Mundo Rural
Hipólito Contreras
Jornada nacional de reforestación, buena intención
El pasado sábado cinco de julio se realizó la Jornada Nacional de Reforestación, la meta fue sembrar más de siete millones de árboles, el estado de Puebla participó con más de 1.3 millones, los que se sembraron en más de mil cien hectáreas, al meno eso es lo que informaron las dependencias participantes.
La jornada forestal fue encabezada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales y las correspondientes Secretarías en los estados, se sumaron la Secretaría de Educación Pública, la de Economía, Ayuntamientos, etc.
Por cierto Puebla fue el estado que más árboles sembró con cerca de 1.4 millones de árboles, esto habla de que una positiva participación ciudadana y una buena organización de las autoridades de los tres niveles de gobierno.
Bien, bien por la jornada nacional y estatal, la acción es destacada, es un ejemplo claro de que sociedad y gobierno unidos logran resultados positivos. Cuando sociedad y gobierno se suman a las grandes tareas nacionales, éstas se cumplen.
En estas grandes acciones no existen ideologías, ni partidos políticos, ni intereses que no sean otros que los de todos. Reforestar al país es interés de los más de 107 millones de mexicanos, de todos.
Por supuesto que es posible sembrar 107 millones de árboles, basta que cada ciudadano siembre uno por lo menos, y por supuesto que puede sembrar veinte o más en un solo día, con lo que suplirá a los que no lo pueden hacer.
Todo el territorio nacional puede estar lleno de árboles, todos los cerros y montañas deforestados pueden dejar de serlo si cada ciudadano sembrara y cuidara por lo menos cincuenta árboles por año.
Lo que nos falta todavía a los mexicanos es el desarrollo por la cultura ambiental, por el cuidado del bosque, del agua y todos los recursos naturales. La sociedad responde cuando se le llama pero no es sostenible, considera que con ayudar un solo día es suficiente cuando se trata de una tarea permanente.
Sembrar uno o más de ocho millones de árboles en un día en el país es muy bueno pero no suficiente, lo que sigue es lograr que un alto porcentaje de árboles sembrados crezcan, se desarrollen, sembrarlos y abandonarlos, sería como abandonar un bebé a su suerte una vez que nació, lo más seguro es que muera.
Si de esos millones de árboles sembrados a nivel nacional sólo sobrevive el diez por ciento la jornada habrá sido pobre, en cambio si el noventa por ciento se consolida, la tarea habrá sido un éxito. Un árbol para que siga solo, para que capte su agua necesita de por menos tres a cuatro año de cuidados permanentes, después habrá que vigilarle plagas, pastoreo, incendios y otros problemas permanentes.
Para lograr éxitos totales, bosques integrales, se necesita que la sociedad rural y urbana evolucionen, se desarrolle una cultura ambiental, una sociedad en la que el gobierno sea sólo el guía de las diversas tareas que se tienen que realizar a favor de todos.
Consideremos que la jornada de reforestación fue buena, si en un solo día se pueden sembrar más de ocho millones de árboles en el país y 1.3 millones en Puebla, si esta actividad se repite una vez por mes serán por supuesto muchos millones al año.
Pero insisto, no se trata sólo de sembrar, sino de cuidar también. En esto las comunidades parecen responder mejor que las zonas urbanas, su contacto directo con el medio ambiente parece hacerlas más responsables.
Todo esto del cambio climático, el calentamiento del planeta, parece que empieza generar conciencia entre gobiernos y sociedades, en otras naciones también se realizan jornadas de reforestación, como sucede en la India, país sumamente poblado y con serios problemas ambientales.
En México y Puebla la tarea de reforestación apenas empieza, son cientos de miles de hectáreas las afectadas por la deforestación y los incendios. Existe mucha tala clandestina, muchos incendios provocados, muchos aserraderos al margen de la ley, falta mucho para hacer que la legislación se cumpla. Falta mucho para que esta sociedad sea mejor para que cuide sus recursos.
Puebla pone la delantera en esto de la siembra de árboles, ahora vamos ver si por lo menos se sabe cuantos árboles de los sembrados sobrevivieron.
Sería fundamental que cada una de las miles de escuelas del estado y del país desde el preescolar hasta la universidad se promueve la cultura ambiental, en la cual entra por supuesto la forestal. Se trata que cada niño, cada joven, cada egresado, tenga perfectamente claro lo que representan los recursos naturales y la importancia de cuidarlos, un ciudadano formado así será una maravilla porque contribuirá positivamente a preservar los recursos.
El obstáculo mayor que tenemos para lograr estos cambios es el modelo económico y político que controla el país. El modelo tiene chispazos como éste pero no los consolida.
Por ejemplo, el sistema educativo vigente no permite la formación de una nueva generación de jóvenes plenamente consientes de su responsabilidad con el país y sus recursos. Las escuelas no están formando esa nueva generación de ciudadanos. En el modelo educativo vigente está atorado el desarrollo nacional.
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