La Quinta Columna
Mario Alberto Mejia / www.laquintacolumna.com.mx
Carlos Salomón en Puebla. El arribista Carlos Salomón Cámara (lo mismo le opera a Sergio Mayer y a Carlos Ahumada que al Chueco Mario Villanueva y a Zhenli Ye Gon) tiene tan buenas relaciones en el gobierno del estado, a quien también le opera, que ya coló a su hijo, del mismo nombre, a una importante dependencia de la administración Marín.
En efecto: Charlie Boy es algo así como gestor en un área propicia para su papá, quien, como todos sabemos, no distingue entre el PRI y el PAN, pues lo mismo le sirvió a Ernesto Zedillo que a Vicente Fox a través de Martha Sahagún.
El lema de Salomón Cámara es el de los viejos políticos del PRI y, en particular, el del célebre Tlacuache César Garizurieta: “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
Salomón Cámara es como Juan Bustillos, otro operador nato, quien no distingue entre PRI y PAN.
Para ellos, como ha quedado demostrado, el negocio (no la Patria) es primero.
Por cierto: Salomoncito es tan verde –juran nuestros informantes- que acumula pifia tras pifia.
Montiel en el Mundo Blog. Hace unos días, linkeando en mi lap, hallé el blog del escritor y gran poeta José Manuel Recillas (http://jmrecillas.blogspot.com/).
(Su ficha lo dice todo: Recillas, nacido en México en 1964, ha sido becario del Centro Mexicano de Escritores como miembro de su 40 generación. En 1992 publicó La ventana y el balcón, con ilustraciones de José Luis Cuevas. Actualmente está becado por la Sociedad Dante Alighieri. Recillas también es crítico de literatura y de música y ha traducido poemas de Georg Trakl y Gottifried Benn, de quienes prepara la edición de sus obras completas; ha publicado una guía de lectura de Clemencia, de Ignacio Manuel Altamirano. Asimismo, preparó Biografía de un intelectual y El falo es el espíritu de la palabra aforismo, de Benn).
Pues bien, en su muy leído y respetado blog, Recillas reproduce un texto del quintacolumnista, o sea yo, del mes de mayo.
¿El tema?
El abandono en el que se encuentra la casa de Aquiles Serdán.
Dicho texto es antecedido y despedido por dos fragmentos del mismo poeta Recillas.
Gracias a esa difusión cada día más gente, en México y en el extranjero, se está enterando de las malas obras de el Cadáver Alejandro Montiel, quien cobra como secretario de Cultura.
Va la cita in extenso, reproducida con el argumento periodístico de que aun cuando ya han pasado mas de dos meses desde la fecha de su primera publicación, la situación de la Casa de Aquiles Serdán lejos de mejorar ha empeorado por las torrenciales lluvias que han debilitado aún más las humedecidas paredes de ese inmueble que, a despecho de la criminal negligencia de Montiel, es monumento nacional.
Va la columna tal y como la publicó Recillas:
“Miércoles, mayo 09, 2007.
“Conservadores sin causa
“Mis estimados cero lectores. Si este espacio estuviese dedicado a la crítica de las ineptitudes de nuestros justos gobernantes, no habría tiempo siquiera para hacer más nada. Hago una excepción, porque en estos momentos en que desde el Poder Ejecutivo se ven héroes por todas partes, tal vez nuevos héroes que sustituyan a los del pasado (porque, ¿a quién chingados le interesan vejestorios que no tienen relación con el pasado histórico de los lobotómicos que nada saben de historia?), es importante que sepamos que un país que se abandona al presente está condenado a no llegar al futuro. Uno de mis fieles cero lectores me envía la siguiente nota, que transcribo textualmente, con algunas correcciones menores, para deleite, pero sobre todo para información de todos.
“La Mansión de la Locura o la Casa de Aquiles Serdán en tiempo de Alejandro Montiel
(Columna entre dos citas, con héroes, gendarmes porfiristas y burócrata con traje nuevo)
“Aunque el quintacolumnista prometió no volver a escribir sobre el secretario de Cultura, la realidad metió de nuevo en la agenda los desmanes que éste viene cometiendo.
“Para entrar en materia, una cita necesaria:
‘...Habiéndose denunciado al gobernador Mucio Martínez que allí había gran existencia de armas, trataron de entrar el jefe de la policía y varios gendarmes el 18 de noviembre, pero fueron recibidos a balazos, quedando muerto el jefe. Luego soldados ocuparon las torres de Sta. Clara, S. Cristóbal, Sto. Domingo y Sta. Teresa y atacaron la casa, a la cual se introdujeron por un edificio situado a su espalda, en la calle de Mesones. Los miembros de la familia Serdán resistieron durante tres horas, hasta el mediodía, cuando se rindieron, habiendo muerto Máximo Serdán, hermano de don Aquiles, y otras seis personas. A las 2 de la mañana mataron a don Aquiles al salir de un subterráneo, después de haber permanecido más de 14 horas en aquel lugar. Una placa en la pared de la casa reza: A LOS HÉROES Y MÁRTIRES DE LA DEMOCRACIA AQUILES Y MÁXIMO SERDÁN Y COMPAÑEROS, 18 DE NOVIEMBRE DE 1910. FRANCISCO MOCTEZUMA. J. RAPOSO. M. GONZÁLEZ E. ZEPEDA.’ (Leicht, Hugo. Las Calles de Puebla.)
