Mundo Rural


Hipólito Contreras


Nace un movimiento nacional de organizaciones


El pasado 22 de octubre en el Centro Deportivo de la Magdalena Mixuca en la Ciudad de México se dio un hecho histórico en la lucha social, obrera y campesina del país: la integración de un movimiento nacional de organizaciones, el objetivo, la defensa de los intereses de millones de campesinos y trabajadores,  y avanzar en la transformación del país.


Estaban ahí más de cuatro mil delegados representantes y dirigentes de las más diversas organizaciones campesinas, obreras y  la sociedad civil del país, todas unidas en un solo frente nacional.


Ahí estaban en un solo grupo  organizaciones como la Confederación Nacional Campesina, la Central Campesina Independiente, la Central Campesina Cardenista, El Barzón, la Central Independiente de Obreros, Agrícolas y Campesinos, la Unión Fuerza Indígena, la Coordinadora Obrera, Campesina y Popular, el Sindicato de la UNAM,  el Sindicato de Telefonistas, el Sindicato de Electricistas, el Sindicato SAGARPA, la Unión Nacional de Trabajadores, el Sindicato del Seguro Social, el Sindicato de Mineros, el Sindicato de la Universidad Autónoma de Chapingo, entre otras decenas de organizaciones.


Este poderoso movimiento nacional de organizaciones tuvo su primera movilización nacional el pasado 31 de enero en la capital del país, lleva apenas nueve meses de haberse integrado


Las organizaciones manifestaron que el modelo económico neoliberal que se aplica en México es el causante de la crisis  la pobreza y la injusticia en amplios sectores de la población, responsabilizaron al modelo del atraso en el campo y de los aumentos exagerados a los insumos, sobre todo los fertilizantes.


Las organizaciones se han integrado en el Movimiento Nacional por la  Soberanía Alimentaria, los Derechos de los Trabajadores y las Libertades Democráticas. Aclararon los dirigentes que el objetivo no es la desestabilización del país, sino su crecimiento, la generación de oportunidades y el mejoramiento de las condiciones de vida de  la población.


Ante la crisis alimentaria y financiera, económica y de seguridad, el movimiento pide un gobierno que reconozca la crisis oportunamente, un gobierno que salga de su utopía bucólica, un gobierno que haga un ejercicio de introspección y apoye a los campesinos y trabajadores mexicanos, un gobierno con capacidad de autocrítica, que reconozca los desaciertos, un  gobierno competente que se ponga a trabajar.


Advierten el movimiento que estamos en un escenario peligroso que de no comprenderse podría destruir el avance construido con tantos sacrificios en materia de política social, asegura que la recesión económica en Estados Unidos afectará al campo mexicano de diversas maneras como la reducción de las remesas y el regreso masivo de nuestros paisanos.


Precisaron los dirigentes que el cambio  político y económico que plantean va más allá de la gobernabilidad, pone énfasis en la participación de las organizaciones campesinas, civiles y sindicales en la construcción en la conducción de los asuntos del país.


Aclararon los dirigentes que no interesan al movimiento posiciones políticas, esto es decisión de  cada una de las organizaciones, su posición ante el proceso electoral que se avecina es porque la agenda de los partidos rebase el ámbito de lo meramente electoral y trabajen en las necesidades reales de la población nacional.


Cruz López Aguilar, dirigente nacional de CNC, llama a este un movimiento clasista en donde están obreros, sindicalistas, organizaciones campesinas y sociales, hemos logrado avances, afirmó, en la reforma energética, en materia del campo, vamos juntos, dijo, en la lucha del presupuesto del 2009, nuestras posiciones han servido para atemperar al gobierno federal, queremos llegar a un acuerdo nacional, estamos metidos en tres o cinco crisis, esperamos que esta alianza clasista se mantenga mucho tiempo y que sea el principio de que los trabajadores del campo  y la ciudad y la sociedad civil se unifiquen para atemperar al gobierno y participen en la definición de políticas públicas.


Esta, afirmó, es una alianza plural, hemos tenido la inteligencia y generosidad de establecer los aspectos que nos unen, la diferencias de afiliaciones políticas en lugar de convertirse en una debilidad se ha transformado en una fortaleza para el movimiento nacional.


Lo cierto, lo real, lo fundamental, es que aún con todas las fallas que puede tener es movimiento nacional de organizaciones, se ha integrado con un solo objetivo:  va más allá de la lucha por la defensa de los derechos de los campesinos, trabajadores y sectores marginados del campo y zonas urbana,  va por la transformación del país.


Si este movimiento nacional de organizaciones crece, se fortalece y consolida, se convertirá sin duda en la esperanza de muchos millones de mexicanos afectados  por el régimen y el modelo económico y político.


El movimiento nacional será un contrapeso efectivo al grupo en el poder. El movimiento apenas nace, queremos verlo crecer, que se vincule con otras fuerzas políticas y sociales, para que por la vía pacífica se lleven adelante los cambios, las transformaciones que requiere el país.

 



 
 

 

 
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