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Pulso Político


Gabriel Sánchez Andraca


Machistas e Ingenuos


Los perredistas en su Décimo Congreso Nacional Extraordinario, que concluyó ayer, pusieron en evidencia que en ese partido, el PRD, hay muchos machistas y muchos ingenuos.


Las mujeres tuvieron que tomar la tribuna para exigir paridad de género en la dirigencia y en las candidaturas a puestos de elección popular y qué cree: la primera votación después de múltiples problemas y negociaciones, quedó de la siguiente forma: 354 votos por mantener el sistema de privilegio al sexo masculino y 214 por la paridad de género.


Se esperaba que en las últimas discusiones se llegara a aprobar el 60-40, es decir, 60 por ciento de las posiciones en dirigencia y candidaturas, para hombres y el 40 por ciento para las mujeres. Bueno por algo se empieza, pero tratándose de un partido supuestamente de izquierda, se supone que ni siquiera habría necesidad de discutir este asunto y que las mujeres estarían en puestos de dirección y en candidaturas, a la par con los hombres, pero ya ve que no es así. Pesa demasiado entre los «izquierdistas» la cultura machista de nuestro pueblo.


Ah, pero eso sí, los perredistas se la pasan criticando (y con razón) a la iglesia católica que es ferozmente machista, que excluye a las mujeres de cualquier decisión y que a las religiosas y monjas, las tiene recluidas en sus colegios y conventos sin derecho a nada, ni siquiera a opinar en asuntos de la iglesia.


Los izquierdistas mexicanos no andan más adelantados. Si las mujeres, que están luchando por la paridad de género dentro del PRD desde hace más de una década, no toman la tribuna y exigen discutir el tema, se siguen como están, con un partido donde los hombres lo son todo o casi todo, aunque hayan tenido ya una dirigente nacional mujer.


PERO TAMBIEN SON INGENUOS

Pero nuestros gloriosos izquierdistas no solo son machistas, sino también ingenuos.


Al determinar el sábado, que solo los militantes del Partido de la Revolución Democrática pueden elegir a los dirigentes de ese partido, pusieron en evidencia su ingenuidad de creer que un partido es democrático, si se abre a toda la sociedad para que ésta elija a sus dirigentes.


Lenin tuvo una frase muy acertada para designar a este tipo de personas de mentalidad tan abierta, dijo que estaban enfermas de «infantilismo izquierdista».


¿A quién se le ocurre que todo ciudadano puede intervenir en asuntos tan importantes para un partido político, como es la elección de sus dirigentes?. ¿Nunca pensaron que esa apertura podría ser aprovechada por los enemigos de las posturas progresistas y de izquierda para infiltrar a su partido y atentar contra su unidad y contra su propia existencia?.


Ahora usted podrá comprender los graves problemas que el PRD enfrenta en el país y en varios estados, Puebla en particular, con pequeños grupos confrontados entre sí, que impiden cualquier posibilidad de avance, de crecimiento, de organización. Ahora usted entenderá porqué el PRD poblano en vez de crecer decrece. En su mejor momento, en las elecciones del 2006, cuando tuvieron un candidato presidencial que tenía todas las posibilidades de ganar, ni siquiera fueron capaces de cubrir mil cien casillas, con representantes perredistas en el estado de Puebla. ¿Cómo comprueban que aquí ganó Andrés Manuel López Obrador, si les faltan nada menos que mil cien actas de escrutinio?.


Ah, pero que democrático es el PRD permitiendo que Juan de los Palotes, que ni es ni nunca ha sido perredista, pero es ciudadano, participe en la elección de dirigentes votando por quien se le de su regalada gana.


LO QUE LA GENTE ESPERA
No es poca la gente que espera que de este congreso extraordinario perredista, salgan cosas buenas.


Un partido de izquierda democrática, moderno, bien estructurado, bien organizado, fuerte politicamente hablando, es muy necesario para el desarrollo democrático de nuestro país.


A través de la historia, dos fuerzas fueron las que conformaron lo que hoy es México, después de consumada la Independencia: el liberalismo y el conservadurismo; hablando modernamente, el PRI y el PAN.


A principios del siglo XX llegó a México la corriente filosófica del marxismo, que dio origen al surgimiento del Partido Comunista Mexicano, que trabajó por mucho tiempo en la clandestinidad.
Fue reconocido como partido político con registro de la Secretaría de Gobernación, hasta el gobierno de López Portillo y de ahí evolucionó hasta ser el PRD actual.


Las dos corrientes ideológicas tradicionales de este país, el liberalismo y el conservadurismo, tuvieron la compañía de una tercera corriente, la de izquierda.


Fue una corriente que creció en la clandestinidad y que en su momento, cimbró al país con movimientos sociales importantes como el ferrocarrilero, de Campa y Vallejo; el de los maestros de Othón Salazar y otros y que vino a completar el cuadro básico de opciones políticas para la ciudadanía nacional al convertirse en Partido de la Revolución Democrática.


Conformado por varias corrientes de izquierda, ha tenido problemas para integrarse convenientemente y ahora vemos, que hasta pudo ser infiltrado con esa apertura para la elección de sus dirigentes, que por fin terminó.


Ya obtuvo dos grandes triunfos que le fueron escamoteados por presuntos fraudes electorales: el del 88, con Cuauhtémoc Cárdenas como candidato a la presidencia y el del 2006, con Andrés Manuel López Obrador.


Su descomposición interna, su falta de unidad, su falta de estructura, su carencia de organización, han sido responsables, más que otra cosa, de sus derrotas. ¿Se iniciará una nueva etapa en la vida de este partido? Es lo que muchos mexicanos esperan.

 

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