Pulso Político
Gabriel Sánchez Andraca
Las campañas que vienen
Entramos en el último cuatrimestre del año, es decir, en la recta final del 2008; y el 2009 es un año electoral en el que habrán de elegirse diputados federales para renovar la cámara correspondiente.
Los partidos políticos empezarán, en los próximos meses a escoger, entre sus militantes a quienes deberán representarlos con garantía de triunfo.
El PRI no puede arriesgarse, puesto que en las elecciones federales pasadas, le fue bastante mal. Fueron las elecciones federales más trágicas de su historia, pues perdió por primera vez desde 1929, las dos senadurías de mayoría y solo ganó cuatro diputaciones, mientras su tradicional adversario obtuvo las dos senadurías de mayoría, más dos de representación proporcional y doce diputados de mayoría y dos de representación proporcional. El PAN pues, fue el triunfador de la jornada. Que sus diputados y sus senadores no tengan presencia real en la vida política de Puebla excepción de tres o cuatro, esa es otra cosa, pero lo cierto es que ganaron y su triunfo se debió más a errores del Revolucionario Institucional, que a simpatías de la gente por el partido representante de la derecha.
Haber convocado a los priístas a un examen para en base a los resultados, seleccionarlos, fue un gravísimo error que provocó descontento en los más de cien aspirantes inscritos.
Hasta los priístas que no participaron en ese “examen” se sintieron agraviados, engañados.
No hay nada tan eficaz para hacer perder al PRI, se ha visto ya en varias ocasiones, que hacer que los priístas se enojen con su propio partido.
Abrir de par en par las puertas a los aspirantes que quieran participar en la contienda para designar candidatos, no es signo de democracia interna, sino de torpeza interna.
Los priístas están acostumbrados al manejo de las ternas o sea, se manejan tres nombres por cada distrito, se hace una evaluación de la fuerza que cada uno tiene, de la penetración en los diversos sectores, del trabajo social y político realizado y en base a eso, se resuelve. Quien en la evaluación ocupe el segundo lugar, quedaría como suplente. Eso es mucho menos desgastante que el sistema “democrático” que quisieron emplear recientemente.
El PRI, no puede darse el lujo de perder en esta elección.
Nunca como ahora, el PAN está tan desprestigiado por el pésimo papel que ha realizado en los últimos ocho años al frente de la Presidencia de la República y nunca ha tenido una dirigencia nacional tan mediocre como la actual.
Los panistas han dado muestras de ser, como gobernantes, bastante malos, pero como partido de oposición, fueron buenos, gracias a dirigentes capaces y hasta brillantes que han tenido. Ahora que tienen el poder federal, su dirigencia nacional deja mucho que desear.
LAS IMPOSICIONES LAS PRACTICAN TODOS
Quienes militan en algún partido político deben estar de acuerdo en que en todos, no solo en el PRI, en todos, hay imposición de candidatos desde el centro. Los muy democráticos y cristianos panistas van a negar que la candidatura de quien unos días antes de su postulación para el senado por Acción Nacional, el doctor don Rafael Moreno Valle y Rosas, era diputado federal con licencia y local en activo del PRI, ¿fue una imposición derivada de arreglos en la cúpula de su partido con la ultrademocrática dirigente vitalicia del magisterio nacional?
Las imposiciones se dan y se seguirán dando con democracia o sin ella. El político que no reconozca esa realidad, estará frito.
Pero la militancia de un partido está en posibilidad de exigir a sus dirigentes, que hasta los candidatos impuestos, tengan cualidades de sensibilidad política y social, que les facilite el triunfo. Buenos candidatos, aunque sea impuestos, harán ganar al partido que los postule; malos candidatos, aunque sea electos en un proceso democrático interno, harán perder a su partido.
El desprestigio de los partidos políticos entre la gente común, es terrible. Sus dirigentes están obligados pues, a recobrar la confianza que los ciudadanos han perdido en ellos.
LA COMPETITIVIDAD, IMPORTANTE PARA EL DESARROLLO
Todos los estados de la república buscan el mayor grado de competitividad, porque consideran que eso es de la mayor importancia para el desarrollo, pues representa la oportuniad para el diseño e impulso de políticas públicas y objetivos prioritarios que permitan mejorar la competitividad en la entidad.
Ayer en la ciudad de México, tuvo lugar un acto de lanzamiento del “Indice de Competitividad Estatal 2008: Construyendo Agendas del Futuro”, en el que estuvo con la representación del gobernador Mario Marín Torres, el subsecretario de Planeación de la Secretaría de Finanzas y Administración, licenciado Jorge Arroyo García.
Según nos comentó el Indice de Competitividad Estatal, representa el análisis de la realidad competitiva de la entidad, a través de diez factores que permiten conocer las distintas posibilidades de atracción o retención de inversiones, es una radiografía que permite la prospectiva que para el desarrollo y la competitividad deberán impulsarse en el mediano y largo plazo.
Los diez factores son los siguientes: Sistema de derecho confiable y objetivo; Manejo sustentable del medio ambiente; Sociedad incluyente, preparada y sana; Economía dinámica e indicadores estables; Sistema político estable y funcional; Mercados de factores de producción eficientes; Sectores precursores de clase mundial; Gobierno eficiente y eficaz; Aprovechamiento de las relaciones internacionales y Sectores económicos con potencial.
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