Pulso Político


Gabriel Sánchez Andraca


Fue un buen funcionario y puede ser un buen político


El nuevo dirigente estatal del PRI, Alejandro Armenta Mier, fue un buen funcionario público. En todos los puestos que ha desempeñado, ha demostrado capacidad, eficiencia, honestidad y algo muy importante, sensibilidad social. Su experiencia política es poca: presidente municipal de Acatzingo y diputado local por el distrito cuya cabecera es el municipio que gobernó.


Como titular de Desarrollo Social en el Estado, demostró que no se necesita andar de protagonista para hacer un excelente trabajo. Con discreción, con dedicación a lo suyo, sin andar en grillas palaciegas, se desempeñó como director estatal del DIF y luego como secretario de Desarrollo Social, habiendo realizado un muy buen trabajo, reconocido por todos.


Su designación como presidente del comité directivo estatal del PRI, lo mete de lleno a la «cuna de lobos», que si bien fueron viejos lobos de mar, han venido en decadencia desde que Vicente Fox los sacó de Los Pinos.


El discurso que el nuevo dirigente priísta poblano pronunció en su toma de posesión, llevando como secretaria general a Claudia Hernández Medina, quien sustituye a Laura Alicia Sánchez Corro, fue un discurso incluyente, algo sumamente necesario, en un priísmo que tiende a perredizarse.


La experiencia de Valentín Meneses, que le taloneó para lograr recomponer a un PRI dividido por el poco aprecio que los viejos priístas recibían de altos funcionarios del actual gobierno en sus inicios, debe servir de ejemplo. Gracias a esa recomposición, a ese restañamiento de heridas, el PRI pudo obtener los triunfos indiscutibles que tuvo en el pasado proceso electoral local.


EL RECONOCIMIENTO DEL GOBERNADOR


Alejandro Armenta, recibió el reconocimiento público a su trabajo, del gobernador del Estado Mario Marín Torres, quien lo calificó de gran operador, que logró bajar los programas y ponerlos al alcance de las personas (como secretario de Desarrollo Social) Dijo que el PRI se encuentra en buenas manos, para seguir compitiendo y ganar batallas electorales.


Beatriz Paredes Rangel, la dirigente nacional, por su parte, les dijo a los priístas, que no deben vanagloriarse con su triunfo del pasado proceso, pues la renovación del partido es necesaria día a día.


Insistió en lo que en este espacio hemos venido diciendo desde hace tiempo: «lo más importante es la inclusión». No puede haber priístas de primera, de segunda y de tercera. No pueden seguir existiendo pequeños grupos o burbujas de interés. Este país politicamente ha tenido un retroceso, en muchos aspectos, pero también ha habido avances y uno de ellos es que los militantes de un partido no aceptan dentro de su respectiva agrupación, la conformación de pequeños grupos, tribus, burbujas o corrientes. Hemos visto en el PRD, en el PAN y en el propio PRI, que la actitud de «los militantes de a pié», es simple y sencillamente retirarse y dejar sólos a quienes eso hacen o iniciar una guerra de desgaste contra ellos, hasta reventarlos.


Los aspirantes a un puesto de elección popular, del partido que sea, necesitan rodearse de simpatizantes que le ayudarán en su campaña y también, porqué no, si triunfan, en el desempeño del cargo. Pero no puede haber exclusiones grupales, porque se iniciaría una guerra en la que solo habría vencidos, sin vencedores. Una vez logrado el triunfo, debe haber unidad y respeto para todos y la gente capaz, del grupo que sea, debe tener el sitio que le corresponda dentro de la estructura de gobierno.


El problema surgido recientemente en el municipio de Izúcar de Matamoros, no tendría las repercuciones políticas que tiene, si el grupo priísta se encontrara unido. Quienes ganaron la elección, se sintieron con derecho de ver a los otros priístas como enemigos y las consecuencias fueron: el fortalecimiento del PRD y hasta del PAN.


EL ESPECTRO DE LA ANULACION, RONDA AL PRD


Como se ven las cosas en el Partido de la Revolución Democrática, las elecciones internas de dirigencia nacional y estatal, pueden ser anuladas ante la falta de claridad en el cómputo llevado a cabo en la ciudad de México, por la Comisión Nacional Electoral (Se les cayó el sistema).


Dicha comisión presidida por el senador ex priísta Arturo Núñez, ya tiró la toalla. Solo computó el 30 por ciento de la votación nacional y decidió dar por terminado el conteo, ante el cúmulo de irregularidades.


Jesús Ortega y Alejandro Encinas, se oponen a la posible anulación, pero no se ve otra forma de concluir este grave problema que enfrenta el partido de la sedicente izquierda mexicana.


Si esto, como se piensa, llega a ocurrir, habrá necesidad de formar una dirigencia interina que duraría hasta que fuera expedida una nueva convocatoria para la realización de otro proceso.


El caso de Puebla, está dentro del paquete en el que se suspendió el conteó y que afecta a ocho estados del país: Puebla, Edomex, Oaxaca, Veracruz, Chiapas, Tamps, Zacatecas y Distrito Federal, es decir, no hay nueva dirigencia y la Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia, resolverá sobre lo que se hará para resolver la crisis que afecta a los perredistas poblanos y a los de las otras entidades ya mencionadas.


EL DIPUTADO JOSE MANUEL BENIGNO PEREZ, más conocido como «Pepe Momoxpan» está organizando un debate, al que ha convocado a todo ciudadano que quiera participar, para conformar su agenda de trabajo dentro del Poder Legislativo. Esto es algo que el señor diputado debió tener desde la campaña, pero más vale tarde que nunca.

 



 
 

 

 
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