Mundo Rural
Hipólito Contreras
¿Cómo impacta la crisis en el campo?
Cuando dicen los analistas que en materia económica lo peor está por venir, quiere decir que lo visto es poco a lo que viene. Hoy vemos cómo la principal empresa del estado, la armadora alemana, inició el año con paros técnicos, el anuncio de que no recontratará 900 trabajadores eventuales, y que eliminará un turno.
Si esto sucede en el nivel macroeconómico, con posibles ajustes en las empresas como medidas para no cerrar sus puertas, en el campo. ¿Que ésta sucediendo? ¿cómo le va a nuestra gente rural? ¿qué perspectiva tienen para los próximos meses?
Ya sabemos que uno de los pilares de la economía rural han sido las famosas remesas que envían nuestros paisanos, cómo éstas han bajado en forma preocupante, los ingresos de las familias también.
Y no es que en las comunidades nada más se viva de las remesas, existen otros ingresos como el transporte al que se dedican muchas familias, las pequeñas tiendas y comercios, la comercialización de productos agropecuarios, la explotación de proyectos ecoturísticos, acuícolas, talleres, oficios varios, producción y comercialización de artesanías, etcétera.
Sin embargo, no es una economía fuerte o dinámica, es más bien una economía débil porque los ingresos per cápita son bajos, insuficientes para atender las necesidades básicas de las familias.
Se podrá afirmar que es una economía heterogénea por las diversas actividades que se realizan y que algunas de ellas son realmente rentables, generadoras de importantes recursos, podría preguntar ¿cuáles son las que dejan buenos dividendos en un marco de crisis económica? ¿Los talleres, la ganadería para carne y leche, las hortalizas, el maíz, el trigo, la cebada, los invernaderos, las flores, las artesanías, el transporte, los oficios o la transformación de productos?
Podríamos acudir con cualquier grupo de éstos para que nos diga cómo le va, ¿a cuánto ascienden sus ingresos? ¿cuánto invierten en sus diversas actividades?
Lo cierto, lo real, es que es una economía rural golpeada con dureza, una economía vapuleada por los elevados precios de absolutamente todo. Sólo hay que ver en cuánto el mercado compra los productos que vienen de las comunidades, por ejemplo, ¿cuánto se paga por un litro de leche? Se afirma que no pasa de 3.50 pesos ¿es redituable para el productor? ¿a cómo la tonelada de maíz? Aseguran las organizaciones campesinas que no pasa de dos mil 500 pesos ¿con eso es suficiente, tomando cuenta que es un cosecha al año y que el productor tiene que invertir por lo menos tres mil 500 pesos por hectárea?
Así nos podríamos ir con todos los productos agropecuarios para comprobar que pese a la diversidad de producción, la economía es débil porque los factores externos le son desfavorables, pero sobre todo los elevados precios de todo insumo y producto.
Un simple panadero rural por ejemplo trabaja un montón pero no se ve reflejado en buenos ingresos porque gasta mucho para producir, la materia prima que adquiere es cara, sin embargo, no puede vender caro porque el poder adquisitivo de la gente está desplomado, y si viene a las ciudades sus costos se elevan.
Por supuesto que en las comunidades prevalecen los cacicazgos, representados principalmente por presidentes municipales y algunos integrantes de los Ayuntamientos, diputados locales, políticos, coyotes o intermediarios, son estos grupos lo que como peces en el agua se mueven y hacen lo que quieren con la complacencia de arriba.
Si los caciques viven bien no quiere decir que los demás también, son unos cuantos los acaparadores, la pobreza se extiende en todos los demás.
Simplemente midamos el ingreso per cápita para darnos cuenta de la realidad en la comunidades rurales , para darnos cuenta de cómo, y con todo y los programas de federales de asistencia social, amplios grupos de población son vapuleados por la crisis, castigados severamente por la política económica que se aplica.
Veamos lo niveles nutricionales de las familias campesinas para darnos cuenta de cómo viven, veamos los niveles de aprovechamiento escolar, el nivel de deserciones, para saber cuánto les golpea la crisis, veamos cómo los hospitales públicos son insuficientes para atender a tanto enfermo.
Una cosa son las declaraciones oficiales, de políticos y funcionarios, las fotos en los periódicos, una cosa son las inauguraciones, los cortes de listón, y otra, la realidad que viven la mayoría de familias campesinas.
Y no es que se demeriten las acciones del gobierno estatal, son buenas, muchas cosas positivas se han hecho a través de las diversas dependencias como Desarrollo Rural, Desarrollo Social, Educación, Obras Públicas, Salud, etc., sin embargo, nuestra gente rural aún está lejos de lograr un nivel de vida mejor que el actual, quizás pasen 25 años para que se vea una mejoría, pero de mantenerse el modelo económico vigente, difícilmente se logrará.
Si el promedio de ingresos por familia es de uno y dos salarios mínimos, quiere decir que las cosas no son tan buenas y que el reto es mejorar esos ingresos para que se hable realmente de una regular o buena economía rural.
Las familias rurales no tienen por qué depender de los envíos de sus familiares en Estados Unidos, sus familiares no tiene por qué irse, la mejor mano de obra en una buena economía no tiene por qué emigrar para buscar otras opciones.
Por hoy no sabemos los efectos de esta crisis económica en los próximos meses, lo que es real es que es un gran riesgo que se complique.
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