Mundo Rural
Hipólito Contreras
Envejecimiento de productores
Un fenómeno real que se observa en el campo de Puebla y el país es el envejecimiento de su gente, sus actores. Está visto que la actividad agropecuaria no es del agrado de jóvenes, por eso casi no se le ve, ellos en su gran mayoría se dedican a otras cosas.
Basta ver una concentración campesina, una manifestación, para corroborar que la mayor parte de sus integrantes son personas que rebasan el medio siglo de vida, los hombre y mujeres jóvenes casi no se les ve porque buena parte de ellos han emigrado a las ciudades o al vecino país.
El fenómeno es generalizado, veamos sólo la propiedad social, los ejidos, sus actores son los viejos ejidatarios que siguen intentando producir porque es lo que han hecho toda su vida, producen, por supuesto, con los viejos sistemas, es la llamada producción de subsistencia.
Tanto ejidatarios como pequeños propietarios son los mismo que allá por 1970 tenían en promedio treinta y treinta y cinco años, eran productores jóvenes, hoy rebasan los sesenta y en muchos caso tiene más de setenta años, su resistencia le permite seguir activos, pero ya no por mucho tiempo.
¿Y los hijos de estos ejidatarios y pequeños propietarios? Algunos siguen con ellos, pero la gran mayoría ha emigrado, ya no está en las comunidades, la actividad del campo le parece poco atractiva.
En la política hacia el campo al gobierno se le ha olvidado desarrollar programa tendientes a retener la mano de obra joven y que la nueve generación ocupe el lugar de la anterior, que la nueva tome la estafeta y se haga cargo de la producción pero contadas las herramientas necesarias, con modernos sistemas de producción y con todo el apoyo del Estado.
El campo envejece porque no existe es cambio generacional, los viejos actores del campo están en etapa de retiro, ya dieron todo lo que tenían que dar, ellos ya no podrán bajo ninguna circunstancia producir volúmenes de producción para satisfacer el mercado nacional.
El Estado mexicano está dejando ir en forma paulatina y constante a la valiosa generación de jóvenes, los que con todo el apoyo estatal deberían ser ya los nuevos productores, más productivos, más capaces que la anterior generación.
Hoy la políticas al campo están diseñadas para que los más organizados y preparados las aprovechen, los que tienen acceso a los recursos, a la asistencia técnica, a los equipo, son aquellos que han penetrado la compleja burocracia de la dependencias, ellos por fin desarrollan algunos proyectos luego de meses y años de insistencia.
No existe por supuesto una política enfocada a la formación y aprovechamiento de la mano de obra joven, la que se encargue de desarrollar proyecto de gran alcance y que cuenten con toda la asesoría técnica, la que estaría integrada por los mismos cuadros jóvenes formados por el Estado.
No se sabe entonces qué es lo que sucede con los cientos y miles de jóvenes que son formados en las universidades e institutos superiores, se supone que son los cuadros capacitados y que se deben de integrar a la política productiva.
Si una gran mayoría de los productores son gente mayor, de la llamada tercera edad ¿dónde están los cuadros formados en las instituciones superiores?
Una cosa es real, el campo poblano y nacional está en manos de un grupo envejecido de productores, grupo que con toda la experiencia que tiene carece ya de la fuerza física para generar producción.
Generar producción para cubrir la demanda interna requiere tecnología y una nueva generación de productores, si el campo sigue en manos de los viejos productores su abandono será gradual, constante, la creciente importación de alimentos será un indicador claro de que la capacidad de producción interna ha disminuidos en forma alarmante.
Si en promedio anualmente se van a Estados Unidos unos quinientos cincuenta mil jóvenes, quiere decir que en diez años se van más de cinco millones, se trata de mano de obra valiosa, vital, para el desarrollo del campo nacional, vital porque se va lo mejo de una sociedad, sus jóvenes.
Nos decía un viejo político de la izquierda que para fortalecer el campo nacional se deben de integrar escuelas formadoras de cuadros técnicos, las que se encarguen de asesorar a la nueva generación de productores. El Estado con una política avanzada hacia el campo debe estar detrás de ellos para brindarles todo el apoyo posible.
Sin el Estado le apuesta a que los viejos productores saquen adelante el campo, está en un gran error, la nueva fuerza rural es la que debe de emerge para generar la producción de alimentos que la población demanda.
No, no se trata de impulsar algunos proyectos que caminan aún en manos de viejos productores, se trata de apoyar y preparar a la nueva generación de productores para evitar la dependencia alimentaria y que hoy es ya evidente.
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