De las más de veinte planillas del PRD que fueron rechazadas por el Instituto Estatal Electoral, solo quedaron sin registro ocho. Las demás fueron aceptadas después de que se hizo entrega de la documentación que exige la ley, de conformidad con las autoridades electorales.
El sexto distrito de esta capital, definitivamente quedará sin candidato, pues no se hizo en tiempo y forma la entrega de la documentación correspondiente.
La mayor parte de los perredistas consultados sobre este asunto, culparon a la delegada del comité ejecutivo nacional, que dicen, obedece a los dictados de la agrupación Nueva Izquierda, corriente que en Puebla maneja Miguel Barbosa Huerta y quien estuvo obtaculizando el registro de los candidatos que no eran bien vistos por él en lo personal y por la tribu a la que pertenece.
Por eso no fue candidata a la presidencia municipal de Puebla, afirman, la licenciada Susana Wuotto y en su lugar fue registrado el precandidato más impopular de todos, el maestro en ciencias Samuel Malpica.
Malpica ya ha provocado problemas entre la militancia partidista. Primero atacó duramente al propio PRD, afirmando que él era candidato ciudadano y no de ese partido. Luego se lanzó contra el partido Convergencia por la Democracia, con el que el PRD formó una alianza “Por el Bien de Puebla”, que a punto estuvo de romperse.
Muchos militantes perredistas, principalmente mujeres, están promoviendo entre amigos y conocidos, el voto útil a favor de Blanca Alcalá, pues afirman que de desperdiciar su voto entregándolo a un abierto enemigo del PRD, como lo es el señor Malpica, mejor se entregue a una mujer honesta y capaz, para frenar el avance de la derecha en Puebla.
CANDIDATOS FRESCOS EN VARIOS PARTIDOS
En esta campaña electoral, varios partidos políticos han lanzado a candidatos ciudadanos con carisma, algunos con experiencia, pero tienen en común, que son gente fresca, aparentemente no contaminada del comportamiento de muchos políticos que han visto en esta actividad, una forma de obtener poder y dinero facilmente.
Nos referimos a gente como Carolina O’Farrill, candidata plurinominal de Convergencia, registrada por la alianza Por el Bien de Puebla (PRD-Convergencia) que ocupa el segundo lugar de la lista, después de Irma Ramos; a Juan de Dios Montiel, del Partido del Trabajo, que va como candidato de mayoría relativa por el sexto distrito de esta capital; a Armando Méndez, que va por la alianza Por el Bien de Puebla, por el segundo distrito de esta capital; a Raúl Gil, el extraordinario fotógrafo de Puebla, que va por el segundo distrito de esta capital por el Partido del Trabajo; a José Luis Cardona, maestro universitario, que es candidato del partido Alternativa Social y que ocupa el primer lugar de la lista pluri y así por el estilo.
Todos los mencionados y algunos más, harían un buen papel como legisladores, por tener preparación, por contar con algo tan importante como sensibilidad social y por no estar maleados politicamente hablando.
Varios de ellos tienen trabajo social, como Armando Méndez, que ha impulsado y tiene a su cargo, centros de rehabilitación para alcohólicos y drogadictos; como Juan de Dios Montiel, que ha apoyado desinteresadamente a varios ayuntamientos en la formulación de planes y programas de trabajo viables y de gran utilidad para la comunidad o que tienen experiencia política donde han probado su eficacia, como Carolina O’Farrill, que es del grupo fundador de su partido, Convergencia y ha sido de la Asamblea de Representantes, en el Distrito Federal y diputada federal. Ahora tiene la oportunidad de ser diputada local, para lo que tiene proyecto y ganas de trabajar.
LO QUE LA GENTE YA NO QUIERE DE LOS POLITICOS
La ciudadanía de Puebla y de todo el país, está cansada de los políticos tradicionales, demagogos y faltos de sensibilidad, que al llegar a un puesto de elección popular, por pequeño que éste sea, se atarantan y empiezan a actuar en forma tal, que pronto están fuera de la realidad y actúan no como políticos que están obligados a atender a sus representados, sino como vedetts.
Las quejas de la gente en el sentido de que cuando aspiran a un cargo los visitan y platican con ellos y cuando lo alcanzan, ya no “los pelan”, es constante y ese comportamiento es característico de nuestros inmaduros políticos o sedicentes políticos.
Quién sabe porqué, ya desde las campañas empiezan a transformarse de tal manera, que cuando termina el proceso y son electos, están totalmente fuera de la realidad.
Por eso candidatos como los mencionados y algunos más, incluso varios del PRI, tienen una mayor aceptación. La gente los ve sencillos, frescos, sin complejos, todavía no maleados por el ambiente de politiquería barata que está prevaleciendo en todos los partidos.
Los electores no son tontos y ahora menos que nunca. Cada día toman mayor consciencia de que de su voto depende en mucho, la clase de representantes que lleguemos a tener en el Congreso, la clase de autoridades que gobernarán los municipios. En esta elección, todo parece indicar que habrá sorpresas.
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