de padres y madres de familia, todos emocionados, todos con lagrimas a punto de brotar, todos estrenando, todos bañaditos y bien portados……Qué bonito, ¿verdad?

 

Pero ahora sí tendrán que trabajar


Tenemos conocimiento de que el gobernador electo, Rafael Moreno Valle Rosas, tiene intenciones de que los diputados, todos, sí trabajen.


Para obligarlos a hacerlo (trabajar) todos formarán parte de alguna o de algunas comisiones, pero además, constantemente les pedirá informes a través de sus funcionarios de la situación que guardan sus distritos en lo político, en lo económico y en lo social. Deberán acompañarlo a las giras que realice al distrito de cada uno, sin importar su filiación política, para que sean ellos los que le informen directamente de los problemas que le sean expuestos por los ciudadanos.


Es decir, tendrán que hacer su trabajo o quedar en el mayor de los ridículos al no saber informar o al informar mal.


Muy pocos son los diputados que presentan iniciativas propias en el Congreso, la mayor parte, se concreta a aprobar las que envía el jefe del ejecutivo. No creemos que en esto haya cambios, pero con que por lo menos estén pendientes de sus distritos y contribuyan a resolver sus problemas, avanzaríamos mucho.

 

Ayer murió el maestro Franklin Guevara


El maestro Franklin Guevara, quien fuera funcionario de la Dirección General de Gobierno durante varios años, director de Gobernación Municipal, en el ayuntamiento de Marco Antonio Rojas Flores y en sus inicios, maestro de varias instituciones de la entidad, como el Centro Escolar “Lázaro Cárdenas” de Izúcar de Matamoros, falleció ayer a las 3.30 horas.

 

Sus restos fueron velados en Valle de los Angeles y luego cremados.

 

Su muerte fue sentida no solo en esta capital, sino en varias partes del estado. Como funcionario de la Dirección de Gobierno, intervino en numerosos conflictos políticos, siempre con buenos resultados. En dos o tres ocasiones, tuvo que asumir la presidencia de los concejos políticos que sustituyeron a los ayuntamientos constitucionales, para calmar los ánimos de las poblaciones soliviantadas y en el papel de presidente, la hizo bien.

 

Fue un hombre entregado por completo a su trabajo y eso le ganó el aprecio y el reconocimiento de mucha gente, tanto de esta capital, como del interior del estado. Nuestro sentido pésame a sus familiares.

 



 
 

 

 
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