Pulso Político


Gabriel Sánchez Andraca


El PAN no tiene memoria

 

El fallecimiento del licenciado Miguel López y González Pacheco, de los primeros panistas que hubo en Puebla y el primer diputado federal poblano que tuvo ese partido (1970-73) puso de manifiesto una vez más, que Acción Nacional es ya, un partido sin memoria histórica.


Nuestro compañero Zeus Munive, en su columna de ayer, refiere que en la capilla fúnebre había más priístas que panistas y es que don Miguelito era un panista de los de antes, de los que iniciaron ese partido en Puebla, de convicciones firmes. Los panistas de ahora o neopanistas, son empresarios o seudo empresarios, que decidieron ingresar a la política a raíz de que el Presidente José López Portillo, nacionalizó la banca.


Para ellos, el PAN se inicia en los setenta, con Manuel J. Clouthier como máximo exponente de la democracia. Manuel Gómez Morín, Efraín González Luna, Luis Calderón Vega, José González Torres, Manuel González Hinojosa, Rafael Preciado Hernández y muchos más que fundaron el PAN el 15 de septiembre de 1939, son cosa del pasado, que hay que olvidar.


Para ellos Acción Nacional se inicia cuando la clase empresarial o «la patronería nacional», como la llamaba José Angel Conchello, otro destacado dirigente panista, toma por asalto la dirigencia y se hace del partido, eliminando a los viejos panistas que desde 1939 habían venido luchando por hacer prevalecer el sistema democrático en nuestro país.


GONZALEZ PACHECO, FUE DE LOS PRIMEROS


No es la primera vez que «la patronería poblana» ahora incrustada en el PAN, se hace como que la vírgen le habla, cuando fallece un viejo panista. Don José de la Luz León, estuvo al frente de ese partido durante muchos años y gracias a él, el PAN tuvo alguna presencia en Puebla en los años cincuenta y sesenta.


Cuando falleció, ya muy anciano, hace unos años, no tuvo el menor reconocimiento del partido al que tanto sirvió. Otros viejos panistas que parte de su vida la entregaron al servicio de su partido, han fallecido y no han merecido la más mínima atención por parte de el panismo actual.


Los ingenieros Marcos Mastreta, Manuel Hinojosa, Manuel Iguiñiz, don Pedro de la Torre, don Martín Sánchez,que sirvieron con verdadera devoción a su partido, que sacrificaron muchos fines de semana para trabajar en la conquista de nuevos militantes, fallecieron sin que la dirigencia partidista hubiera hecho un público reconocimiento de su trayectoria y de su aportación a la «democracia», de la que ellos han sido beneficiarios.


Y es que en realidad hay dos corrientes en el PAN, la iniciada por Manuel Gómez Morín, en 1939 y la que asaltó al PAN para un proyecto empresarial, en los setenta, con Manuel J. Clouhtier a la cabeza. Son dos corrientes distintas y dos partidos diferentes. Para los doctrinarios o sea, los que siguen los postulados de Gómez Morín y grupo de intelectuales que lo siguieron, el partido debía ser escuela de política, escuela de democracia. El PAN estaba conformado con gente de clase media, con profesionistas respetables y respetados, como lo fue Miguel López y González Pacheco, catedrático universitario, abogado de instituciones bancarias y de la mitra, presidente de los abogados católicos, etc. Después de Maquío, los panistas relevantes son empresarios o seudoempresarios o empleados de los empresarios, sin oficio político, sin sensibilidad social, cuyo objetivo es llegar a un puesto público a como de lugar, desprestigiar a los adversarios políticos mediante campañas sucias; machacar una y otra vez sobre los defectos reales o supuestos del adversario, para hacer creer que ellos son la salvación, símbolos de la honestidad y de la eficiencia. Pero son incapaces de reconocer los méritos de los militantes de su propio partido, cuando emprenden el viaje sin retorno, si no pertenecieron a su grupo, al que llegó en los setenta, con Clouhtier al frente y del que formaron parte personas tan eficientes, tan brillantes, tan honestas, como Vicente Fox, Marta Sahagún y otros, de triste memoria.


SENSACIONAL CAMBIO DE CAMISETA


La licenciada Susana Wuotto Cruz, destacada miembro del Partido de la Revolución Democrática, del que fue diputada local y dirigente, defensora de los derechos de la mujer, asesora del ayuntamiento de San Gabriel Chilac, ha dejado al partido del sol azteca, para ingresar al siempre glorioso partido Convergencia, cuyo fundador fue el ex priísta Dante Renauro Delgado, hoy senador de la república por ese partido.


Doña Susana, entra a Convergencia con el pié derecho. No será una militante cualquiera. Se le recibe con honores y se le otorga la presidencia del comité municipal de ese partido en Puebla, con miras a convertirse en un futuro cercano, en candidata a una diputación federal y ¿porqué no? en próxima elección local, en candidata a la presidencia municipal.


Doña Susana es una mujer ampliamente conocida, que llegó a la capital de tierras tehuacaneras, donde inició su carrera política y profesional. Tiene inteligencia, simpatía y buena estampa y también tiene tablas. Convergencia hizo una buena adquisición, como se dice ahora, «dicho ésto, con todo respeto».

 



 
 

 

 
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