Pulso Político
Gabriel Sánchez Andraca
23/09/2009
El país, bajo amenazas
Nunca un gobierno de la república, como el actual, había tenido al país bajo amenazas.
No hay dinero para la vacuna contra la influenza y el mal ya está invadiendo al país; si no se aprueba el paquete fiscal, vamos a padecer hambre; si se retira al Ejército de las calles, el narcotráfico lo va a controlar todo; quien no apoye al presidente Calderón, es un mal mexicano; es el momento de acabar con la pobreza, si no lo hacemos ahora, continuaremos padeciéndola por mucho tiempo….
Todas estas amenazas llevan implícito un mensaje: Aprueben el paquete fiscal y todo se arreglará como por arte de magia.
¿Se puede dar crédito a un gobierno panista que ofreció ser el gobierno del empleo? ¿Se puede creer a los gobernantes surgidos de un partido que al llegar al poder federal en el año 2000, ofrecieron el cambio en un país cuyos males se agravaron con la imposición de un sistema económico, el neoliberalismo, depredador y concentrador de la riqueza nacional en unas cuantas manos a costa del empobrecimiento de las mayorías, y a pesar de eso, continuaron y continúan aún con ese sistema impuesto a la tecnocracia priísta por los Estados Unidos, sin escuchar el clamor del pueblo?
Hay salidas para la actual situación del país, según opinan los expertos, pero el gobierno federal panista no acepta nada que se salga del cartabón impuesto por la tecnocracia gringa y nativa, al servicio del gran capital.
Las opiniones contrarias al neoliberalismo, son anatematizadas por quienes tienen el poder económico y político y sus seguidores, tachados de apátridas, ignorantes y traidores. Así están las cosas.
Proponen caridad, no soluciones
Si se aprueba el impuesto del dos por ciento en alimentos y medicinas, dicen los voceros oficiales, se podrán dar mil pesos mensuales a seis millones de familias pobres.
Es decir, se pretende resolver un grave, gravísimo problema social, el de la pobreza extrema, en el que se encuentran millones de compatriotas, con medidas de caridad cristiana, que está comprobado históricamente, que no resuelve los problemas de pobreza.
Eso podría ser un paliativo temporal, para evitar el crecimiento de la delincuencia o un estallido social, pero el combate efectivo contra la pobreza, se logra con políticas sociales, con políticas fiscales que eviten la concentración de la riqueza en pocas manos, que promuevan la actividad productiva generadora de empleo.
Se ha venido diciendo y se continúa repitiendo que a la pobreza se le combate con educación, salud y trabajo bien remunerado.
¿Por qué se ha abandonado al campo? ¿Por qué no se apoya o se hace muy marginalmente, a las micro y pequeñas empresas? ¿Por qué se quiere restar recursos a la educación superior?
Se insiste en la privatización de Pemex, como en su tiempo, los tecnócratas priístas cantaron loas a la privatización bancaria. ¿Qué ganamos con eso? Que todos los bancos más importantes que operan en el país, sean extranjeros y que sus enormes utilidades se trasladen a sus países de origen, pues se dedican a financiar el consumo, a través de sus tarjetas de crédito y no la producción de bienes y servicios.
¿Vamos a entregar lo poco que ya nos queda: petróleo y electricidad al capital privado mexicano, para que después remate todo a los extranjeros como hicieron con los bancos? Como dicen los clásicos: son preguntas, conste.
NOTAS BREVES.- Los rumores políticos y los chismitos de que si fulano ya no le habla a su compadre sutano; de que si el candidato del PRI ya no será perengano y de si van a renunciar tal y tal funcionario para irse de campaña, están a la orden del día. No les haga caso. Cuando un amigo le dijo al gobernador de entonces, doctor Alfredo Toxqui, “señor, se dice que el candidato para sucederlo será fulano. ¿Es cierto eso?” La respuesta fue: “¿Cómo llueve?”. Preguntó el gobernador. “Pues de arriba abajo”, fue la respuesta de nuestro amigo. “Exactamente. Así llegará la decisión” dijo el doctor, que era un viejo zorro de la política…… Hubo cambio de planes: efectivamente ayer cumplió 50 años de vida el subsecretario de Desarrollo Social, Juan Manuel Vega Rayet, pero la comida en su honor no será en Izúcar sino en Puebla y será hoy, al finalizar la jornada de trabajo en su oficina.
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