Pulso Político


Gabriel Sánchez Andraca

24/08/2012

 

La unidad priista

 

En votación secreta ante el dirigente nacional de su partido, Pedro Joaquín Coldwell, en la ciudad de México, los 14 diputados electos del Partido Revolucionario Institucional por el estado de Puebla, eligieron por unanimidad y dando un ejemplo al mundo de unidad y democracia, a quien será el coordinador de su fracción, el señor diputado por San Martín Texmelucan, don Carlos Sánchez Romero, que por primera vez en su vida ocupa una curul en el palacio legislativo de San Lázaro.


No crean que fue fácil esta elección: aspiraron a ella tres experimentados políticos poblanos: doña Rocío García Olmedo, representante del distrito electoral federal que tiene por cabecera a la ciudad de Atlixco; don José Luis Márquez, diputado por Zacatlán de las Manzanas, que fue el mandamás de la actual legislatura local, cargo que dejó para sacrificarse en una curul federal, que lógicamente está mejor cotizada en el mercado, y el imprescindible, el único, don Javier López Zavala, quien desde que perdió la gubernatura del estado, en la pasada elección local, no ha podido ver la suya, derrota tras derrota, ha sido el camino que lo ha llevado hasta haber resultado electo como diputado plurinominal por Puebla. Pero ya en vísperas de tomar posesión, necesitaba una derrota más y se lanzó a la conquista de la coordinación de la fracción parlamentaria priista de Puebla, y como se esperaba, resultó derrotado, pero no vencido. Espera como premio de consolación, lo mismo que don José Luis Márquez, su fiel


escudero en la pasada campaña local, ser tomado en cuenta para integrar una importante comisión legislativa. Doña Rocío espera que su partido le dé la coordinación de las


mujeres legisladoras, que son un buen número. Se lo merece.


Decimos líneas arriba que la votación fue secreta y frente al dirigente nacional del tricolor, pero antes, tres de los cuatro aspirantes se retiraron, previas negociaciones, para dejar solo al que finalmente resultó triunfador por unanimidad, en una jornada


democrática que envidiarían los legisladores suizos.


El elegido, señor diputado Sánchez Romero, feliz de su triunfo, dijo que su elección y el voto unánime de sus compañeros, eran prueba de la unidad que priva en las huestes priistas poblanas.


Los priistas siempre han estado unidos en torno a la línea que reciben de sus superiores. A eso le llaman institucionalidad. Ahora, por el desbarajuste que se vive al interior de los partidos políticos, esa institucionalidad se denomina prueba de unidad. Bueno, pero el caso es que la diputación federal poblana, a unos días de empezar a trabajar en el palacio legislativo de San Lázaro, en la capital del país ya tiene coordinador. Es tal vez el más bisoño de los diputados federales poblanos. Joven, inexperto en las lides legislativas, tendrá a su lado a un gran maestro, al veterano de los


actuales legisladores de Puebla, quien tiene una carrera legislativa, a nivel local y nacional, poco común, quien ha servido como alto funcionario de varios gobiernos locales, quien ha dirigido a las aguerridas y nada sometidas huestes campesinas de la CNC de la entidad, a don Jesús Morales y Flores, el decano de los actuales representantes populares de Puebla. La revolución está en marcha.

 

El camino correcto de don Felipe


El Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, dijo en Sinaloa, una de las entidades que durante su gobierno fue de las más golpeadas por la delincuencia, que en la lucha contra ésta, escogió el camino correcto.


Son muchos los mexicanos que no están de acuerdo con la opinión presidencial sobre su proceder en este caso. Comparan “esta guerra” con la incursión de un panal de abejas en una casa habitación. Si al percatarse de la presencia de las industriosas abejitas, el jefe de la familia que habita la vivienda llama a los bomberos o a alguien que sepa de apicultura para que les echen humo y puedan retirar el panal con el menor riesgo posible para los habitantes de la casa, se dirá que hizo lo correcto.


Pero si en vez de eso, toma un palo de escoba y agarra a golpes al panal, las abejas se volverán agresivas y en poco tiempo invadirán todos los rincones de la casa.


El señor presidente, con su camino correcto, alborotó al panal y lo volvió agresivo, más agresivo que nunca, provocando la muerte de más de 70 mil mexicanos, el desplome del turismo nacional e internacional en determinadas entidades del país, la fuga de capitales, el cierre de muchos negocios medianos y grandes, la salida de muchos connacionales que se sintieron amenazados por una delincuencia sin control, algo que


nunca había ocurrido; el aumento de la corrupción, un gasto excesivo en los cuerpos de seguridad pues hubo necesidad de contratar más gente, pero sobre todo, de comprar armamento en cantidades enormes y sostener un aparato de seguridad en constante crecimiento.


Dijo que su lucha contra la delincuencia organizada, no fue obsesión personal, sino una necesidad, pero durante casi todo su sexenio se la pasó hablando de la delincuencia organizada y de sus presuntos triunfos sobre ella, el caso es que al final de su sexenio, se incrementa la violencia en estados del norte y del sur y la delincuencia empieza a atacar entidades donde su actividad era baja.


A escasos cien días de su gobierno, el problema parece no tener salida y la situación general del país empeora por el incremento de los precios en alimentos básicos. La escasez y la elevación en el precio del huevo, solo vino a hacer patente, el agravamiento del problema económico del país, que afecta a quienes menos tienen.

 

Notas breves: La aprobación de los diputados locales a la propuesta del diputado Enrique Nácer, de que en vez de que haya una ceremonia del Grito, el 15 de septiembre, haya dos, una en el Palacio Municipal y otra en los Fuertes de Guadalupe y Loreto, constituye algo inédito en el país, digno de formar parte de los récords Guinness. A los mexicanos nos gusta celebrar en grande nuestras fiestas patrias. Qué mejor que poder dar dos gritos en vez de uno, de tener dos fiestas, en vez de una, y de escuchar dos veces el tañer de la campana que nos recuerde lo que ocurrió hace más de 200 años en Dolores Hidalgo, Guanajuato, cuando al padre Hidalgo se le ocurrió encabezar la bola. Uno de los gritos será en el Centro Histórico y otro en los cerros históricos. Nuestro pueblo humilde podrá darse un baño de historia, pero lo más importante, habrá chalupas y antojitos gratis. ¿Sabe lo que eso significa para miles de familias que cada día comen menos por la carestía, y que siguiendo las recomendaciones del señor secretario de Economía, don Bruno Ferrari, teólogo eminente, no consumen huevo para castigar a los encarecedores? La gloria ni más ni menos. Viva México……Una alianza entre el PAN y el PRD sería una alianza antinatural, pero podría darse, como ya se ha dado en algunas ocasiones. En las elecciones locales próximas, si el PRD no se alía con alguien, aunque sea con el PAN, corre el peligro de hacer el ridículo si se lanza en solitario con un candidato a la presidencia municipal de Puebla, por ejemplo. Nunca ha ganado una diputación de mayoría, ni siquiera en las elecciones federales pasadas, en que en Puebla ganó su candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador. Puede ganar algunos municipios perdidos en la geografía poblana, pero nada más. Su problema es que es un partido dividido, sin estructura, sin organización y con la mayor parte de sus militantes desideologizados.

 

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