Pulso Político
Gabriel Sánchez Andraca
María Elena Cruz Gutiérrez, sigue al frente del PRD
El Partido de la Revolución Democrática en Puebla, está librando internamente una verdadera batalla revolucionaria antidemocrática: formalmente sigue siendo la presidenta del comité directivo estatal la doctora María Elena Cruz Gutiérrez, pero su puesto ha quedado como honorífico, hasta en tanto la Comisión de Garantías y Vigilancia, no agote los pasos legales para ungir oficialmente a Miguel Angel de la Rosa , a quien considera triunfador de la pasada elección. El problema surge cuando salta a la palestra otro viejo perredista, don Jorge Méndez Spínola, quien dice ser el presidente legítimo de su partido en Puebla.
Entonces tenemos a una presidenta estatal que como los reyes de Inglaterra manda pero no gobierna; a un presidente electo, que todavía no manda ni gobierna y a un presidente legítimo no reconocido por nadie, excepto por el grupo o tribu que comanda.
El PRD pues, está a la deriva. No tiene dirigencia desde hace meses. Desde antes del proceso interno para designar comité nacional y comités estatales, doña María Elena Cruz Gutiérrez ya no era apoyada ni por la secretaria general, doña Irma Ramos, ahora diputada local, menos por los diez o doce grupos, tribus o expresiones que hay en la entidad.
¿Ahora entiende usted porqué el PRD poblano no crece ni en infraestructura, ni en organización, ni en votación?
Tal parece que ese partido está condenado en Puebla, a seguir siendo lo que siempre ha sido: un montón de grupitos pelados entre sí, que rarísimas veces llegan a acuerdos, que no realizan trabajo de partido, que carecen de estructura y de organización y en el que todos sus integrantes creen poseer las virtudes y la popularidad necesarias para ser candidatos a lo que sea.
El problema es que lleva años así y ni el comité nacional, ni los propios perredistas poblanos hacen un esfuerzo serio para recomponer las cosas.
Como si realmente hubiera, como dicen algunos, infiltrados del gobierno en los grupos izquierdistas, para impedir a toda costa que ese partido llegue a ser un auténtico partido.
Nunca como en la pasada elección federal, el PRD llegó a tener tanta fuerza en Puebla en apoyo de Andrés Manuel López Obrador, como candidato a la presidencia y pese a eso, la dirigencia local, los encargados de cubrir con representantes todas las casillas, dejaron de hacerlo en más de mil. ¿No le parece eso sospechoso?
HACER AL PAN EN EL PODER, COMO EL PRI
Le hemos comentado en este espacio, que los panistas que tanto criticaron al priísmo en el poder, están haciendo exactamente lo mismo “pero peor”.
Los priístas con setenta años ejerciendo el gobierno en forma casi total, tenían experiencia, oficio y guardaban las formas. Los panistas son burdos en sus imitaciones y se ponen en evidencia ante la opinión pública.
Tal parece que dentro del PAN hay una corriente que pretende eternizarse en el poder, como lo hizo el PRI y por eso hace o pretende hacer, todo lo que el Revolucionario Institucional hizo y que ellos, desde su fundación el 15 de septiembre de 1939, han venido criticando sistemáticamente.
Ahora resulta que buscan alianzas hasta con los tan criticados líderes charros del sindicalismo priísta que si usted lee la revista La Nación , órgano oficial del Partido Acción Nacional, han sido los más cuestionados por el panismo militante a lo largo de su historia.
La alianza, anunciada ya por el presidente nacional del PAN, Germán Martínez, con Elba Esther Gordillo, la dirigente vitalicia del sindicato de maestros, el más grande de América Latina, que no rinde cuentas a sus agremiados de la forma en que utiliza los millones de pesos que recibe mensualmente de cuotas sindicales, es parte de la intención del grupo panista que quiere imitar al PRI, en eso de perpetuarse en el poder. Demuestra hasta qué grado ha llegado al seno del panismo, la descomposición moral de muchos de sus dirigentes y miembros.
LO QUE DICE MANUEL ESPINO AL RESPECTO
El ex dirigente nacional del PAN, Manuel Espino, acaba de hacer un llamado a los panistas que quieran implementar las prácticas del Partido Revolucionario Institucional a que renuncien al PAN y formen otra organización.
Durante la presentación de su libro “Señal de Alerta. Advertencia de una regresión política”, dijo que muchos panistas se indignan por algunas prácticas que antes denunciaban, pero que hoy que se hacen desde el espacio del PAN ya no son tan malas, o lo que es peor, se valen porque los tiempos ya cambiaron.
“A mí que no me vengan con eso, que no me vengan que con lo que viví casi 30 años en el PAN, hoy ya no tiene vigencia. Si ya no la tiene, digámoslo o discutámoslo en el espacio que debamos discutirlo, con o sin rechiflas, pero de frente para que cambiemos los estatutos o cambiemos las tesis históricas del PAN, y una vez cambiadas podamos reconocer que vivimos casi 70 años equivocados.
“Al PAN lo traigo untado en el alma y en la piel y me duele el alma y me duele el pellejo cuando pasan cosas que hieren al partido en su espíritu.
“Yo quiero estar en el PAN hasta el día en que me muera. Yo voy a luchar porque el partido nunca pierda su congruencia, pero me voy a cuidar y no les voy a dar el gusto de que me corran”.
Se podrá estar de acuerdo con don Manuel Espino o no estar de acuerdo, pero lo cierto es que en estos momentos en que todos los panistas parecen haberse alocado desde que llegaron al poder federal, él parece el único congruente, el único que no se resigna a la idea de que lo que su partido ha sostenido desde hace casi 70 años, ya no tenga vigencia porque a sus compañeros de partido, ya encaramados en los altos puestos del poder federal, les conviene que ya no la tenga.
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