Pulso Político


Gabriel Sánchez Andraca

09/06/2009

Se agudiza la descomposición del país


Para los panistas en campaña, el único problema que existe en México, es el de la delincuencia organizada “a la que el Presidente Calderón, ha enfrentado como nunca antes se había hecho”, dice su propaganda y por eso, pide que los ciudadanos le otorguen su voto al PAN.


La verdad es que la delincuencia organizada es uno de los muchos problemas que el país confronta y que parecen no tener solución, porque la clase política que nos gobierna, demuestra no tener ni el conocimiento, ni la experiencia para enfrentarlos.


Tal parece que el país se les está deshaciendo en las manos y ellos, no por falta de voluntad, sino por incapacidad, lo están dejando escapar.


Dicen que el Presidente y su equipo, muy mediano por cierto, están aterrorizados con lo que esta pasando y eso, los lleva a cometer error tras error.


Lo que ellos buscan, lo que ellos quieren, es salvarse, mantenerse en el poder a como de lugar y tal circunstancia los puede llevar o los está llevando a tomar medidas equivocadas.


Saben los panistas que para ellos perder el poder, significaría no  recuperarlo nunca. La derecha nunca ha sido santo de la devoción de los mexicanos, que instintivamente, desde el siglo XIX han sabido distinguir entre la religión que profesan y el alto clero que gobierna a su iglesia y al cual sirven los derechistas de antaño y de ahora.


Los empresarios mexicanos (salvo raras excepciones) han querido aprovechar la fe religiosa del pueblo, para manipularlo políticamente y si bien eso les dio algunos resultados en el pasado, ahora ya no. El pueblo de ahora ya no es el de los tiempos del Porfiriato que a duras penas estudiaba la primaria. La educación laica y gratuita, con todo y sus grandes fallas, ha sido el gran factor del cambio.


La incipiente democracia mexicana, que por momentos parece no querer avanzar, no es obra del PAN, sino de la evolución de un pueblo que de casi ser analfabeta, pasó a tener a millones de bachilleres y a cientos de miles de profesionistas.


El regreso atrás pues, desde el punto de vista cultural, ya no es posible, por mucho que se esfuercen en lograrlo el PAN y sus aliados los grupos empresariales de derecha, las organizaciones secretas como el Yunque y desde luego el alto clero católico.


Los problemas son otros y tal vez más graves: el problema económico es gravísimo y el gobierno de don Felipe Calderón parece que lo está complicando más, al pretender ocultarlo y al tomar medidas que demuestran la desesperación de su equipo para hacer sentir a la población, que no se equivocaron al minimizar la crisis, al decir que se trataba de una simple gripita y al no tomar las medidas preventivas que hubieran alivianado un poco el golpe.


La pobreza va en aumento, el empobrecimiento de las clases medias, es un hecho; el incremento de la delincuencia común, robos, asaltos, asesinatos, ya se siente en las grandes ciudades, independientemente de los crímenes de la delincuencia organizada que tan solo el domingo, se despachó a 40 cristianos.


La delincuencia organizada es un problema que ha existido pero que se agravó cuando sin una estrategia adecuada, el gobierno le quiso hacer frente a puro valor mexicano. Fue como querer acabar con un panal de abejas, a garrote vil. En este asunto el gasto ha sido enorme y el costo en vidas humanas también. En la guerra que W. Bush le declaró a Irak hace ya algunos años, han muerto 3 mil gringos. En la guerra de Calderón contra el narco, van 10 mil mexicanos muertos, casi 3 mil tan solo en lo que va de este año y tan solo en este fin de semana, 40.


No ha habido ninguna campaña contra la adicción a las drogas y menos instituciones de tratamiento para los que ya cayeron en ellas.


La crisis provocada por el virus A N1H1, puso de manifiesto la pobreza y la poca eficiencia de nuestro sistema de salud y de paso el deplorable estado de nuestras instituciones educativas en cuanto a instalaciones sanitarias se refiere; las medidas adoptadas por el gobierno, le asestaron un golpe demoledor al turismo, uno de los pilares de la economía nacional.


Y si a todo lo anterior le agrega que se desplomaron los precios y la producción de petróleo, los ingresos por las remesas de nuestros trabajadores migrantes, declarados héroes por el egregio antecesor panista del actual presidente, el ahora promotor de la cultura y de la democracia don Vicente Fox y Quesada; el desplome de nuestras exportaciones y el de la inversión extranjera directa, tendrá un panorama de lo que está pasando y de lo que va a pasar en el futuro próximo. No hay que perder de vista, que nos acaban de prestar 47 mil millones de dólares, que tendremos que pagar, aun cuando el préstamo ha sido sin plan de inversiones previo y sin supervisión, solo por el buen comportamiento (eso dicen los economistas gringos) que el gobierno mexicano ha tenido, obedeciendo todas las indicaciones que le han dado el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Vota PAN.

 



 
 

 

 
Todos los Columnistas