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Gabriel Sánchez Andraca

Todo ha terminado. Solo queda, esperar

Hoy se dan por concluidas oficialmente las campañas políticas para elegir 217 ayuntamientos y 26 diputaciones de mayoría en el estado de Puebla.

Esta vez, las campañas políticas han sido más reveladoras que nunca, de la pobreza de todos los partidos, del bajo nivel profesional de los políticos salvo excepciones, de la descomposición política que priva en el país y que se inició con los tecnócratas priístas y está culminando con los gobiernos panistas.

Si las dirigencias partidistas, al finalizar este proceso, no se ponen las pilas, no escuchan la voz de los electores expresada directamente a sus abanderados, este país va a estallar.

Los políticos de todos los partidos, tienden a sentirse satisfechos consigo mismos, para lo que se alejan de la realidad, de una realidad que por muy clara que se manifieste, ellos se niegan a ver.

No hay nada más peligroso para un país, el que sus políticos se engañen a sí mismos y desgraciadamente los nuestros tienden a eso: los panistas antes de las campañas, habiendo barrido en las elecciones federales, se sentían dueños del Estado. Su talante soberbio lo exhibían en todas partes. Estaban seguros no solo de ganar esta elección, sino la elección de gobernador de dentro de tres años.

Sus conferencias de prensa, muy frecuentes, no eran para opinar, sino para pontificar. Más que diputados y dirigentes partidistas, parecían obispos y cardenales, lanzando mensajes «urbi et orbi» «a la ciudad y al mundo», mensajes que constituían órdenes que debían acatarse a riesgo de excomunión.

Pero las campañas no les resultaron como ellos suponían y vino su debacle y volvieron a la humildad franciscana de la que hicieron gala durante los años en que fueron solo partido de oposición.

La conducta nada edificante de Vicente Fox y Marta Sahagún y la corte celestial que los acompañó en el sexenio pasado y la falta de oficio del actual gabinete presidencial, también ha servido para medio ubicarlos en una realidad que no es nada envidiable para un partido político que se pavoneó siempre como ejemplo de honestidad y eficiencia.

EL PRI Y EL PRD, TAMBIEN TIENEN LO SUYO
Pero no solo los panistas se niegan a ver la realidad, también los priístas y los perredistas padecen del mismo mal.

A los priístas se les hizo fácil imponer candidatos contra viento y marea en varios municipios y distritos, contra la voluntad de sus militantes y contra el más elemental sentido común. El resultado fue una diáspora que aunque no quieran reconocerlo, debilitó a ese partido.

Ahora están felices pregonando su triunfo en la mayor parte de los municipios y distritos, creen que ellos, los priístas de cúpula, harán ganar a los candidatos. Grave error: muchos electores consideran al PRI, el menos malo de los partidos y tal vez en eso tengan razón. El pueblo, dicen los expertos, tiene un sexto sentido y eso les hace presentir con quienes les irá menos mal.

Es decir, el PRI es un partido tan mediocre como cualquier otro, pero que por el tiempo que ha ejercido el poder, lo puede hacer mejor, porque tiene a militantes mejor entrenados, mejor capacitados.

No es que el PRI sea un mejor partido, sino que es el menos peor.

Por lo que respecta al PRD, ayer le platicamos en este espacio los terribles problemas que confronta, que ha venido confrontando por años y que ni siquiera se intenta resolverlos.

Para un país que presume de democrático, tener estos partidos políticos, constituye una auténtica catástrofe. Sin partidos, la democracia no funciona y con malos partidos, la democracia funciona mal.

Las dirigencias partidistas consideran a los partidos como algo de su propiedad. Por eso se oponen a su crecimiento, por eso prefieren andar buscando candidatos entre la sociedad civil, que saben que una vez pasadas las elecciones, ellos se retirarán a la vida privada y no constituirán un peligro para sus ambiciones personales.

Los partidos se manejan como negocios particulares, en los que sus dirigentes, distribuyen los subsidios que reciben de los gobiernos federal y estatales, a su arbitrio.

Al PRD le tuvieron que congelar la cuenta bancaria que manejaba su dirigencia, ante el desorden de sus gastos.

La chiquillada es eso, la chiquillada, que a veces da pitazos designando candidatos más o menos buenos y aceptados, pero que en época no electoral, no realizan ningún trabajo político.

ACUSAN AL PRESIDENTE MUNICIPAL DE SANTA ISABEL CHOLULA
Esta columna recibió un escrito firmado por varios vecinos de Santa Isabel Cholula, mediante el cual se acusa del presdente municipal de ese lugar, José Salomé Pasio Grande, de ser un defraudador.

Concretamente lo acusan de haber cobrado escrituras aproximadamente a 280 personas, a razón de mil 300 pesos cada una y más adelante otros 800 pesos y luego 3 mil más para pago de notario.

Se comprometió a entregar escrituras y a resolver juicios intestamentarios de ejidatarios y pequeños propietarios que carecían de documentos. Los más afectados eran habitantes de Tlamapa, San Pablo, Santa Ana Acozautla y Ahuatempan.

Señalan como cómplices del alcalde a Baltazar Gómez Tlapanco, que es regidor y a Gabriel Chalchi Pasio, que es síndico municipal.

El temor del presidente municipal, José Salomé Pasio Grande, es de que el próximo presidente municipal ponga a descubierto este engaño y por eso se empeñó en que el candidato del PRI para sucederlo fuera Bernardino Contreras, que es contralor municipal, considerando que con él, no tendrá problemas a futuro.

Será cosa de ver como resultan las elecciones y cómo procederán las autoridades ante quienes los vecinos defraudados pongan su queja.