Mundo Rural
Hipólito Contreras
Educación en zonas rurales
Por supuesto, la educación es la base del desarrollo de toda sociedad, sin ella el atraso y las injusticias se mantienen.
Los pueblos desarrollados, aun en naciones capitalistas, lo lograron con la educación como arma básica.
Se dice que por ejemplo el promedio o nivel escolarizado en Japón es ya muy superior al bachiller, lo que quiere decir que la mayor parte de su población tiene ese grado de escolaridad, el resultado es un nivel de vida superior, en este caso hablamos de un país capitalista con un desenfrenado consumo y quizás un marcado deterioro ecológico, pero esto no le quita que su crecimiento lo haya basado en la educación.
Lo mismo se puede hablar de Canadá en donde a pesar de sus excesos contra los recursos naturales, como es la aniquilación de focas y otras especies para explotarlas comercialmente, su nivel académico es muy alto, y como consecuencia el nivel de vida de su población es muy superior al de México.
Por el lado opuesto, tenemos naciones como México, Centroamérica y algunos de Sudamérica, en donde los niveles de vida de la población son difíciles, sobre todo en naciones centroamericanas como Honduras, Guatemala, Nicaragua y el Salvador, en donde el promedio de escolaridad no llega ni al cuarto año de primaria, por ello las oleadas de emigrantes hacia Estados Unidos.
En México se dan las contradicciones, una región norte más desarrollada y todo el sur y sureste con pobreza, desempleo y una incesante emigración, por supuesto, Puebla está en esos estados marginados.
En el sur del país se han visto los movimientos magisteriales en demanda de mayores salarios y prestaciones. Se supone que la SEP paga los mismos sueldos para los maestros de todo el país, sin embargo, las protestas se dan en el sur, no en el norte.
En Puebla los gobiernos destinan el más alto presupuesto a la educación, se tiene que pagar sueldos de unos cincuenta mil maestros, construir aulas. La SEP es la que capta la mayor parte del presupuesto, se habla de muchos miles de millones de pesos anuales.
Recientemente el gobierno estatal ha otorgando incrementos y otras prestaciones a los maestros, algunos dicen que esto obedece también a una estrategia política, lo cierto es que del presupuesto estatal la mayor parte se va a educación.
El gobierno le invierte mucho a la educación, se han construido muchas escuelas en todos los niveles, desde el preescolar hasta el nivel superior. Son varias las universidades tecnológicas e Institutos Tecnológicos, el objetivo es que todos los niños y jóvenes tengan acceso a las aulas.
El gobierno sabe que entre más oferta educativa exista crecerán también las posibilidades de que la población viva mejor. Resulta lógico pensar que si por ejemplo en un municipio el noventa y cinco por ciento de la población tiene nivel bachiller o más, ya no será un grupo social marginado, sino con reales opciones de mejorar las condiciones de vida, un pueblo con un alto nivel educativo no tiene por qué estar jodido, la educación abre espacios, oportunidades.
Sin embargo, viene aquí el problema. Las oportunidades de educación crecen pero la calidad de la misma disminuye, y así no se puede avanzar. El esfuerzo que se hace por brindar educación no se ve compensado con la calidad educativa.
Para comprobar esto, nada más hay que examinar a un egresado de nivel básico, medio, medio superior y superior, todos educados en escuelas públicas. No saben lo que deben de saber, no han desarrollado las habilidades que debieron desarrollar, no tienen los conocimientos que deben tener. Los egresados, con sus excepciones, presentan deficiencias.
Quienes están fallando por supuesto son los maestros de todos los niveles, nadie garantiza que estén bien preparados para formar buenos alumnos y profesionales capaces. No están sujetos a una constante y real actualización académica, buena parte de los maestros llegan a las aulas por recomendaciones e influencias, no por méritos o conocimientos.
A los alumnos se les castiga con menos calificaciones en la medida que faltan a sus clases sin justificar, a los maestros no, ellos tienen tolerancia para no asistir con regularidad, de todas formas les pagan.
A los alumnos los evalúan cada dos o tres meses, a los maestros no, ellos nunca hacen un examen para saber cómo van, no se descarta que si se hicieran evaluaciones habría muchos maestros reprobados y que por lo tanto no deberían estar en las escuelas impartiendo clase.
Los maestros no tienen como objetivo generar formar buenos alumnos y profesionales, la mayoría se limita a dar su clase, quienes les captaron bien, y si no que los alumnos se las arreglen. Son maestros impacientes, sin vocación, jamás dan el extra, jamás dan un poco más de su tiempo, jamás se preocupan si sus alumnos realmente se forman o adquieren los conocimientos o habilidades que deben dominar.
El ausentismo de maestros es muy alto en Puebla en todos los niveles, sobre todo en municipios y comunidades, no es nada exagerado afirmar que muchos profesores falten hasta el cincuenta por ciento de sus horas clase, la SEP no hace nada para resolver este problema.
Las suspensiones de clases en escuelas es también otro problema, motivos son muchos para que los maestros no asistan, aparte de los días en que oficialmente se suspenden labores, los trabajadores se toman otros por mil razones, hasta se hacen los enfermos para atender otros asuntos personales. Se afirma que del calendario escolar se pierde hasta un cuarenta por ciento de clases.
Mucho tiene que hacerse para que la educación cumpla sus objetivos, si el Estado invierte mucho dinero en el sector educativo, deben tenerse mejores resultados, de lo contrario es como echar dinero en saco roto.
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