Pulso Político


Gabriel Sánchez Andraca


Chucho Vázquez, el de Tepeaca ¿regresará al PRI?

 

Usted ya sabe la historia, un priísta con cierto renombre, que ha ocupado algunos puestos públicos como síndico o regidor en el ayuntamiento de su pueblo, presidente municipal, diputado local, etc., siempre como abanderado del PRI, llega a pensar que el Partido Revolucionario Institucional no sería nada sin él, que la gente vota por él, no por los principios o programa de acción del partido que lo postula y entonces se pone flamenco y exige más y mejores posiciones políticas y si sus ambiciones no son satisfechas, entonces amenaza con irse del partido “y llevarse a “su” gente”.


El PAN y el PRD, siempre carentes de cuadros para competir con candidatos propios  en una elección, los reciben con entusiasmo y pasando sobre los derechos adquiridos con el tiempo, de sus propios militantes, los hacen candidatos y a veces los llevan al triunfo.


Eso fue lo que pasó con  José de Jesús Vázquez, que inició su exitosa carrera dentro del PRI en el 93 como síndico del ayuntamiento de Tepeaca, luego fue presidente municipal  del mismo municipio y finalmente diputado local.


En las elecciones del 2006 quiso ser candidato a diputado federal y al no lograr la candidatura priísta, se pasó al PRD, entusiasmado por la popularidad de Andrés Manuel López Obrador, candidato a la presidencia de la república, pero de todos es sabido que el PRD hasta ahora, no ha ganado en Puebla, ninguna diputación, ni federal ni local, de mayoría.


Derrotado, anduvo algún tiempo de capa caída. Se sentía incomprendido y “desperdiciado” políticamente hablando. Y su obsesión era siempre, regresar al hogar (PRI) que nunca debió abandonar.


Los estatutos priístas son muy claros: un militante deja de serlo, desde el momento en que acepta ser candidato por otro partido. Las posibilidades de retorno de don Chucho Vázquez eran pues, casi imposibles, pero…..siempre hay almas caritativas en este mundo traidor de infamias lleno. Y una de esas almas tendió su mano amiga hacia don Chucho y de paso, se la tendió a un panista de nombre Arturo Honorato Jiménez, también ex presidente municipal de Tepeaca.


Fue un ex diputado priísta que funge como delegado de la Secretaría de Desarrollo Social del Estado, el que salvó a esas almas perdidas haciéndolos subdelegados de la misma dependencia.


Ya encarrerado, Chucho Vázquez, a quien le dicen El Negro, quiere regresar al redil que abandonó en un momento de ofuscación. Tal vez pensó que se le recibiría con honores y no dudamos que muchos de sus amigos o “cómplices”, como decía don Mario Vargas Saldaña, el inolvidable jarocho que fue delegado nacional del PRI en Puebla varias veces, así lo harían, si la militancia de Tepeaca se los permitiera. Pero esa militancia ha reaccionado negativamente. No quiere que Chucho regrese al PRI por traidor. Dicen que quien traiciona una vez, lo hace siempre.


Un documento muy bien elaborado, en el que se incluyen recortes de periódicos que dan cuenta de las arbitrariedades que en su tiempo cometió contra los ciudadanos tepeaquenses y declaraciones contra el que fue su partido (PRI) firmado por más de cien militantes de la mencionada población, entre quienes hay varios ex alcaldes priístas, ex diputados y ex dirigentes municipales, le será entregado a Alejandro Armenta Mier, dirigente estatal del Revolucionario Institucional, para justificar su oposición al regreso de quien por intereses personales, por capricho, abandonó al partido que lo hizo funcionario municipal y estatal.


Ya le habíamos comentado en este espacio que los militantes priístas recibieron con molestia, con enojo, el anuncio de que se buscaría regresar al redil a las ovejas que se habían descarriado. Nadie quería eso, pues tal pareciera que se premiaba la traición y se castigaba la lealtad.


Hoy que parece que se quiere concretar aquel anuncio, ya está la primera rebelión, la de los militantes priístas de Tepeaca.


A FALTA DE TRABAJO, ESCANDALO


Los panistas no son gente que realice trabajo de campo para hacer crecer a su partido. Tal parece que creen que es mejor y más efectivo hacer un escándalo mediático, que ponerse a trabajar para atraer a nuevos simpatizantes y para crear la infraestructura que tanta falta les hace.


Ayer todos los diputados panistas y bellas damas que los acompañaron, vistieron de luto y depositaron una ofrenda floral, ¿sabe porqué? Porque la mayoría priísta había aprobado la Ley de Transparencia que ellos que son minoría, no querían que se aprobara. Ellos querían una ley “de avanzada”, como no la tiene el gobierno federal panista, que ha impedido que se aclaren los negocios de los hermanos Bribiesca, el despilfarro que el gobierno de Fox hizo en la construcción de la megabiblioteca “José Vasconcelos”; que se de a conocer en qué se gastaron los multimillonarios excedentes del petróleo, en fin….


Los diputados panistas, que son minoría en el congreso local (solo tienen un diputado de mayoría) quieren imponer su ley.


En una democracia la mayoría es la que decide. Si una fracción minoritaria hace una propuesta y convence a las otras de sus bondades, éstas pueden votar a favor de la propuesta minoritaria, pero si no, lo que decida la mayoría eso se aprueba.


Los panistas en el ayuntamiento de Luís Paredes y Moctezuma, siempre votaban a favor de las propuestas del presidente municipal, tuviera o no tuviera la razón. Y se imponían con soberbia, con altanería, con ese talante que adopta la derecha cuando además del poder económico, tiene el poder político. Los regidores priístas y los perredistas, siempre se vieron ninguneados y hasta humillados por sus colegas panistas.


Pero lo chistoso es que cuando los panistas son minoría, siempre quieren tener la razón y que los acuerdos se tomen en el sentido de sus propuestas y si eso no se hace, como en este caso, hablan de antidemocracia, de falta de apertura, de cerrazón de los priístas.


La democracia electoral de nada sirve, si no hay una mentalidad democrática de respeto al adversario, de entender que por encima de los intereses particulares o de partido, están los intereses colectivos.


Que los panistas nos den primero una muestra de su espíritu abierto y democrático a nivel nacional (ellos tienen el poder federal) y luego vengan a exigir “leyes de avanzada”.


Los legisladores están  para hablar, para dialogar, para convencer, para explicar sus ideas a la gente, no para andar haciendo payasadas como esa de vestirse de negro y andar poniendo coronas por la supuesta muerte de la transparencia y acceso a la información. Roma no se hizo en un día y el tener una ley de acceso a la información pública de avanzada, no sirve de nada si seguimos teniendo desempleo galopante, carestía, escasez de alimentos, altos índices de delincuencia organizada o desorganizada, bajos niveles educativos, pésimos servicios de salud, en fin, todos los problemas que nuestro país confronta y que parecen no entender nuestros jóvenes e inexpertos funcionarios.

 



 
 

 

 
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