“Una vez comprendida la dimensión heroica de la vocación política de los Serdán tenemos ya la idónea perspectiva de juicio.
“En la vida pública existen omisiones imperdonables.
“Una de ellas es la destrucción del patrimonio histórico de la Nación por la ignorancia, negligencia y falta de sensibilidad social del encargado del despacho cultural del Ejecutivo.
“La casa que fue de los hermanos Serdán, la que fue declarada Museo Regional de la Revolución, la misma que está ubicada en el 206 de la calle 6 oriente, frente a la iglesia de Santa Clara y en pleno centro histórico de la ciudad de Puebla, está a punto de perderse irremediablemente por la falta de atención oficial.
“Es increíble el abandono en el que se encuentra ese sitio histórico y cualquier lector podrá comprobarlo e indignarse con sólo pagar los quince pesos del boleto de entrada.
“De tal magnitud es el deterioro de la Casa de los Serdán que sería mejor que la Federación se hiciera cargo de su custodia, administración y mantenimiento.
“El INAH o la Secretaría de Gobernación del Gobierno Federal harían mejor papel que el cómico elegante Alejandro Montiel.
“Las carencias que sufre esa casa, que es uno de los símbolos fundamentales de la Revolución Mexicana, son muchas, pero básicamente de dos naturalezas: Físicas y financieras.
“Por un lado: Falta mantenimiento a los techos que ya están vencidos, de pintura a los muros y puertas, de revisión de las instalaciones eléctrica e hidráulica.
Académicas y museográficas por otro: Ausencia de un curador, de un guión museográfico, de capacitación profesional al personal, de materiales impresos, de artículos promocionales, de un programa académico de promoción de la identidad histórica.
“Sin embargo, todas estas carencias se pueden resumir en una sola: carecemos de un secretario de cultura que respete el patrimonio cultural de Puebla y que trabaje para preservarlo.
“Mientras tengamos al eurocéntrico, al francófilo le petit monsieur Montiel que vive (como Madame Bovary) añorando París, el patrimonio cultural de Puebla estará en peligro.
“El 18 de noviembre de 1910 los Serdán fueron abandonados a la muerte por los poblanos, supuestamente maderistas, que no acudieron al llamado de las armas para combatir al Dictador.
”Ahora, en el 2007, a tres años del Centenario de la Revolución Mexicana, los Serdán sufren el abandono y desprecio institucional del pusilánime que inexplicablemente sigue cobrando por un trabajo que no hace. Incuria que ahora afrenta al País y a la memoria de una ilustre familia de luchadores sociales cuyo valor y valentía están a años luz de la calidad moral del simulador, del burócrata que cada quincena estrena traje y corbata.
“Y para terminar, promovamos la lectura con otra cita:
‘...no tardaron mucho en tirar a culatazos el zaguán de la casa. Al ingresar al patio, algunos soldados dispararon por precaución. El ruido de la fusilería que había estremecido a la ciudad de Puebla durante casi cuatro horas era sustituido por los gritos de algarabía de los vencedores. El panorama era desolador. Los muros, las ventanas, los techos, estaban destruidos casi por completo. La azotea y las calles estaban teñidas de rojo. Los muertos de ambos bandos mostraban la crudeza del combate. Dieciséis personas se habían enfrentado a casi mil soldados...’ (Rosas, Alejandro. Carmen y Aquiles Serdán. Planeta–Secretaría de Cultura de Puebla. México, 2004)”.
“Como verán, mis cero lectores, tal vez habremos cambiado de régimen político en el 2000, pero la mendicidad mental está hoy peor que nunca. Somos un país al garete, conducido por un enano que no tiene memoria histórica ni le importa el país. Cómo pedirle a los subordinados que la tengan. O que algo les importe. Como me dijo René Drucker Colín hace un par de semana: “Este país ya bailó”. Ya mi padre me había dicho los mismo hace por lo menos 20 años.”
¡Misterios de la web! Algunos de los certeros y fulminantes dardos labrados por la prosa del poeta Recillas son los siguientes, léalos y vea si no parece que conoce de siempre a nuestro becario cultural más caro e improductivo: “Inepto gobernante; menesteroso mental; enano desmemoriado; subordinado valemadrista; lobotómico ignorante de la historia...”.
A estos calificativos deberíamos agregar el de Negligente en grado criminal, porque no debemos permitir que se olvide que por su falta de compromiso y control de su corte de genuflexos falleció don Eduardo Monroy en un accidente laboral tan lamentable como evitable.
En fin, como dijo aquel: Cosas veredes...
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