Mundo Rural


Hipólito Contreras

17/02/2009

Disponibilidad de agua

De acuerdo con estadísticas de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales en el planeta existen mil 400 millones de kilómetros cúbicos de agua, pero sólo 205 millones corresponden a agua dulce, de la cual la mayor parte se encuentra en forma de hielo o en depósitos subterráneos.


Los océanos contienen 1370 millones de kilómetros cúbicos de agua, los casquetes polares treinta millones de kilómetros, en la tierra hay  cuatro millones de kilómetros


Del total de agua disponible 397 kilómetros cúbicos escurren y 75 kilómetros cúbicos se acumulan en los acuíferos. La capacidad de almacenamiento de escurrimientos con la infraestructura hidráulica nacional es de 150 kilómetros cúbicos, por lo que 247 kilómetros anualmente se va al mar sin ningún aprovechamiento.


El agua que se pierde hacia el mar no va sola, se lleva una gran cantidad de suelo fértil, materia orgánica, árboles, hojas y semillas, etc.


En los últimos cien años ha venido disminuyendo la disponibilidad de agua. En 1910 cada habitante del país disponía de 31 mil metros cúbicos, en 1950  dieciocho mil, en 1970, diez mil, en el 2000 cuatro mil 841, para el 2010, serán  cuatro mil 180, para el 2020 serán sólo tres mil 750 metros cúbicos.


Debido a la deforestación, contaminación de ríos y mares se han provocado cambios climáticos que se manifiestan a través del calentamiento mundial, temperaturas extremosas, heladas  fuere de época, sequías y lluvias torrenciales que evidencias la alteración del ciclo del agua.


En las ciudades de México y Puebla cada hectárea pavimentada provoca que 7.5 millones de litros de agua no puedan ingresar al subsuelo.


Para 1975 existían treinta y dos acuíferos sobre explotaos, en 1981  crecieron a treinta y seis, ochenta en 1985, cien en el 2000, 102 en el 2003.


En las últimas décadas el acelerado crecimiento de la población, prácticas inadecuadas de cultivo, la deforestación , el desperdicio  y escasa recuperación de las aguas residuales y la contaminación ambiental, están reduciendo de manera alarmante la disponibilidad de agua por persona, para las necesidades básicas y de desarrollo económico.


En Puebla en los años sesenta había una disponibilidad de cinco mil 347 metros cúbicos por habitantes, esa cantidad se redujo a dos mil 282 metros cúbicos en 1995, se calcula que para el año 2025 sólo habrá dos mil 198 metros cúbicos.


La mayoría de las pláticas de nuestros viejos se refieren a la abundancia de agua que había en el pasado, lagos, ríos, arroyos y manantiales. El agua de la Malinche corría en arroyos hasta la ciudad de Puebla, el río San Francisco se convirtió en el bulevard 5 de mayo.


La cifras proporcionadas provienen del libro Agua Para el Desarrollo, Más Agua Siempre Para Todos, autor,  ingeniero Alberto Jiménez Merino, ex  Secretario de Desarrollo Rural.


Como puede verse la disponibilidad de agua es cada vez menos en todo el mundo, y por supuesto, en México y Puebla, cada vez existe menos agua para la vida. Las diversas prácticas negativas que hace el llamado mundo “moderno” están causando gran daño a uno de dos elementos más valiosos para los seres vivos de este planeta.


Entre más “se moderniza” el ser humano más daño se causa al medio ambiente, a todos los recursos, sobre todo  el agua.


Por cada metro cuadrado de suelo que se pavimenta deja de filtrarse un cantidad importante de agua, el llamado modernismo cada año abona  la destrucción de recursos.


La “modernización” produce miles de automóviles cada año, millones de toneladas de cemento, derriba cientos de miles de árboles cada año, se apropia de cientos o miles de hectáreas para ampliar ciudades, utiliza cantidades geométricas de agua para producir  una diversidad de productos, genera millones de toneladas de basura, contamina el agua con la gran cantidad de productos que van al subsuelo y aguas superficiales.


Eso es lo que hace la “modernización”, pero sobre todo, está produciendo o formando nuevas generaciones de niños y jóvenes consumistas, sin principios, sin valores, sólo consumistas e imitadores de modas, totalmente irresponsables del cuidados de los recursos naturales.


Las reservas de agua en el estado son cada vez menos, las posibilidades de incorporar más tierras agrícolas al riego son casi imposibles, la Comisión Nacional del Agua tiene en veda casi todo el estado, sólo autoriza reposiciones y perforaciones para consumo domiciliario.


Con este comportamiento y situación, complejo es el panorama en corto, mediano y largo plazo, no sabemos por ejemplo lo que suceda en el 2020, 2030 ó 2050, pero como van las cosas, la disponibilidad de agua será mucho menor.


Estamos a tiempo de revertir las cosas, de corregir errores, de devolverle a los recursos lo que le hemos quitado. Pero no,  todo lo que se hace es exactamente lo contrario as lo que debe hacerse, cada vez se destruye más, la población crece en forma preocupante, se habla de más de dos millones de nuevos mexicanos cada año, estamos superpoblados.


El modelo económico no trabaja para proteger los recursos naturales, trabaja para destruirlos, acabarlos. Puebla no tiene un solo río limpio, todos  tienen un nivel de contaminación, sólo en el recuerdo quedaron los ríos transparentes, cerca de cada río o arroyo existen cientos de personas incapaces de cuidarlos.


Es la realidad, hoy estamos en periodo electoral, en plena grilla política, los candidatos sueñan en los grandes sueldos y en la vida de ricos que se darán ¿ y el problema del agua?  para ellos no tiene la mayor importancia.

 

Por supuesto que hay honrosas excepciones como el ex Secretario de Desarrollo Rural, un estudioso  y apasionado del campo, al que ya dedica varios textos, como el que se ocupa en el cuidado y conservación del agua.

 



 
 

 

 
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